Cómo saber qué piensa su jefe de
Ud.
The Wall Street Journal. - julio
de 2016
¿Alguna vez se ha preguntado qué
su jefe realmente piensa de usted?
Averiguarlo puede ser una tarea
difícil y delicada. Aunque la mayoría de la gente le teme a un jefe demasiado
frentero y crítico, uno que sea demasiado buena gente y evasivo puede ser igual
de frustrante.
Mark Phillips, de Boulder,
Colorado, cumplió sus metas de ventas por dos años durante un empleo anterior,
pero recibió pocos comentarios de su superior y ninguna indicación de cuándo
podría ser ascendido. Phillips enfrentó a su jefe abiertamente diciendo:
“Necesito una respuesta”. Su supervisor simplemente le dijo que “confiara” en
que él tenía en cuenta sus intereses. Al día siguiente, Phillips aceptó un
nuevo empleo.
En retrospectiva, el ahora
presidente ejecutivo de HireEducation Inc., filial de la red de caza talentos
de Sanford Rose Associates, dice que pudo haber sido menos beligerante. Si
hubiera hecho más preguntas e intentado entender el punto de vista del jefe,
podría haberse quedado y “todo podría haber salido bien”.
Algunos gerentes temen que
podrían hacer enojar a sus empleados o herir sus sentimientos si son demasiado
abiertos. A otros temen que la persona vaya a Recursos Humanos y arme un
escándalo, dice Peggy Klaus, capacitadora de ejecutivos y conferencista de
California. Cuando aconsejó a un ejecutivo del sector de empresas públicas
ofrecer más comentarios a los empleados, este le respondió: “Prefiero que me
hagan una colonoscopia”.
Hay formas de lograr que un jefe
reticente hable. Reconocer de frente que usted tiene debilidades puede
facilitar que un gerente se abra, dice el psicólogo organizacional Michael
Woodward. Esto ayuda a que los gerentes se sientan emocionalmente seguros de
que un empleado no va a estallar en ira o llanto, señala Woodward.
Decir “no he podido resolver X, Y
o Z y necesito su ayuda” envía el mensaje: “Está bien que me llame la atención
jefe, porque yo lo estoy haciendo también”, dice.
Haga preguntas en una forma
matizada que sugiera que usted sabe que hay margen para mejorar, dice Hassan
Osman, alto gerente de Cisco Systems Inc. y autor de un libro sobre cómo
gestionar equipos. Preguntar “¿usted qué haría diferente?” o “¿cómo cree que podría
mejorar esto?” muestra que usted sabe que un proyecto no es perfecto, dice el
experto. Preguntar “¿qué se necesita para que esto lo emocione?” refleja un
interés genuino en el punto de vista del jefe.
Enlace su petición con los
objetivos del jefe o la misión de la empresa, si es posible. Esto hará que los
gerentes se sientan más inclinados a ayudar. Casi todos quieren ser vistos como
consistentes en el cumplimiento de metas acordadas. También pone su solicitud
en un contexto que es más amplio que ustedes dos, dice Peter Bregman,
capacitador de liderazgo de Nueva York y autor del libro Cuatro segundos.
“Ya no se trata solo de usted”,
agrega.
Mantenga una expresión calmada y
neutral incluso si piensa que la retroalimentación está equivocada. Si el jefe recurre
a clichés como “usted no trabaja en equipo”, pida críticas específicas. Una
gerente quedó frustrada con la respuesta directa de su jefe a la petición de
comentarios. “¿Para qué necesita una evaluación de desempeño? Le haré saber
cuándo lo esté haciendo mal”, dice Klaus, quien capacitó a la gerente hace unos
dos años. La cliente le llevó a su jefe una lista de habilidades que quería
desarrollar, como ser articulada y concisa durante las presentaciones, y le
pidió que la calificara en cada una.
Algunas veces ayuda el ser
específico sobre los comentarios que han resultado útiles en el pasado. Puede
decir: “Cuando me dijo que podría haber manejado el proyecto X,Y o Z de forma
diferente, fue de gran ayuda”, dice Aimee Cohen, capacitadora profesional de Denver.
Agradezca a su jefe por cualquier
tipo de comentarios que reciba. Incluso si piensa que son mezquinos o
desfasados, reconozca lo difícil que debió ser para su jefe compartir eso,
sugiere Bregman, quien añade que muchos jefes se ablandan después de esa
respuesta.
Si su jefe es aun reticente,
trate un enfoque distinto. Pregúntele qué piensan otros gerentes o colegas
sobre su desempeño, dice Tyler Cowen, profesor de economía en la Universidad
George Mason en Virginia. “Si una persona tiene una creencia en particular,
tiene más probabilidades de pensar que otros están de acuerdo o que han tenido
experiencias similares”. La estrategia puede también disminuir los temores del
jefe de que usted quede enojado con él, dice Cowen.
Pedir ejemplos de trabajo que
pueda reproducir puede ser útil. Kathryn Minshew, presidenta ejecutiva de The
Muse, un sitio web de desarrollo profesional de Nueva York, aconseja preparar
el terreno para una retroalimentación constante luego de que empiece a trabajar
con un nuevo jefe. Pregunte cuál es la mejor forma de revisar su desempeño,
incluyendo la frecuencia y el medio, ya sea por e-mail, mensaje instantáneo,
teléfono o en persona.
Larry Gioia quedó impresionado
cuando una empleada recién asignada a su equipo le envió un correo pidiendo
hablar por teléfono antes de empezar a trabajar para discutir la mejor forma de
laborar juntos. Durante la llamada, la empleada le dijo que quería una
retroalimentación pronta y frecuente, a lo que Gioia, un asesor de tecnología
en salud, respondió que él también. Su comportamiento “muestra que está
orientada hacia los resultados y asume responsabilidad por su propia carrera”,
dice.
Desde que empezó su trabajo como
directora ejecutiva de TeamWomenMN, una organización sin ánimo de lucro de
Minneapolis, Amy Sinclair ha pedido mucha retroalimentación a su jefa, Pam
Borton. Con el tiempo, las dos se han adaptado al estilo de la otra. Borton,
una ex entrenadora de baloncesto universitario, es ahora la presidenta de esta
organización de desarrollo profesional. La ejecutiva está acostumbrada a dar
críticas rápidas y directas sobre el trabajo de sus subordinados.
Sinclair solía oponerse de
inmediato si no estaba de acuerdo, pero con la asesoría de Cohen, ha aprendido
a no tomar las cosas de manera personal o reaccionar de inmediato y a reflexionar
por un día o dos una respuesta más considerada.
Borton, por su parte, ha
aprendido a felicitar con más frecuencia a Sinclair cuando esta tiene un buen
desempeño, dice. “Todos quieren tener una retroalimentación en formas
diferentes. Fue importante para mi aprender el estilo de Amy y qué la hacía
exitosa”.
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