Brexit, el ‘catarrito’ de esta
década
FORBES- 30 de Junio de 2016
El Brexit es sólo un síntoma de
la catástrofe económica creada por los bancos centrales –en especial la Fed
estadounidense–, a los que casi nadie toca ni con el pétalo de una rosa.
En la primera entrega de esta
serie (“Europa sufrirá más que Reino Unido por el Brexit”) explicamos que hay
una élite muy molesta con la decisión mayoritaria de los votantes británicos a
favor de salir de la Unión Europea (UE). A causa de ello están proponiendo, por
diversas vías, que se ignore o deseche el resultado del referéndum por el
Brexit.
Sin embargo, si le dieran la
espalda, la clase política completa se deslegitimaría al echar por la borda el
voto democrático por el cual ellos mismos resultaron electos. La democracia
occidental empezaría su formal entierro.
Es por lo anterior que a pesar
del pataleo, el Brexit se va a dar. No hay excusa válida para ignorar la
decisión mayoritaria de los británicos.
El hecho es tan trascendente que
en la historia quedará marcado como el inicio de una nueva gran crisis global.
No es que el Brexit sea la causa, sino un síntoma más de la catástrofe
económica que han creado los verdaderos responsables del desastre: los bancos
centrales –en especial la Fed estadounidense–, a los que casi nadie toca ni con
el pétalo de una rosa.
Su sistema monetario fíat, basado
en la expansión permanente del consumo y la deuda, es insostenible.
En ello radica la gravedad de la
crisis que en el país, tanto Banxico como el gobierno federal, minimizan. Será
el “catarrito” de esta década.
En cambio, verdaderos expertos de
los mercados y académicos han advertido que lo peor aún está por venir. Por ejemplo,
Jim Rogers, el gurú de las materias primas, dijo esta semana en entrevista con
Yahoo! Finance que la crisis posBrexit será “peor que cualquier mercado bajista
(bear market) que hayas visto en tu vida”.
Por su parte, el influyente
inversor George Soros –ex socio de Rogers en el Fondo Quantum– pronosticó una
inevitable “desintegración desordenada” de la UE. Puede ser.
Pese a ello, saldrá mejor librado
el bando que opte por la vía de la libertad y la apertura comercial total.
En este sentido, el Reino Unido
tiene más probabilidades de que le vaya bien que la propia UE, contra quien
juegan su tamaño y obesidad burocrática.
La UE enfrentará ahora la
disyuntiva de si castigar (y así autocastigarse) a los británicos y cerrarles
la puerta de sus bienes, servicios y capitales para desalentar la salida de
otros países, o negociar una integración como la que tienen Suiza y Noruega,
que nunca han formado parte de ella. Ése sería el camino correcto.
El prominente economista y
profesor de la Universidad de Columbia Xavier Sala-i-Martin ve, además, otro
desafío para el éxito de la UE. Dice que ya sin la Gran Bretaña –cabeza del
sector más liberal de la Unión–, los países intervencionistas “tendrán vía
libre para entrometerse y poner barreras a la libertad de empresa. Veremos una
Europa más regulada, más intervenida, con más impuestos, con menos libertad y,
como consecuencia de todo esto, con menos progreso económico a mediano y largo
plazo”. Estamos de acuerdo.
En suma, Europa y el mundo entero
enfrentan una grave tendencia hacia el populismo de derechas e izquierdas
–eufemismo para lo que en realidad es socialismo en diferentes grados– como
consecuencia de la crisis provocada por un sistema monetario insostenible que
los intervencionistas achacan convenencieramente al “libre mercado”. Mienten
como acostumbran.
Así pues, el proteccionismo, la
cerrazón y la intervención gubernamental en la economía –que le dan
rentabilidad política a los populistas– condenarán a la pobreza y el atraso a
todos los que caigan en sus garras.
A aquellos que logren escapar de
ese círculo vicioso generador de miseria y escasez les irá bien, sea Reino
Unido, México, o la región que sea.
Como afirma nuestro amigo el
economista español Juan Ramón Rallo, la campaña debe ser, entonces, por un
“liberalismo cosmopolita y respetuoso de la autoorganización política
descentralizada”. Ésa es la oportunidad que traerá el Brexit.
La libertad es el camino correcto
para elevar el nivel de vida de la gente. Son las personas y las empresas las
que generan la riqueza, y el gobierno, mucho ayuda si no estorba. El populismo
es el gran enemigo a vencer detrás del Brexit.
Guillermo Barba-Economista de la
Escuela Austríaca y periodista mexicano, autor del blog Inteligencia Financiera
Global. Experto en mercados de oro y plata y comentarista de TV en Proyecto 40
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