Las petroleras globales vuelven a
invertir en grandes proyectos pese a los precios
The wall street journal - julio
de 2016
Hay indicios de que el profundo
congelamiento del gasto en el sector petrolero está comenzando a derretirse.
Chevron Corp., Exxon Mobil Corp.
y varios socios se comprometieron el martes a invertir US$37.000 millones en la
expansión de un proyecto petrolífero en Kazajistán, conocido como Tengiz, una
de las mayores apuestas desde que los precios del crudo comenzaron a
desplomarse hace dos años.
La semana pasada, BP PLC dio luz
verde a una expansión multimillonaria de un complejo de exportación de gas. El
anuncio tiene lugar después de otro que el gigante británico hizo en junio
sobre la aceleración del desarrollo de un gran descubrimiento de gas mar
adentro en Egipto. También este año, la italiana Eni SpA dio vía libre al
avance en la explotación de un yacimiento en Egipto.
La decisión de las empresas
globales de energía de invertir ahora coincide con un enorme descenso de los
costos de perforación, consecuencia de la caída de los precios del petróleo.
Equipos de perforación y bombeo,
válvulas, servicios de construcción y de ingeniería, el acero e incluso la mano
de obra son más baratos porque los contratistas que proveen esos servicios
tienen menos demanda que en los años de expansión que siguieron a la crisis
financiera, cuando el petróleo se cotizaba a alrededor de US$100 por barril.
La reciente seguidilla de
anuncios puede indicar una creciente confianza en la recuperación de los
precios tras su colapso desde unos US$115 el barril a mediados de 2014 hasta
US$27 en enero.
De todas formas, ejecutivos de
las grandes empresas de energía han dicho que están tomando el repunte de los
precios del crudocon precaución, advirtiendo que a medida que la cotización
suba, también lo puede hacer la inversión de los productores estadounidenses de
hidrocarburos de esquisto. El martes, el precio del contrato de crudo de
referencia en Nueva York perdió casi 5% a US$46,60 debido a la preocupación de
los operadores de un aumento de la actividad de perforación en Estados Unidos.
Una recuperación similar de los
precios en 2015 se desinfló rápidamente. Desde que el precio del barril empezó
a descender a mediados de 2014 y hasta marzo de este año, las empresas
aplazaron o cancelaron proyectos valorados en unos US$270.000 millones,
incluyendo costosos desarrollos en el Ártico, según Rystad Energy. La decisión
del Reino Unido de abandonar la Unión Europea añade otro nivel de
incertidumbre, ya que aún no se sabe cuál será su efecto en los mercados, la
demanda y las inversiones del sector petrolero.
El anuncio hecho por Chevron el
martes, no obstante, es “un punto de inflexión”, dice Jason Gammel, analista
sénior del sector en Jefferies, quien añade que se trata de la primera
inversión de más de US$10.000 millones este año.
Tengiz ya es uno de los proyectos
más rentables de los últimos 40 años. “Es un momento fantástico para este tipo
de inversión”, afirma Todd Levy, presidente de exploración y producción de
Chevron en Europa, Eurasia y Medio Oriente.
Desde el inicio de 2015, Chevron
y otras grandes petroleras han reducido sus presupuestos en 25%, por un total
de más de US$30.000 millones, y han eliminado más de 30.000 puestos de trabajo
para hacer frente al prolongado período de precios bajos.
Eso las ha obligado a buscar
alrededor del mundo oportunidades que cumplan un estricto conjunto de
criterios: tienen que impulsar la producción en los próximos años de modo que
las empresas eviten reducir su tamaño y tienen que ser rentables con un barril de
petróleo a US$50.
Desde que los precios empezaron a
bajar, no han podido encontrar ese tipo de oportunidades con frecuencia. El año
pasado, petroleras occidentales aprobaron apenas cuatro proyectos de
envergadura, en el Golfo de México, Noruega, Egipto y Ghana. En lo que va de
2016, las empresas de energía se han arriesgado en seis desarrollos costosos y
de gran tamaño, según Tudor Pickering Holt & Co., banco de inversión de
Houston especializado en el sector.
De todas maneras, estos
yacimientos tardarán años en empezar a producir. Por ejemplo, el primer crudo
de la expansión de Tengiz se extraerá recién en 2022.
Exxon, Chevron, Royal Dutch Shell
PLC y BP también están acudiendo a las formaciones de esquisto en EE.UU. Estas
operaciones requieren menos inversión inicial para empezar a producir, pero
tampoco se acercan a la escala o la oportunidad de varias décadas que ofrecen
los grandes proyectos.
Productores de energía de
esquisto como Pioneer Natural Resources Inc. han comenzado a añadir un pequeño
número de plataformas en anticipación a precios más altos a fines de 2016.
También han empezado a explotar una vasta reserva de yacimientos que fueron
perforados pero no fracturados hidráulicamente, una forma de mantener activa la
producción sin tener que gastar mucho dinero.
El miércoles, el precio del
contrato Brent, la referencia global, se ubicó en US$48,80 el barril, un alza
de 1,8% frente al día previo. El crudo estadounidense cerró a US$47,43 el
barril, un aumento de 1,8% respecto del martes.
Barclays proyectó esta semana que
el precio del Brent promediará US$57 el barril el próximo año, frente al precio
proyectado para este año de US$44 por barril. Un exceso de suministros que ha
pesado sobre la cotización por dos años se está aliviando gracias a interrupciones
en la producción en Nigeria y Canadá, así como a una menor producción de las
empresas de esquisto estadounidenses.
Algunas compañías pueden cubrir
ahora sus costos con precios estables de unos US$50 el barril, dicen analistas.
El recorte de gastos les permite cumplir con el pago de dividendos e invertir
en nuevos proyectos, señala Gammel.
Eso “muestra que las empresas
están en un punto donde pueden considerar invertir en proyectos a más largo
plazo”, dice.
Las petroleras se sienten
normalmente más cómodas tomando grandes decisiones sobre inversión en la
producción futura cuando los precios son estables. Tudor Pickering cree que más
proyectos serán aprobados este año, incluyendo el enorme yacimiento en aguas
profundas de BP en el Golfo de México conocido como Mad Dog II y el proyecto de
gas natural licuado Coral de Eni en Mozambique. BP no quiso decir cuándo
decidirá sobre Mad Dog II. Eni indicó que prevé tomar una decisión sobre Coral
este año.
Tengiz es uno de los proyectos
viables a los precios actuales. Sus costos de producción promediaron unos
US$6,50 el barril durante los últimos cinco años, según Gammel. Algunos
analistas estiman que le ha aportado a Chevron más de US$70.000 millones en
ingresos, y US$40.000 en ganancias, desde 1993.
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