¿Vender la empresa o heredarla?
FORBES- 26 de Julio de 2016
Los miembros de una empresa
familiar se enfrentan a una nueva opción que se antojaba imposible: la
posibilidad de vender.
Cuando el líder de la empresa
familiar se ve en la necesidad de vender su compañía, el camino es, por decir
lo menos, largo.
¿Por qué querría alguien vender
su negocio? Las causas más habituales son, sobre todo, la política de
dividendos, la presencia de un conflicto familiar, la imposibilidad de
incorporar un agente externo que se encargue del negocio o, incluso, las
diferencias irreconciliables de visión entre los propietarios.
Muchas de estas dificultades
provienen de la generación que fundó el negocio, pues ésta no transmite
exitosamente a sus sucesores las implicaciones y el conocimiento del mismo. Las
familias empresarias que consiguen prosperar a lo largo del tiempo lo hacen
gracias a su capacidad de transmitir ese sentido de pertenencia y conocimiento
cabal del negocio familiar.
A su vez, estas familias
transmiten a sus descendientes, desde muy jóvenes, la diferencia entre ser
accionista y trabajar en su empresa familiar, y les dan la libertad para elegir
su propio camino.
Para lograr esto es necesario que
exista buena comunicación entre ellos y una estrategia en común: ¿quiénes somos
y qué queremos de nuestra empresa?
Cuando una empresa se encuentra
en la primera generación, la comunicación y las relaciones son lideradas por
sólo uno de sus miembros: el emprendedor y fundador. Sin embargo, cuando se
produce una transición hacia generaciones posteriores, dicha dinámica se
modifica: generalmente cambian los valores, visión, las perspectivas e
intereses.
Vender para crecer
El cambio de intereses o
perspectivas plantea a los miembros de las familias una nueva opción que, hasta
ese momento, se antojaba imposible: la posibilidad de vender. Muchas familias
pasan de ser industriales a convertirse en patrimonialistas o rentistas. Es una
opción libre y legítima: si no hay relevo familiar, hay que vender para que
otro crezca.
Lo que hay que considerar si se
piensa vender la empresa
— La familia debe ver más allá de
la cifra que recibirán.
— Considerar qué ganan y qué
pierden con la venta.
— Qué harán con los fondos
recibidos en la operación.
— Evaluar cuál es el mejor
momento para vender el negocio en función de las condiciones del mercado.
Finalmente, si se llega a la
conclusión de vender, conviene evaluar si la empresa está en condiciones
adecuadas o si es preferible prepararla antes de hacerlo.
Podría ser recomendable sacar
algunos activos que no se relacionan mayormente con el negocio, efectuar
cambios y, si es el caso, desarrollar ciertas iniciativas para efectos de institucionalizar
la empresa.
Mario Rizo Rivas-Socio Director
de Salles, Sainz – Grant Thornton, S.C., en Guadalajara y Puerto Vallarta. Contador
Público Certificado por el IMCP. Conferencista, autor de los libros 'El
Sucesor' y 'Todos Ganan', y maestro en Impuestos.
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