‘Pokémon GO’, de broma de día de los inocentes
a éxito multimillonario
FORBES- 31 de Julio de 2016
El juego, que nació en las
entrañas de Google, ha generado miles de millones de dólares, pero estuvo a
punto de quedarse en sólo un proyecto.
No es difícil detectar a los
jugadores del juego para teléfonos inteligentes más popular de todos los
tiempos. Tienen una forma peculiar de usar sus dispositivos frente a ellos con
una mano, dice John Hanke, el genio de la tecnología detrás de Pokémon GO, mientras
paseamos por el muelle de en Seaport Village, en San Diego, el día previo a su
aparición frente a 7,000 fans en la Comic-Con.
“Están jugando”, dice el hombre
de 49 años de edad, señalando con la cabeza a una pareja que camina tomada de
la mano, con la mirada fija en sus teléfonos. “También ése chavo con la mochila
de allá y ese grupito que está sentado por allá.”
Desde su lanzamiento en julio,
Pokémon GO, un juego gratuito de “realidad aumentada” desarrollado por Niantic
Labs en los que los jugadores capturar personajes virtuales asignados a lugares
del mundo real, no ha hecho sino acumular superlativos. Apple dijo que el juego
tuvo más descargas en su primera semana que cualquier otra app en la historia.
Uno de cada diez estadounidenses
juega Pokémon GO al día, de acuerdo con App Annie, y SurveyMonkey calcula que
el juego genera hasta 6 millones de dólares (mdd) al día en compras dentro de
la aplicación sólo en Estados Unidos (el juego ya está disponible en 37
países). Más allá de los números, Hillary Clinton ha mencionado el juego en su
campaña electoral, Justin Bieber ha ido de cacería en Central Park, y un reportero
fue reprendido públicamente por jugarlo en una conferencia del Departamento de
Estado.
Pero todas esas cosas estuvieron
a punto de no suceder. Hace sólo 12 meses Hanke era un empleado de Google cada
vez más inquieto (lanzó Google Earth, entre otras cosas) y su compañía,
Niantic, estaba perdida entre la maraña organizacional que es el gigante de las
búsquedas. Cuando Google se reorganizó en Alphabet, parecía probable que
Niantic fuera devuelta a la división de Android de la compañía o simplemente
cerrara. Sin embargo, Google tuvo el acierto de dejar que Hanke buscara
inversionistas externos y diera un giro a la compañía. Eso abrió el camino para
acercar a Hanke a Nintendo y Pokémon Co., que tiene la propiedad intelectual de
la marca, e hiciera el acuerdo más inteligente de todos los tiempos en el
segmento de los juegos móviles.
Para Google el arreglo ha
funcionado con creces. Google es propietario de algo menos del 30% de Niantic,
con un juego que podría alcanzar los 5,000 mdd en ingresos anuales, según un
analista de Macquarie Group.
“Si Google se hubiera quedado con
el total de la participación en Niantic, no estoy seguro de que hubiéramos
tenido Pokémon GO, al menos no a la velocidad a la que lo conseguimos”, dice
Gilman Louie, un miembro del consejo directivo de Niantic.
Hanke ha sido fan de los
videojuegos desde hace mucho tiempo, él aprendió a programar por sí mismo en su
computadora Atari 400 en Cross Plains, Texas, un pueblo de 1,000 habitantes con
un solo semáforo. Hanke se graduó de la Universidad de Texas, Austin, y
finalmente terminó en la Haas Business School de la Universidad de California,
Berkeley, ya que buscaba emprender una compañía de juegos.
No mucho tiempo después de llegar
allí, se unió a la startup de un compañero de clase, Archetype Interactive,
cuyo único título, Meridian 59, se considera el primer juego de rol
multijugador masivo en línea en 3D (ellos vendieron la compañía el día en que
se graduaron de la escuela de negocios).
Después de emprender y vender
otra empresa de juegos en el año 2000, Hanke cofundó Keyhole, una firma de
software geoespacial que ofrecía imágenes satelitales de cualquier localidad en
la Tierra. Esa tecnología llamó la atención del cofundador de Google, Sergey
Brin, que tenía una obsesión con los mapas.
En una reunión con el CEO de
Google, Eric Schmidt y otros ejecutivos, Brin comenzó a usar Keyhole para hacer
zoom sobre los patios traseros de las personas en la habitación mientras
proponía la compra de la compañía. En octubre de 2004, Google, que acababa de
salir a bolsa, compró a Keyhole por alrededor de 35 mdd en acciones.
Hanke pensó que se quedaría en
Google sólo por unos cuantos meses, pero permaneció durante más de una década
como uno de los dos jefes de equipo geo de la compañía.
Durante su estancia en la
empresa, supervisó el lanzamiento de Google Earth en 2005, negoció la
colocación de Google Maps en el iPhone original con Steve Jobs e hizo de Maps
el segundo mayor producto de Google desde la óptica del tráfico, detrás de las
búsquedas.
Sin embargo, para el año 2010
Hanke quería y esperaba volver a encender su pasión por explorar la posibilidad
de combinar los mapas con los juegos.
Fue Larry Page quien lo convenció
de quedarse en la empresa, y personalmente le dio los recursos para crear una
división secreta de juegos dentro de la oficina de Google en San Francisco.
Hanke nombró a su empresa Niantic Labs, en honor al barco que había llevado a
los mineros del área de la bahía durante la fiebre del oro de 1849.
Después de crear un producto de
realidad aumentada que permitía a los usuarios aprender sobre algunos de los
sitios emblemáticos de la ciudad a través de los dispositivos móviles y del
malogrado Google Glass, Niantic lanzó Ingress a finales de 2012.
Fue el primer intento de Hanke de
crear un juego basado en la geolocalización y permitía a los jugadores formar
parte de dos equipos para dominar ciertos lugares de todo el mundo a través de
sus teléfonos. A pesar de que ganó fuerza con los jugadores de verdad, Ingress
no se consideró un gran avance dentro de Google.
En la primavera de 2014, el CEO
de Niantic soñaba con aplicar su experiencia en juegos basados en la
geolocalización a una marca bien establecida que atrajera más usuarios.
Tanto Mario y Donkey Kong fueron considerados, pero un nombre ser repitió con
fuerza: Pokémon, una franquicia que había sido un éxito a finales de los 90 con
videojuegos, tarjetas, caricaturas y películas. Hasta mayo de 2016, los
productos relacionados con Pokémon habían generado 45,000 mdd en ventas.
Por casualidad, un ingeniero en
la antigua división de Maps de Google, llamado Tatsuo Nomura, estaba urdiendo
en silencio un plan alrededor de Pokémon, pero por una razón completamente
diferente.
Con el Día de los Inocentes a la
vuelta de la esquina, Nomura tuvo la idea de ofrecer a los usuarios móviles una
forma de cazar pokemones mientras usaban Google Maps.
A través de un amigo consiguió
una cita con Pokémon Co., una entidad que es parcialmente propiedad de Nintendo
y que convenientemente comparte el mismo complejo de oficinas con Google Japón
en el distrito de Roppongi, en Tokio.
“A su CEO le gustó la idea de
inmediato”, recuerda Nomura. “No hubo ninguna negociación real”.
El éxito de la broma del día de
los inocentes llamó la atención de Hanke, quien se acercó a Nomura para ver si
podía arreglar otra reunión.
Hanke quería saber si Pokémon
estaría interesado en hacer un juego móvil real.
Para mayo de 2014, Hanke estaba
en una sala de conferencias con el CEO de Pokémon Tsunekazu Ishihara, rodeado
de traductores, hablando, de entre todas las cosas, de Ingress. Un jugador
dedicado de Ingress, Ishihara, inmediatamente compendió cuán poderosa podía ser
la ubicación para un juego móvil que implicara Pokémon.
Con la bendición del fallecido
CEO de Nintendo, Satoru Iwata, Hanke comenzó el desarrollo de Pokémon GO en el
verano, tras acordar dividir los ingresos del juego con Pokémon y Nintendo
(Hanke se negó a revelar los términos específicos).
Mientras tanto, de vuelta en
Silicon Valley la posición de Niantic dentro de Google se había diluido. Cuando
la empresa decidió cómo reorganizarse en Alphabet, los líderes de Google se
preguntaron qué hacer con el grupo de Hanke. Se habló de reincorporar la
compañía en el grupo de Android, aunque la idea de volver a caer en la
burocracia de la gigantesca organización que es Google le pareció muy poco
atractiva a Hanke.
En cambio, se abordó la
posibilidad de escindir la empresa, y se le dio permiso para salir y buscar
financiamiento para hacer independiente a la empresa.
Se reunió con varias firmas de
capital de riesgo, entre ellas Andreessen Horowitz y Kleiner Perkins Caufield
& Byers, aunque todas se opusieron a la valuación propuesta por la empresa,
de alrededor de 150 millones.
Un inversionista de esas
reuniones recuerda que Hanke habló sólo sobre Ingress y que no hizo mención del
próximo título de Pokémon. Eventualmente Hanke fue capaz de improvisar una
ronda de 35 mdd a una valuación aún más alta (alrededor de 175 mdd) de Google,
Nintendo, Pokémon Co. e inversionistas ángel, sin los grandes fondos de riesgo.
En defensa de los que se negaron
a invertir en Niantic, apenas ha pasado un mes desde que Pokémon GO fue lanzado
y la historia nos ha enseñado a ser cautos con los desarrolladores de juegos
móviles como Zynga (Farmville) y King.com (Candy Crush), que han tenido grandes
éxitos que se han diluido con el tiempo.
En este momento, Hanke sólo trata
de evitar que los servidores se caigan. Con bolsas bajo los ojos, ha tenido
poco tiempo para hacer algo más, ni siquiera jugar su propio juego. ¿Qué nivel
eres? “Estoy como en el 5”, dice con timidez.
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