El ‘mesero’ que ahora dirige un
imperio restaurantero
FORBES - miércoles, 2 de septiembre de 2015
El negocio empezó en la carcasa
de un avión. Casi 50 años después, CMR es una cadena de restaurantes que cada
año ingresa más de 2,000 mdp y tiene 6,000 empleados, con marcas como Chili’s,
Wings y Olive Garden. Joaquín Vargas Mier y Terán, desde niño, fue garrotero,
mesero y almacenista. Hoy dirige esta empresa que compite de tú a tú con Alsea.
A sus 12 años había una regla no
negociable: para que Joaquín Vargas Mier y Terán disfrutara de la mitad de sus
vacaciones de verano, tenía que trabajar en alguna sucursal de Wings, empresa
familiar fundada por su abuelo, Joaquín Vargas Gómez
“Me tocó ser garrotero, mesero,
almacenista, jefe de piso, y de esa manera pude aprender de la operación de los
restaurantes”, cuenta Vargas Mier y Terán al momento de viajar en el tiempo
hasta su adolescencia.
Hoy, la historia es diferente,
Joaquín es presidente de CMR, firma que nació hace 50 años, al abrir el primer
restaurante Wings en la carcasa un avión frente al Aeropuerto Internacional de
la Ciudad de México (AICM).
En 2014, los ingresos de
operación de la firma ascendieron a 2,315 millones de pesos (mdp), lo que
representó un crecimiento de 6.8% en comparación con el año anterior, cuando
esta cifra fue de 2,168 mdp. Una empresa
de peso en el mercado mexicano.
El reto ahora no sólo es
permanecer en la industria. El miembro de la tercera generación de la familia
Vargas tiene la misión de llevar el negocio, en un plazo de tres años, a
lugares lejanos fuera de México. Joaquín Vargas Mier y Terán está listo para el
siguiente paso en el negocio.
La oportunidad
El 25 de abril de 2013, Joaquín
fue nombrado presidente de CMR, aunque desde 2009 ya se encontraba en la
compañía preparando la estrategia de negocio para acrecentar el emporio
restaurantero.
Sin embargo, no era un año
sencillo: la crisis de influenza que afectó al país y las fluctuaciones
económicas a nivel mundial planteaban un panorama retador para el nuevo
restaurantero.
Uno de los primeros pasos que dio
el heredero de la tradición restaurantera fue implementar una nueva plataforma
tecnológica para las operaciones diarias de la compañía.
El paso de Vargas Mier y Terán no
ha sido sencillo. Una de las decisiones más difíciles que tomó al frente de CMR
fue hacer una reestructura del equipo a nivel organizacional, lo que implicó
desinvertir y cerrar sucursales de los conceptos propios de CMR.
CMR es propietaria de Wings,
Fonda Mexicana, La Destilería, El Lago, Meridiem, La Calle y Los Almendros.
Además, opera la marca Chili’s.
Este año abrirán 10 nuevas
sucursales de las marcas del grupo, y se tienen considerados hasta tres cierres
de sucursales, principalmente de la marca Wings. En Monterrey, Guadalajara y
Cancún se concentrarán las aperturas.
La apuesta no es gratuita. En
México, existen más de 120 millones de habitantes que han elevado su tasa de
vida a 74.5 años e impulsan la demanda de más alimentos en el país. De acuerdo
con datos del Inegi y Global Insight, se espera que el crecimiento en la
producción de la industria de alimentos procesados en 2020 sea de 7.6% anual,
y para el consumo de 7.4%.
La confianza de sus socios de
negocio puede ser su principal arma frente a la competencia. El 29 de noviembre
de 2012, el presidente global de Brinker International, propietario de Chili’s,
encontraba presente en una sucursal al sur de la ciudad de México. Ese día, el
máximo representante de la marca estadounidense presentó el plan de aperturas
en México acompañado de sus dos operadores: CMR y Alsea.
El intercambio de miradas entre
Doug Brooks y Joaquín Vargas revelaba confianza con la empresa CMR. La marca
estadounidense obtiene 33% de los ingresos internacionales de Chili’s de
México.
“Somos el operador más grande que
Chili’s tiene. De hecho, somos el operador internacional de marcas de casual
dining con más tiendas de una marca. Ningún otro operador tiene 60 tiendas de
casual dining en ninguna región”, dice orgulloso el empresario.
Una empresa internacional
Era principios de 2011. Joaquín
Vargas Mier y Terán estaba por tomar uno de los vuelos a Cancún más importantes
de su vida. En el destino del Caribe mexicano lo esperaban los directivos de
Darden Restaurants, quienes decidirían si CMR sería el socio en México para
operar sus marcas Olive Garden, Red Lobster y The Capital Grille. Pero todo
salió mal.
El vuelo del presidente de CMR se
retrasó por horas, y en el aeropuerto de
Cancún no había quien recibiera a los visitantes estadounidenses. Todo parecía
perdido para el recién estrenado ejecutivo, quien tan sólo llevaba año y medio
en la empresa.
“Al final del camino nos
entendimos como personas y descubrimos que compartíamos valores. Hoy somos los
únicos socios de Olive Garden en México”, dice orgulloso Joaquín.
Ese día, el nieto del fundador de
CMR comprendió algo más: la empresa estaba hecha para competir con los grandes
grupos restauranteros a nivel internacional.
“Descubrí cómo pudimos entablar
conversaciones de un nivel muy alto con gente que llevaba muchos años en la
industria, y la más profesional que yo había conocido en mi vida”, dice.
Hace un año, CMR alcanzó un
acuerdo para desarrollar con Darden Restaurants las marcas estadounidenses
Olive Garden, Red Lobster y The Capital Grille en territorio mexicano.
El acuerdo entre las firmas
comprende la apertura de 37 sucursales de los tres conceptos operados en el
país durante los primeros cinco años.
La nueva dirección de CMR se
resume en la visión de la compañía: “En restaurantes, traer lo mejor del mundo
y compartir con el mundo lo mejor de México.”
En ese sentido, la carta fuerte
de CMR se encuentra del lado de las marcas internacionales que opera en México.
“Es donde estamos apostando el crecimiento de la compañía para los próximos
años.”
El platillo tiene buen sabor. La
industria restaurantera en México factura anualmente 518,000 millones de pesos
(mdp), de acuerdo con datos de analistas.
Alsea y CMR son los dos
principales competidores. Y Alsea también ha encaminado sus marcas al
crecimiento dentro y fuera del país.
Este año, CMR esperar concluir el
año con una inversión superior a los 400 mdp.
“Yo creo que es el año en que más
hemos invertido en la historia de la compañía”, reconoce Vargas Mier y Terán.
En 2014 la empresa cerró con 125
unidades y se sumarán 10 nuevas, por lo que la contabilidad final de las
sucursales sería de 132 en 2015, ya que este año se espera el cierre de tres
restaurantes.
Para 2016, el objetivo es llegar
a 145 establecimientos en el país, cifra inferior a los 169 locales que había
proyectado el corporativo por los cierres de sucursales.
El próximo año, Olive Garden será
la estrella en la apertura de los conceptos de CMR. Chili’s mantendrá un
crecimiento cercano a cuatro locales anuales y Red Lobster crecerá en menor
medida.
Por su parte, Wings aterrizará en
el aeropuerto de Tijuana y analiza opciones en otras terminales aéreas del
país.
Las adquisiciones son una opción
abierta. “No estamos activamente buscando, ya que ahorita estamos con las manos
llenas y bien ocupadas dando vida a las nuevas marcas que se integraron a CMR.
Sin embargo, si se presentan oportunidades interesantes, sin duda, por lo menos
las analizaremos, y no puedo negar que podríamos cerrar algún trato”, comenta
el empresario.
El heredero del negocio
restaurantero espera cumplir una meta más
y llevar el negocio fundado por su abuelo a la internacionalización.
Pero tiene que darse prisa. Alsea, también
mira hacia otros países…
José Roberto Arteaga-Reportero de
Empresas en Forbes.com.mx. Amante de las historias y obsesionado de los temas
de negocios. Cree que las letras y los números son los símbolos que gobiernan
la fe del mundo.
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