https://www.facebook.com/wilber.carrion.1 - Twitter: @wilbercarrion  
  Su apoyo es bienvenido, cuenta: BBVA Continental- 0011 0175 0200256843  

jueves, 28 de enero de 2016

Crecimiento

 Crecimiento en América Latina: lo bueno, lo malo y lo feo


 FORBES -28 de enero de 2016
Este año no será bueno para América Latina en términos económicos. El crecimiento de la región podría estancarse y reportar cifras marginales de avance. ¿Cuáles son los temas de mayor influencia en el panorama económico?




El panorama económico para Latinoamérica se ve complicado en 2016. La región podría, incluso, contraerse 0.3% debido a un crecimiento global lento, que se espera de alrededor de 2.9%, y la persistente incertidumbre sobre China, cuya demanda de bienes tiene una alta influencia en el desempeño económico de los países del sur.

Los precios bajos de las materias primas mostrarán en 2016 un deterioro en sus términos de intercambio, especialmente en países exportadores de hidrocarburos y minerales, dice la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe.

El Banco Mundial (BM) ha detectado otros dos riesgos para el escenario macroeconómico: la mayor volatilidad y una desaceleración del comercio internacional. Para el organismo, sin embargo, uno de los mayores problemas es que la región crece a dos velocidades: se contrae en Sudamérica por la recesión de economías como Brasil y Venezuela, y crece moderadamente en México, Centroamérica y el Caribe.

A pesar de que el Fondo Monetario Internacional prevé una contracción de 0.6% para 2015, el panorama podría ser menos dramático durante 2016, aunque reconoce que las presiones en los mercados financieros han aumentado en las diversas economías.

“Este difícil escenario para América Latina puede ser una oportunidad para que las políticas fiscales tomen una mayor relevancia. Se debe revisar la estructura de subsidios a los combustibles y los incentivos tributarios, buscando  potenciar  instrumentos de promoción de inversiones y financiamiento en gasto social”, explica Alicia Bárcena, titular de la Cepal en el informe.

Existen tres factores que influyen en el crecimiento de la región y que representarán las principales tendencias en cuanto a desempeño económico.

Lo bueno: motores sólidos en la región

La economía mexicana se encuentra en un grupo de naciones con buena posición para enfrentar los retos globales. México goza de un mayor dinamismo en la demanda interna, un crecimiento en manufacturas y un crecimiento inercial de alrededor de 1 punto porcentual, considera Banorte-Ixe.

El banco comenta que un beneficio de México es que está lejos de China en términos de actividad económica, y más cerca de Estados Unidos, cuyo crecimiento seguirá consolidándose en los próximos años.

“Dada la debilidad del resto de países en Latinoamérica, ya sea porque el ciclo económico depende más del de materias primas o porque están experimentando problemas internos, como es el caso de Brasil y de Venezuela, México será el principal motor de crecimiento de la región, explicando alrededor de 85% del crecimiento en los próximos años”, expone el grupo de análisis económico del banco en un documento.

Centroamérica, Panamá y la República Dominicana se benefician de la recuperación en Estados Unidos y la persistente debilidad de los precios energéticos a nivel internacional, dado que la región es un importador neto de hidrocarburos.

“Esta combinación favorece un ‘círculo virtuoso’ que consiste en una demanda más sólida, un menor nivel de inflación y una mejor posición externa”, destaca el FMI en su último reporte de perspectivas económicas.

La institución liderada por Christine Lagarde prevé un crecimiento de 2.8% para México en 2016, mientras que para Centroamérica estima que crezca 4.1%.

Por otro lado, con la llegada de Mauricio Macri al poder en Argentina, el país sudamericano está de vuelta en los mercados internacionales, debido a las medidas que está tomando el nuevo gobierno.

El 17 de diciembre, Argentina eliminó las restricciones que desde hace años mantenían sobrevaluada la moneda doméstica en el mercado de cambios. El desplome del peso acelerará aún más la inflación, lo que golpeará al consumo y hará que la economía argentina termine el año próximo estancada o con una leve recesión, para repuntar en 2017.

“Este año la novedad para América Latina será Argentina, debido a que buscará equilibrar el mercado y estabilizar los precios relativos. Además, el gobierno está mandando un fuerte mensaje de expansión”, considera Dante Sica, director de la consultora Abeceb.



Lo malo: Brasil y Venezuela detienen el crecimiento

Brasil, uno de los principales motores de crecimiento en América Latina, está prácticamente paralizado. Su perspectiva para 2016 no es nada buena. Tras estancarse en 2014 y 2015, la economía del país registrará muy posiblemente un crecimiento de -1% durante 2016, estima el FMI.

Si bien algunos factores externos, como la caída del precio de las materias primas, explican parte de la contracción de la actividad, los factores internos representan el mayor freno, señala el FMI.

Durante 2015, Brasil cayó en recesión técnica con dos trimestres consecutivos con cifras negativas de crecimiento.

El gobierno encabezado por Dilma Rousseff implementó en 2015 un plan de austeridad que consiste en elevar impuestos y recortar inversiones. A pesar de la medida del gobierno, la agencia calificadora Moody’s redujo la nota crediticia del país sudamericano a Baa3, el menor nivel dentro del grado de inversión, desde Baa2.

“Para muchos analistas, Brasil entró en una especial de década perdida. Para que la nación vuelva a tener los mismo niveles de demanda que tuvo en 2013 pasarán entre 7 y 8 años”, advierte Dante Sica.

La historia de Venezuela parece ser peor, debido a la alta inflación que llega a casi 200%, una caída del PIB de 10% y la falta de productos básicos como papel de baño, toallas sanitarias o comida para bebé.

El organismo que lidera Christine Lagarde consideró la situación del país sudamericano como extrema, debido a que las distorsiones microeconómicas, combinadas con políticas macroeconómicas insostenibles, han generado grandes desequilibrios que incluyen un nivel muy elevado de inflación.

“Venezuela ha aplicado políticas macroeconómicas insostenibles durante varios años, sumadas a distorsiones microeconómicas generalizadas”, considera el FMI.

En su último reporte de expectativas de crecimiento, la Cepal proyecta una contracción de 7% para Venezuela en 2016.

El director de la consultora Abeceb señala que el ciclo de Venezuela impacta de forma negativa el valor agregado de los países de la región, y añade que la economía venezolana se encuentra en una crisis económica de difícil solución en el corto plazo.



Lo feo: la incertidumbre económica en China

El 6 de enero, los mercados financieros de América  Latina y el mundo se vieron sacudidos por la caída de la Bolsa de Valores de China, que se desplomó 7%. Esta situación provocó que las autoridades del país asiático pararan las actividades bursátiles.

Esto es un signo de que la economía china sigue en un momento difícil, como en 2015. El FMI puntualizó que la meta del gobierno chino es “mantener tasas más bajas de crecimiento a medida que el país intenta reequilibrar su economía impulsada anteriormente por la exportación y la inversión hacia un modelo basado más en el consumo, incluidos los servicios”.

China buscó salir del complicado momento económico con una devaluación del yuan, lo que avivó los temores de una guerra de divisas.

La crisis de principios de 2016 tiene que ver con la economía china, lo que representa gran incertidumbre, indicó en un discurso el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray.

Una muestra de que este inicio de año no está siendo fácil para China es que su comercio con el exterior sigue enfriándose. Las exportaciones del país que más comercializa en el mundo bajaron 1.4% interanual, según datos de la Administración General de Aduanas.

Asimismo, las importaciones de diciembre bajaron 7.6%, retrocediendo por decimocuarto mes consecutivo, debido a que las fábricas se han abastecido de crudo, hierro y otras materias primas, mientras los precios de las materias primas siguen bajando.

Los crecimientos de 10% son cosa del pasado en China. Esto puede explicarse por su cambio de modelo económico: luego de ser una nación exportadora, ahora busca basar su crecimiento en el consumo interno.

Las perspectivas de crecimiento para el país asiático no son tan alentadoras. El FMI prevé que China tenga un crecimiento de 6.4% en 2016, por lo que crecería menos en comparación con el año pasado, ya que la proyección fue de 6.5%.

El BM tiene perspectivas más positivas para China. La organización prevé un crecimiento de 6.7% para este año, lo que refleja los esfuerzos de política para promover un crecimiento sostenible y equilibrado.




Israel Pantaleón-Editor de Breaking News en Forbes México. Comunicólogo que cuenta, a través de datos y cifras, lo que ocurre en la economía nacional y global.

No hay comentarios: