Cinco consejos para revolucionar
tu vida profesional en 2015
Expansión.com - sábado, 3 de enero de
2015
Si has incumplido tus buenos propósitos de
verano, ahora tienes una nueva posibilidad, más allá de apuntarte a un
gimnasio. El nuevo año es una oportunidad para cambiar de vida laboral
definitivamente.
Cuando regresaste al trabajo después del verano
también te lo planteaste, y probablemente ahora vuelvas a hacerlo con la
llegada del nuevo año: tus niveles de tolerancia a un trabajo o a una empresa
que no te llenan, a tu jefe, o a una carrera profesional insatisfactoria están
bajo mínimos... Y la perspectiva de 2015 quizá sea el punto de inflexión para
cambiar definitivamente de vida profesional.
Irte de tu trabajo, de quien te manda o de tu
compañía implica que evalúes el giro que estás a punto de dar. El cambio de
sector o de profesión es una oportunidad, debes crear tu propia estabilidad
laboral desarrollando un nuevo juego de habilidades transferibles y pensando a
largo plazo, adelantándote a los cambios del mercado laboral.
Si tu objetivo es el cambio, debes aportar un
nuevo valor y presentar nuevas credenciales profesionales, capacidades y
habilidades completamente distintas y adaptadas al nuevo mercado de trabajo.
Debes tener en cuenta que cada vez más
profesionales que persiguen un cambio buscan el trabajo de su vida en alguna
ocupación o carrera que nada tiene que ver con lo que habían hecho hasta ahora.
Lo primero que has de valorar si decides
lanzarte a esa gran transformación profesional es que la estabilidad en el
empleo ya no tiene que ver con mantener el mismo trabajo en la misma empresa;
ni en el mismo sector, o en la misma carrera. Tienes varias identidades
profesionales y no debes aferrarte a una única.
1. ¿Sabes qué recompensa te hace ser fiel a tu
empresa o trabajo? Contestar a esto –y estar bien seguro de ello– resulta
fundamental cuando decides cambiar de actividad, compañía o carrera. Es un buen
antídoto contra la frustración. Si la decisión de permanecer en un trabajo se
basa en razones puramente económicas, no es de extrañar que decidas aguantar lo
inaguantable, y que no te importe quedarte estancado.
Recuerda que el dinero no es suficiente
argumento para el cambio. Aunque el elemento económico sigue siendo uno de los
principales cuando se habla de motivación, su impacto es a corto plazo, y suele
interiorizarse o se olvida. El salario, más que una motivación, es un básico,
del mismo modo que lo es el lugar de trabajo o los recursos para desempeñar una
actividad.
Puesto que el dinero no es un elemento motivador
a largo plazo, como tampoco lo es la palmada en la espalda, te queda la carrera
profesional. Pero debes saber que las organizaciones ya no son capaces de
ofrecer las carreras que podrían satisfacer a los profesionales. Aunque muchas
empresas explotan esto desde el punto de vista de la comunicación, lo cierto es
que no pueden llevarlo a cabo. Al final, debes pensar en motivaciones
intrínsecas, del tipo «siento que estoy aprendiendo»; «formo parte de un grupo
exclusivo»; «soy útil en la organización»; o «me siento reconocido».
2. La forma de irte influirá en tu futuro
profesional. Si decides marcharte o cambiar, no olvides algo muy importante: lo
único que no abandona nunca un profesional es su marca personal. La forma de
despedirte te perseguirá en otros trabajos y determinará tu futuro laboral. Si
te vas mal, la consecuencia inmediata es el primer impacto que provoca en tu
marca y en las empresas a las que luego podrías incorporarte.
3. ¿Dominas las nuevas fórmulas para encontrar
trabajo o cambiar de carrera? Nunca debes empeñarte en aquello para lo que no
estás dotado. Y debes estar bien seguro de qué quieres realmente en el trabajo
que estás buscando; qué es para ti lo imprescindible y lo accesorio.
También resulta crítico que te plantees si
realmente sabes buscar trabajo; si sabes vender tus aptitudes y si has
utilizado los canales más adecuados para entrar al mercado laboral o cambiar de
actividad, empresa o sector.
Has de tener en cuenta algunos factores que ya
están influyendo en tus posibilidades de éxito. El primero es que un gran
porcentaje de las ofertas no se publican o ya están asignadas antes de que
comience un proceso de selección. Hay un mercado de trabajo oculto, y el
networking se revela como una forma efectiva de encontrar los trabajos que no
están publicitados.
Una vez que hayas definido tu hoja de ruta,
debes investigar para conocer la metodología de reclutamiento de las empresas,
y conocer la segmentación de los cazatalentos que hacen búsquedas en las que
puedas estar interesado.
Hazte visible a través de técnicas como el
networking efectivo; en conferencias del sector, participando en redes sociales
de forma proactiva, o elaborando un blog profesional.
Otro factor que debes tener en cuenta es que si
el mercado laboral pide nuevas habilidades y capacidades profesionales, las
ofertas de empleo no pueden seguir siendo como siempre. Los anuncios
clasificados de toda la vida no tienen ya mucho sentido. Aparecen nuevos
reclamos que responden a una nueva manera de reclutar y que demuestran una
capacidad para sintetizar y comprender los valores de la compañía y
transmitirlos a quien los pueda entender.
En tercer lugar, debes entender que el
currículo, aunque necesario, ya no es suficiente para llegar con éxito al
puesto que deseas. Cada vez pesan más la personalidad y los valores del
candidato. Para los empleadores resultan cada vez más irrelevantes tus éxitos
pasados y la forma tradicional en la que los vendes.
4. ¿Cuánto pesan las redes sociales en tu vida
laboral? La pregunta es si la presencia y actividad en las redes resulta tan
determinante como para abandonar o descuidar otras estrategias y herramientas
tradicionales. ¿Será nuestra imagen en Twitter, LinkedIn o Facebook la única
que recojan los reclutadores?
En todo caso, debes entender que se trata ante
todo de la calidad del trabajo que seas capaz de mostrar en los medios
sociales, la manera en la que los utilizas, y si puedes usarlos como correa de transmisión
de lo que haces realmente. Si predomina la visibilidad personal por encima de
tu realidad profesional y de la relevancia apoyada en hechos, cometerás un
grave error.
5. Ten en cuenta los nuevos modelos de trabajo.
La relación entre empleado y empleador ya no es de por vida. Aplica esto a tu
búsqueda y descubrirás que implica la llegada de nuevos modelos de compromiso,
de carrera y de fórmulas de trabajo: debes valorar la posibilidad de trabajar
por proyectos, o tener en cuenta las posibilidades de empleo independiente que
transforma de manara notable la manera en la que se entiende tu carrera o tu
profesión.
Buscar empleo se ha convertido en una profesión
muy complicada para la que hay que ser un verdadero especialista. En un entorno
en el que no funcionan las soluciones tradicionales, fabricar el propio puesto
parece una opción razonable para los que optan por algo distinto.
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