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viernes, 31 de agosto de 2007

César Hildebrandt



Eso es lo que le gusta a la gente
por César Hildebrandt

Eso de los consejos psiquiátricos por la radio es algo parecido al hospital de la solidaridad que se monta sobre un vagón viejo, médicos nuevos, genéricos al paso y tratamientos mayoristas.El pionero en este campo ha sido el reconocido sicoanalista Fernando Maestre. Este caballero, que receta en megahertzios y tras un minuto de consulta, inventó el fast track freudiano y logró que la gente, que antes se avergonzaba de hacer el amor con las luces encendidas, hablara con total sencillez del sexo oral que el marido ya no valora, del herpes genital contagiado por un primo exhaustivo o del relumbrón de las multiorgásmicas de a ocho.En fin, que don Fernando Maestre convirtió las 4 de la tarde de RPP en diván de multitudes. Uno puede decir que, muchas veces, sus consejos fueron de vértigo, que debe ser remoto responsable de algunos homicidios de pareja y que su sentido de la tolerancia linda a veces con los parámetros papúas, pero lo cierto es que Maestre abrió trocha y creó el mercado de la información sexual y la consulta hecha fast food sin honorarios.Después le han seguido un montón de publicaciones y hemos venido a descubrir a esa señora gordísima que estoy seguro de que no es española porque se apellida Rampolla. Cuando la señorita Rampolla da un consejo no puede evitar parecerse a la mamá de una joven vedette de Puerto Rico, a la madame de una casa con farol y a la ex pupila de algún Pantaleón de Centroamérica. Lo que quiero decir es que a la señorita Rampolla la asiste la vulgaridad, la viste su suegra y la debe desvestir un elefante resignado. Como ustedes saben, la señorita Rampolla da consejos banales en La República y se sigue desgañitando en un canal de cable mientras hace gestos indescifrables con una vagina de plástico en la mano.Nadie, sin embargo, como el doctor Maestre, que sería impecable si no dijera “dijistes” y “oístes”, que es cuando Freud da un paso al costado y entra el Melcochita que muchos hombres cultos llevan dentro. Digamos que en un país como el nuestro, que habla muy mal el castellano –y no me refiero al bilingüismo atravesado de quechua–, decir “oístes” no es muy grave si te lo dice el médico de turno del Carrión. Pero que te lo diga un señor que te va a echar en su diván puede ser peligroso. Si a mí mi psicoanalista me dijera “qué mal lo que escribistes”, cojo mis cosas y me voy a plantear una queja al Indecopi. Y siempre me he preguntado de qué Edipo no absuelto le viene al doctor Maestre, tan carismático él, eso de “tuvistes” y “fuistes”. ¿A quien le sobran las eses, qué le está faltando? Le dejo la pregunta a intelectuales como Neira. Pero, en fin, de esto no es lo que quería escribir. Quería escribir de este turbomanicomio que es hoy un poco la radio, donde RPP tendrá, a partir del 3 de septiembre, al doctor Maestre hablando de los genitales y sus daños colaterales; a su hija, Lupe Maestre, hurgando en el concolón de los sufrimientos en su programa “Confidencias”; y a la también psicoanalista Carmen González con sus consejos a veces compulsivos a las 9 de la noche.O sea que sólo falta el ministro de Salud hablando del cáncer (aunque ya tienen al doctor Huerta en la hora y media de salud corporal que transmiten por la mañana), a Poggi con sus especiales sobre técnicas del interrogatorio conductual y a un Bayly radial dando consejos sobre cómo hacer del closet el dormitorio principal de la casa.Lo que no es chiste es que RPP, de lejos la emisora más importante del país, haya decidido dedicarle tantas horas de su programación a la medicina de gorra y al descerraje psíquico con comba. Eso puede pasar –me atrevo a un diagnóstico por supuesto que falible– porque la salud es la más alta prioridad de los oyentes o porque la política está de mírame y no me toques con este gobierno que se pudre en plata y no ata ni desata (pero eso no hay que decirlo porque a la banca le va excepcionalmente bien, Bush está feliz, Kuczynski le toca la flauta a las ratas y Chile nos sigue comprando por pedazos). –Así que díganos, señora, ¿por qué cree que su marido ya no la quiere? –preguntó el psicoanalista.–Porque se fue de la casa hace treinta años –respondió la oyente.–¡Eso es lo que le gusta a la gente! –dijo Pocho más gordo que nunca.

2 comentarios:

Fernan dijo...

Que buen articulo wilber de verdad que esta gente se aprovecha de la ignorancia de un pueblo pobre como el peru que como dice el refran al pueblo dale, pan, agua y circo
Te invito a que leas mi blog fernandomester.blogspot.com
Saludos

Fernan dijo...

Me falto decir que los mismo es con la psiquiatra martha rondon esta acomplejada solterona que es presidenta de psiquiatria es una arrogante y delincuente como maestre que interna gente en contra de su voluntad. Varias veces RPP la ha llamado y ella les ha colgado el telefono. Es una persona intratable maniaca nadie la puede contradecir es una sabia segun ella, a las personas no se les puede curar si no es con pastillas y si le dices que no se enfurece y re dice eres esquizofrenico en mi trabajo lastimosamente contrataron a esta tipeja para ¨mejorar¨el rendimiento y todo lo que hizo fue empeorar a los empleados y que renuncien varios. Rata asquerosa