¿Es bueno que América Latina sea menos
desigual?
BBC Mundo - viernes, 9 de enero de 2015
El mundo entero se queja del aumento de la
desigualdad. Pero en América Latina, ésta va en retroceso.
Es casi la única región en el planeta donde en
los últimos años disminuyó la brecha entre ricos y pobres. En más de una docena
de países latinoamericanos, cuyos gobiernos abarcan buena parte del espectro
ideológico, la desigualdad disminuyó a lo largo de la década pasada.
Pero lo que a primera vista parece como un
logro digno de resaltarse, podría en realidad mostrar algunos indicios
preocupantes sobre el estado de la economía, advierten algunos expertos.
El problema es que no hay claridad sobre qué
produjo la reducción en la desigualdad. Hay quienes advierten que junto con una
mejora en la situación de los pobres puede haber un debilitamiento relativo de
otros sectores de la clase media. En cierto modo, una nivelación por lo bajo
que produce más igualdad pero no necesariamente mejores prospectos económicos
para la sociedad.
Cómo puede constatarse a primera vista en
cualquier ciudad o pueblo de la región, América Latina sigue siendo
abrumadoramente desigual. Lo que ha cambiado es la tendencia. La brecha de
ingreso entre los más ricos y más pobres disminuyó entre 2000 y 2011 en 16 de
17 países de la región examinados por un estudio del Banco Mundial, preparado
por los economistas Nora Lustig, Luis F. López-Calva y Eduardo Ortiz-Juárez.
Los países que mostraron estos logros incluyen
a naciones que ensayaron recetas ortodoxas (o neoliberales, dirían sus
críticos) como Perú, y países con programas de fuerte intervención
gubernamental (o populistas, como dirían sus detractores) como Brasil o
Venezuela.
Los que se destacan
Uno de los autores del estudio, el investigador
mexicano Eduardo Ortiz-Juárez, asociado al Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) le dice a BBC Mundo que en sus investigaciones "se
destacan Nicaragua, Bolivia, Ecuador y El Salvador como países que han tenido
particulares avances contra la desigualdad", mientras que Honduras y Costa
Rica aparecen como naciones que no han experimentado tantos cambios en ese
campo.
Sin embargo, no hay consenso sobre cómo
explicar la tendencia hacia ingresos más igualitarios entre distintos estratos
sociales en tantos países latinoamericanos.
De una parte están los ambiciosos programas de
ayuda estatal directa a los más pobres que han aparecido a lo largo de la
región en los últimos años, como el Bolsa Familia brasileño, a los que se les
atribuye un aumento notorio de las condiciones de vida para millones de
personas de los estratos más humildes.
Pero los estudios de Ortiz-Juárez encuentran
que, en la reducción de la desigualdad, el papel de los programas de asistencia
social directa impulsados por el gobierno no es el único factor.
También juega un papel clave que el mercado
laboral se está transformando y las brechas entre los salarios más altos y los
más bajos se están reduciendo.
Teorías sin confirmar
Augusto de la Torre, el economista jefe para
América Latina del Banco Mundial, le dice a BBC Mundo que también hay varias
teorías para explicar por qué ahora hay menos diferencia en los salarios de los
latinoamericanos
La versión más benigna asegura que lo que pasó
en estos años fue que, a medida que más personas tuvieron acceso a la
educación, sus ingresos también aumentaron y así se hizo menos dramática la
brecha entre los que más ganan y los que menos reciben.
Pero, asegura el directivo del Banco Mundial,
también hay indicios que sugieren que lo que pasó es que se redujo el monto
adicional que ganan los graduados de la universidad comparado con los que no
adelantaron estudios superiores. Y eso, advierte De La Torre, puede tener que
ver con una menor calidad de la educación universitaria.
A medida que muchos latinoamericanos recibieron
una educación universitaria mediocre, ya no recibieron los grandes sueldos que
antes se le otorgaban a los graduados, y por eso, sugiere la teoría, hay menos
desigualdad en los ingresos.
La tercera teoría citada por De La Torre es
todavía más controversial. Asegura que lo que ocurre es que América Latina se
ha venido especializando en producir materias primas, actividad que no requiere
de una fuerza laboral tan entrenada, por lo que los títulos universitarios han
ido perdido comparativamente valor, y eso explica que los salarios de los
universitarios ya no se alejen tanto de los de la mano de obra no calificada.
Si esto se comprueba, "la caída en la
desigualdad sería una mala noticia en el largo plazo", indicó De La Torre
en una reciente entrevista al New York Times. "Estaríamos
especializándonos en sectores que requieren menos conocimiento". Pero la
academia sigue sin llegar a una conclusión definitiva. "Todavía no tenemos
evidencia contundente sobre qué factores estuvieron detrás de la caída de la
desigualdad en la mayoría de los países de América Latina", reitera De La
Torre a BBC Mundo.
La educación de alta calidad
¿Qué lecciones salen de estos estudios para los
programas de asistencia gubernamental directa adaptados con tanto entusiasmo a
través de América Latina?
De La Torre insiste en que si bien no fueron la
razón principal para la reducción de la desigualdad en la región, si ayudaron a
combatir la pobreza, un problema distinto, pero por supuesto también muy
importante.
En un país puede haber una situación donde
disminuye la pobreza porque mejoró el ingreso de los pobres, pero al mismo
tiempo se incrementa la desigualdad si el ingreso de los ricos aumentó todavía
más.
En cualquier caso, los datos de los estudios
mencionados apuntan a decisiones difíciles en el futuro para los dirigentes de
nuestros países. Para evitar quedarse estancados en la producción de materias
primas y asegurar que la economía crezca, hay que incorporar más industrias de
alta tecnología. Pero en estas actividades habrá gente que gane más que en los
sectores tradicionales, por lo tanto aumentando nuevamente la desigualdad.
"Hay una posible tensión en la región. El
camino de mayor crecimiento puede entrar en tensión, al menos en un periodo de
transición, con el de la equidad social", advierte De La Torre a BBC
Mundo.
"El único camino que puede solucionar los
dos problemas, el de crecimiento y de equidad es una mejora muy fuerte en la
calidad de la educación y el acceso a la educación", puntualiza.
¿Lecciones al mundo?
Si bien América Latina es casi única en el
mundo en haber experimentado una reducción de la desigualdad en años recientes,
los expertos advierten contra el triunfalismo. "Más que dar lecciones,
tenemos que aprender", le dice a BBC Mundo el investigador Eduardo
Ortiz-Juárez, quien menciona en particular la necesidad de incorporar lo que
están haciendo otras naciones para lograr que los sistemas de impuestos sean
más justos.
Posición que comparte Augusto de La Torre.
"Los niveles de desigualdad en América
Latina siguen siendo muy altos y las sociedades latinoamericanas no son muy
tolerantes de altas desigualdades", advierte.
"Para la percepción de las sociedades, el
hecho de tener impuestos más o menos equitativos, se está volviendo un tema de
mayor relevancia en la región y el mundo".
Y en cualquier caso, hace falta entender
realmente por qué cayó la desigualdad en América Latina antes de dar lecciones
sobre ello.
Por lo que los expertos dan un parte de
optimismo moderado.
"Si se pone todo sobre la balanza, es
difícil no concluir que la reducción de la desigualdad fue en términos netos
una buena noticia para la región, incluso si pudo haber tenido algunos lados
oscuros", como el del aparente énfasis en mano de obra no calificada,
asegura el jefe del Banco Mundial para América Latina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario