Golpe

¿Golpe mortal de Facebook a Skype?

Forbes -‎abril‎ de ‎2015

El fantasma del genio timador, que hasta hace unos años había perseguido a Zuckerberg, sale del armario y vuelve a merodear al CEO de Facebook.

En la película Red social (2010), el director David Fincher dibuja a Mark Zuckerberg como un chico resentido con las mujeres, debido al poco atractivo que les representaba, y, en buena medida, como un genio timador que siembra la duda si robó la idea de red social a sus ex colegas, los gemelos Winklevoss.

Ese fantasma, que hasta hace unos años había perseguido a Zuckerberg, sale del armario y vuelve a merodear al CEO de Facebook.

Miel sobre hojuelas

Hace unos años, en 2011, la red social y Microsoft lucían como una romántica pareja que trabajaba en proyectos comunes. Por aquellos años anunciaban su trabajo conjunto en las videollamadas de Facebook. De hecho, el propio Zuckerberg aseguraba que el trabajo en conjunto con Steve Ballmer, entonces CEO de Microsoft, estaba totalmente alineado. Sin embargo, mucho ha cambiado.

Hace unos días, Facebook anunció su servicio de videollamadas con tecnología propia y sacando de la jugado a Skype, la gran apuesta de Microsoft en comunicación.

“Skype es el fenomenal servicio que aman millones de personas alrededor del mundo”, aseguró Steve Ballmer en 2011, tras anunciar la compra de Skype por 8,500 millones de dólares. Y agregaba que “juntos crearemos el futuro de las comunicaciones en tiempo real para que la gente pueda estar fácilmente conectada con familia, amigos, clientes y compañeros de trabajo en cualquier lugar del mundo”. Hoy suena que alguien les “pidió prestada” la idea.

Al borde de la ruptura

La colaboración entre los dos gigantes solía ser muy cordial. En 2013, Facebook anunció que el buscador de la red social sería Bing (de Microsoft) y no Google, ya que, explicaba el propio Zuckerberg, “me encantaría trabajar con Google, pero Bing ofrece más privacidad”.

Pero la relación comenzó a tener grietas hace algunos meses. Facebook comenzó a sustituir el uso de Skype por tecnología propia desarrollada internamente, confirmó al medio estadounidense Business Insider. Lo anterior, sin hablar de que el nombre Messenger, como llama a su servicio de mensajería, era vinculado hasta hace muy poco con uno de los productos estrella de Microsoft, Messenger, retirado del mercado el 7 de noviembre de 2012.

A partir del año pasado, Facebook comenzó a pedir a sus usuarios la instalación de Messenger. Resultaba complicado negarse ante lo intrusivo que resultaba la campaña y el pedido. Hoy sabemos el porqué. El nuevo servicio de videollamadas fue de rápida implementación para los casi 600 millones de usuarios que hoy utilizan Messenger Facebook.

Esto luce más como una declaración de guerra de Facebook a Microsoft que un movimiento estratégico en conjunto. El golpe luce inesperado y parece dejar mal parado a Skype. Incluso, hace sólo unos días, el community manager de Skype, Claudius Henrichs, anunció que “Facebook está haciendo una serie de cambios en la forma en que se conectan sus productos con socios como Skype”. Queda claro que fueron sorprendidos.

La integración y colaboración de Skype con Facebook ofrecía al usuario del primero conectarse con su cuenta del segundo. Medida estratégica para la empresa de Mark Zuckerberg, quien ha buscado asegurarse que los usuarios siempre permanezcan conectados a Facebook, tal como hoy ocurre en una buena cantidad de servicios digitales.

Es difícil pensar que una empresa traiciona a otra, existiendo intereses económicos, ritmo de negocio conjunto; sin embargo, también es verdad que el brillante Mark Zuckerberg que dibuja Fincher es de pocos escrúpulos cuando se trata de alcanzar un objetivo. ¿Será el principio del fin para Skype? Sólo Microsoft sabe la respuesta.

Memoria RAM: La credibilidad de Dick Costolo, CEO de Twitter, está en la cuerda floja. No previó, una vez más, la desaceleración de las ventas de la compañía durante el primer trimestre, que llevó a no alcanzar las estimaciones de ganancias fijadas. Como resultado, la acción de la compañía va en caída libre. El vuelo del ave azul luce incierto.