¿Por qué China tiene sus ojos
puestos en la Antártica?
BBC Mundo - mayo de 2015
Es la madre de las reservas de recursos
naturales y, aun así, se mantiene prácticamente virgen. La Antártica es el
continente menos explorado y probablemente hoy, el más apetecido por las
superpotencias.
Pero mientras Estados Unidos y
Europa anuncian recortes en sus equipos científicos del continente frío tras la
crisis económica, China una vez más nada a contracorriente invirtiendo una
inédita suma en desarrollar nuevas bases, medios de transporte y acuerdos
logísticos para aumentar su presencia en él.
Y muy en su estilo, lo está haciendo
a pasos agigantados.
"El gasto anual de Pekín en
expediciones polares [árticas y antárticas] se ha triplicado en los últimos 10
años y está realizando una gran inversión en infraestructura relacionada",
asegura Anne-Marie Brady, autora de "La estrategia polar de China y
gobierno global" e investigadora del Wilson Center.
En busca del tiempo perdido
El gigante asiático fue uno de
los últimos en interesarse en el continente frío. Mientras países como Chile,
Argentina, EE.UU. y Reino Unido establecieron bases en los años 1940-1950s, no
fue hasta 1985 que China puso su bandera en un puesto antártico.
Y hoy quiere recuperar el tiempo
perdido.
Xi Jinping junto al primer
ministro australiano, Tony Abbott, un socio estratégico para sus intenciones
antárticas.
En 2014 inauguraron su cuarta
base y anunciaron el lugar donde construirán la quinta. Un avance récord,
considerando que EE.UU. cuenta con seis propias, desde 1956.
"China busca convertirse en
la mayor potencia en Asia, ser el líder en tecnología e investigación de la
región. La velocidad con la que está abriendo las bases tiene que ver más con
pasar a Japón que con alcanzar a EE.UU.", le dice a BBC Mundo Ramón
Pacheco Pardo, profesor de Relaciones Internacionales de King’s College London
y codirector del London Asia Pacific Centre for Social Sciences (SOAS).
Con una quinta estación en el
continente blanco, China superará a Japón, su vecina potencia con la que
mantiene una tensa relación regional.
Los japoneses cuentan actualmente
con cuatro bases y, ante el anuncio chino, dieron a conocer su intención de
explorar la construcción de una quinta.
Pero posicionarse como líder
regional no es la única razón de su estrategia.
El Tratado Antártico original fue
firmado en 1959 por Argentina, Australia, Bélgica, Chile, EE.UU., Francia,
Japón, Noruega, Nueva Zelanda, Reino Unido, Sudáfrica y la entonces Unión
Soviética, pero dejaba abierta la puerta a cualquier miembro de Naciones Unidas
o invitado de los denominados "miembros consultivos".
Para 2015 el número de
signatarios creció a 52, pero sólo 29 son miembros consultivos.
Y el protocolo ambiental por el
que se rige el Tratado Antártico –y que prohíbe la explotación de recursos
naturales en el continente- entró en vigencia en 1998 y será revisado en 2048.
"El tema político es muy
importante para China. No quiere decir que desee convertirse en la mayor
potencia en el antártico, pero sí le interesa no verse superado y tener algo
que decir en la renegociación de los acuerdos que comenzará en unos 10-20
años", asegura Pacheco Pardo.
En noviembre pasado China firmó
con Australia un acuerdo de cooperación antártica.
"China tiene la intención de
permanecer en el marco internacional de los tratados, pero está trabajando para
mejorar su posición tanto como sea posible en las futuras negociaciones",
coincide David Yang, analista a cargo de China para la consultora IHS.
El factor Australia
El golpe de timón con el que
China selló su interés en la Antártica fue el acuerdo firmado por el propio Xi
Jinping en noviembre pasado con Australia, que le permitirá a China utilizar
por cinco años la base de Hobart, en Tasmania, usada también por potencias
europeas y Estados Unidos.
"Australia es el país que
está más cercano al antártico y que tiene el mayor puerto de abastecimiento y
aclimatación antes de cruzar, en Tasmania", comenta Pacheco Pardo.
2.000 millas más al sur se
encuentra el continente blanco.
El acuerdo con Australia allana
el camino para un acceso más fácil, directo y rápido. Allí podrán abastecer de
combustible, mantener y potencialmente reparar sus naves además de aclimatar a
sus equipos antes del último tramo para llegar a la Antártica.
Mientras tanto, el gobierno de Xi
Jinping está construyendo un sofisticado rompehielos de US$300 millones que se
espera esté listo en los próximos años. También compraron una sofisticada
aeronave para captar sonidos del hielo con alto valor científico.
Discurso científico, intereses
económicos
Si hay algo en lo que coinciden
todas las superpotencias es que los recursos de la Antártica serán decisivos en
la determinación del panorama geopolítico del futuro.
"El interés de China en la
Antártica es a muy largo plazo, en los próximos decenios, porque los avances
tecnológicos pueden hacer que la extracción de recursos allí sea mucho más
práctica a largo plazo", le explica Yang a BBC Mundo.
El Xue Long (Dragón de nieve) es
el rompehielos chino que realiza las expediciones antárticas. Actualmente se está
construyendo un segundo, con una inversión de US$300 millones.
Y el desarrollo científico en la
región puede ser crucial a la hora de definir futuras hegemonías. En la
Antártica, el conocimiento es poder. E influencia.
China ha enviado a sus mejores expertos
a la zona, quienes apuntan a convertirse en los primeros en excavar y recuperar
el núcleo de hielo que demuestra el cambio climático más antiguo registrado.
"Hasta ahora, nuestra
investigación está basada en las ciencias naturales, pero sabemos que hay cada
vez más preocupación sobre la seguridad de los recursos", aseguró Yang
Huigen, director general del Instituto de Investigación Polar de China.
Al igual que las otras potencias,
China sabe que a mayor exploración, más probabilidades de encontrar recursos
minerales y energéticos.
"China está buscando en todo
el mundo fuentes de alimentación y de energía y el antártico es una posible
fuente de ambas. Es bastante claro que hay un interés económico", comenta
Pacheco Pardo.
En términos de alimentación la
extracción de krill es clave. Una empresa china ya anunció su expansión en
pesca del pequeño crustáceo hasta los límites antárticos.
Y en términos estratégicos, el
lugar escogido para instalar su quinta estación es el área de Isla
Inexpressible, debajo de Nueva Zelanda, una apuesta a su riqueza de recursos.
Según Brady, "el interés de
China en encontrar recursos minerales ha sido expuesto de manera clara y
precisa ante la audiencia doméstica" como la principal razón para invertir
en la Antártica.
Pero China tiene otra versión.
"No entendemos cómo el continente más frío, seco y elevado de la Tierra
puede satisfacer realísticamente las necesidades de 1.300 millones de personas
en el futuro cercano", aseguró la agencia estatal Xinhua, en respuesta a
una publicación sobre el tema del New York Times.
No hay comentarios:
Publicar un comentario