El dilema de las empresas con los empleados
inquietos de la Generación del Milenio
The Wall Street Journal. - domingo, 31 de
mayo de 2025
Muchos gerentes se quejan de que
los veinteañeros no se quedan en un trabajo por mucho tiempo. Para los
empleadores, sin embargo, ¿eso es un problema o una oportunidad?
La Generación del Milenio, o
Millennials —que tienen aproximadamente entre 18 y 34 años— conforman el mayor
porcentaje de la fuerza laboral estadounidense, alrededor de 34%, superando a
los de la Generación X (nacidos entre 1969 y 1985) y los de la generación de
posguerra o “baby boomers” (nacidos después de la Segunda Guerra Mundial hasta
mediados de los años 60), que constituyen alrededor de 32% y 31%,
respectivamente, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. (BLS, por
sus siglas en inglés).
El creciente número de
trabajadores jóvenes genera preocupación en algunas empresas sobre cómo
preservar su lealtad. Otras compañías están aceptando el cambio constante en el
mercado laboral y dicen que están concentradas en sacarles el máximo provecho a
las contrataciones jóvenes el tiempo que duren en la firma.
El año pasado, la media de la
duración en un puesto para trabajadores de entre 20 y 24 años fue menor a 16
meses. Para personas de 25 a 34 años, fue de tres años, según BLS, aún muy por
debajo de la permanencia media de 5,5 años de trabajadores mayores de 25 años.
Después de trabajar como
ingeniero en Facebook Inc. en Menlo Park, California, durante poco más de un
año, Colby Rabideau abandonó la red social el año pasado para estar más cerca
de su novia y su familia en Boston.
El joven de 24 años dice que
nunca tuvo la intención de quedarse en la costa oeste de forma permanente.
Rabideau ahora es ingeniero de software en Hubspot Inc., donde planea quedarse
“al menos unos cuantos años más”, si bien aclara que no anticipa quedarse “en
una empresa durante 30 años”. Incluso podría fundar una compañía más adelante,
agrega.
“Hay un nivel muy pronunciado de
inquietud” acerca de los trabajadores jóvenes y su lealtad hacia los
empleadores, reconoce Caroline Ghosn, fundadora y presidenta ejecutiva de Levo
League, una red en línea de desarrollo profesional dirigida a mujeres jóvenes.
Levo ha proporcionado consultoría a firmas como la empresa de analítica de
marketing Quantcast Corp. sobre cómo comprometer y retener a los jóvenes.
Ghosn, de 28 años, ha asesorado a
empresas que tratan de fortalecer las oportunidades de desarrollo de contactos
para empleados jóvenes a través de, por ejemplo, la organización de
convivencias de orientación que facilitan las relaciones entre colegas jóvenes
y trabajadores con más experiencia. Según Ghosn, la falta de lazos estrechos en
el trabajo, mediante redes o un grupo social, con frecuencia lleva a los
trabajadores jóvenes a marcharse.
Empresas como International
Business Machines Corp., Coca-Cola Co. y Visa Inc. han relajado recientemente
el código de vestimenta de la oficina y convocado consejos de empleados jóvenes
para que expresen su opinión en toda clase de materias, desde campañas de
marketing hasta políticas de la empresa.
La empresa de auditoría Ernst
& Young Global Ltd. y el grupo holandés de electrónica de consumo y salud
Philips NV han iniciado programas para enviar empleados a trabajar en el
extranjero durante unos meses, para brindarles exposición global y la
oportunidad de desarrollar sus aptitudes de liderazgo.
RetailMeNot Inc., un sitio en
línea de cupones de descuento, indicó que está invitando a empleados jóvenes a
participar en las decisiones de personal. “A la gente de la Generación del
Milenio sólo le interesa quedarse si también atraemos a otros elementos de
primer nivel”, apunta Annette Alexander, vicepresidenta de recursos humanos de
la firma. Para conseguir que los trabajadores jóvenes se sientan escuchados,
los ejecutivos deben “involucrarlos en las decisiones clave de contratación”,
anota.
Algunos gerentes creen que las
empresas deberían dejar de esforzarse tanto. Mencionan a menudo The Alliance
(algo así como La alianza), un libro que tiene como coautor a Reid Hoffman,
cofundador de LinkedIn, y propone un modelo distinto para la relación del
empleador con el empleado sobre la base de expectativas mutuas y la posibilidad
de que el trabajador busque nuevos horizontes.
“Al hablar abiertamente sobre el
hecho de que el empleado podría irse, uno de hecho aumenta la probabilidad” de
que él o ella se queden, precisa Ben Casnocha, coautor del libro y ex director
de personal de Hoffman. Los empleadores deberían comunicar que “si tiene más
sentido para uno irse (que quedarse), no hay problema”, enfatiza.
Toby Murdock, presidente
ejecutivo de Kapost, una firma de software de marketing en Colorado, dice que
ha adoptado esa mentalidad. “Es un mercado muy cambiante para la gente joven”,
asevera Murdock, de 41 años. “Seamos honestos sobre eso en lugar de intentar
negarlo”.
El ejecutivo quiere que los
trabajadores jóvenes consideren a su empresa como un lugar para avanzar en su
carrera, no un lugar de estancamiento. Esa actitud le ha dado a Kapost la
reputación de ser un punto de partida, afirma Murdock, y la ayuda a atraer un
flujo de candidatos jóvenes ambiciosos.
La firma de investigación para
inversionistas Cognolink también promociona su capacidad de impulsar la carrera
de los jóvenes. “Mi objetivo es capacitarlos tan bien que la gente venga y se
los quiera llevar”, acota Brian Lewis, director operativo de la firma con
oficinas en Londres, Nueva York, Shanghái, Hong Kong y Mumbai. “Anticipo eso, y
me enorgullece”, dice. Si un empleado duda en seguir una oportunidad atractiva
en otro lugar, “los despediré para que se vean obligados a tomarla”, expresa
Lewis.
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