¿Cómo se gestiona la marca personal en
Internet?
La Vanguardia - miércoles, 27 de mayo de
2015
Hoy en día se habla mucho de la marca personal.
De la huella que los ciudadanos dejan en los canales de mensajería instantánea,
redes sociales y plataformas de internet. Pero la marca personal ha existido
siempre, mucho antes de la irrupción de la era digital. "Una marca
personal es el impacto que una persona deja en su entorno. Así que cualquier
amigo, abuela, maestro o ídolo que nos haya dejado una huella, nos ha dejado su
marca personal del mismo modo que nosotros la dejamos en todos aquellos con los
que nos relacionamos", afirma Andrés Pérez Ortega, experto en estrategia
de marca personal, autor de varios libros de referencia sobre esta materia y
profesor en varias escuelas de negocios.
Lo que ha cambiado ahora, con estas nuevas
tecnologías que permiten comunicar al instante, es la gestión de esa huella
personal. Y aquí es donde cobra importancia lo que los expertos en la materia
denominan "branding personal". Es la herramienta imprescindible "para
gestionar adecuadamente lo que transmitimos", añade Pérez Ortega.
Queda claro que el propósito de una marca,
tanto si es personal como profesional, "es aumentar el valor y el
propósito de ser elegido". Las redes sociales y canales de internet son un
altavoz perfecto. Pero nunca hay que olvidar, insiste Pérez Ortega, que esas
plataformas digitales sólo son útiles para que el mensaje llegue a más gente. Y
ahí está, contradictoriamente, uno de los peligros para aquellos que intentan
construir una marca personal sin ningún asesoramiento. "Ocurre como en las
películas –continúa este experto en estrategia de marca personal– pues todo lo
que escribas y cuelgues en esas redes podrá ser utilizado un día en tu contra,
incluso el comentario más inocente". Cuando eso ocurre –muchos se han
arrepentido de colgar aquella foto de borrachera en la boda de un amigo– todo
lo positivo exhibido en esas redes para ganarse el respeto del resto de
usuarios o entrar en la lista de candidatos para un trabajo, "puede quedar
relegado a un segundo plano", alerta.
En la actualidad las empresas que se ofertan
para gestionar el "branding personal" no paran de aumentar en
internet. "En un momento en el que hay múltiples opciones y exceso de
oferta de productos, servicios y también de profesionales, si consigues ocupar
un lugar destacado en la mente de aquellos que quieres que te tengan en cuenta,
vas a multiplicar las posibilidades de que te escojan y por lo tanto también
podrás ser más exigente con tus condiciones", afirma Pérez Ortega. Pero a
continuación advierte: "El riesgo es que una vez que empiezas a gestionar
conscientemente tu estrategia de marca personal vas a verte más expuesto. Y
esa es quizás la principal razón por la que la mayoría de los profesionales
prefieren mantener un perfil bajo en los canales digitales".
En el mundo laboral lo que se escribe y exhibe
en internet (la huella digital particular de cada usuario) cada vez tiene más
importancia. Y especialmente cuando se busca un empleo. De hecho, estudiosos de
la materia como Jorge Zuazola licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales
por La Comercial de Deusto en Bilbao y Master en Business Administration por el
City Business College de Londres, afirman que el tradicional currículo en papel
"forma ya parte de la historia, es un producto obsoleto". "Hoy
–añade– LinkedIn es tu pasaporte 2.0 y ventana 3.0". Zuazola asegura que
LinkedIn "es ya como un gran gráfico económico donde se recluta, compra y
vende. En la City de Londres, por ejemplo, se lanzan campañas dentro de ese
portal en las que se recomienda a los candidatos a dejar que el perfil de
LinkedIn hable por ellos mismos. O lo que es lo mismo no vale decir soy un
experto en temas digitales y luego que tu perfil de LinkedIn no lo demuestre.
Porque es lo primero que va a hacer la empresa: mirar si tu perfil LinkedIn
demuestra que eres experto", afirma Jorge Zuazola.
Tesis que comparte Andrés Pérez Ortega.
"El currículo puede ser una herramienta perfecta para los dinosaurios
corporativos porque les permite juzgar la trayectoria de una persona con sólo
un vistazo a dos páginas impresas", indica. "Pero en mi opinión
–conti-núa– la mejor forma de comunicar nuestras cualidades profesionales es
creando una plataforma propia en la red. Lo mejor, si el objetivo en encontrar
un empleo, es un blog o un sitio en internet gestionado por nosotros y no una
red social que puedan controlar otros". Pérez Ortega, al igual que
Zuazola, lo tiene muy claro: "Siempre digo que el currículo no tiene que
tener ni dos ni una página, sino que debería tener una única línea, la de nuestro
sitio en internet".
Nunca hay que olvidar, sin embargo, que en
paralelo a ese portal que cada día gana más notoriedad en la búsqueda de
talentos para trabajos concretos, circula toda la información añadida a la
redes sociales más convencionales y conocidas.
¿Pero cómo se inicia todo el proceso? "Lo
mejor es empezar con un autoanálisis en el que se trata de descubrir qué
quieres, quién eres y que puedes aportar", aconseja Pérez Ortega. "A
partir de ahí se diseña un plan para mejorar lo que nos hace útiles, diferentes
y fiables.
Y por último se comunica mediante canales
offline (como el Networking o Hablar en Público) y on line (blog, Twitter,
redes sociales, webinarios,...). Y otro consejo clave: "Lo importante es
tener algo valioso que aportar y comunicar de forma constante, consistente y
coherente. La disciplina y la rutina durante meses o años es la clave del
éxito". Pero ese compromiso a una dedicación sin fecha de caducidad es lo
que desanimaría, según Pérez Ortega, "a muchas personas a comprometerse
con el desarrollo de su propia marca personal". Diseñar una buena
estrategia es ya un punto para optar al éxito. Pero la euforia al comprobar que
uno empieza a ser visto y leído no debe deslumbrarnos. La mentira "se paga
muy cara".
Funciones positivas de la red
Referente. Una marca personal te convierte en
un referente en tu entorno, aunque este sea muy reducido. Más que construir,
esa marca hay que crearla poco a poco. Tal y como afirma Andrés Pérez Ortega,
"una marca personal se descubre, se desarrolla y finalmente se comunica.
Valorado. Si se gestiona bien vas a ser
valorado y deseado por los que necesitan lo que les ofreces. Siempre si hay
sintonía con el resto de usuarios.
Coherencia. Los expertos aconsejan mostrar unos
valores y comportamiento coherentes. Es la única forma de dejar una huella
positiva. No es aconsejable variar continuamente de opinión.
Compartir. Algunos pueden interpretar que la
creación de una marca personal es un acto egoísta o individualista. Los
expertos lo niegan, para ellos esta es la mejor herramienta para compartir.
Interacción. Si las cosas se hacen bien, la
interacción con otros usuarios puede llegar a ser muy positiva. Puede
aprenderse también de los demás.
Una gran puerta. El "branding
personal", la gestión acertada de esa marca es la herramienta perfecta
para dar notoriedad y visibilidad a un solo individuo. Esto hace unos años sólo
estaba al alcance de las empresas o personas con muchos recursos.
Controlar vida y carrera. La marca personal
ayuda a tener un papel más activo en la sociedad. Permite tener el control de
tu identidad y no depender tanto de la suerte, las circunstancias o de lo que
digan otros.
Funciones negativas de la red
Vendedores de humo. Los que engañan suelen ser
descubiertos muy rápido por el resto de usuarios. Esta sería la peor vía, por
lo tanto, para vender humo. Esto ocurre principalmente con marcas que se crean
con el único objetivo de ofertar un producto concreto.
Gustar a todos. No tiene que ser el objetivo.
"Si se trata de ser todo para todos, no serás para nadie", dicen los
expertos. Así que no hay que obsesionarse con quedar bien con todo el mundo. La
discrepancia puede ser un valor reconocido.
Buscar la fama. Es un error. Cuando uno crea
una marca personal no tiene por qué buscar la fama ni parecerse a otras
personas más populares. Simplemente conseguir ser la persona en la que otros se
miran. Y eso se consigue con una identidad propia y diferente a la del resto.
Carrera de fondo. La creación de una marca
personal es como participar en una carrera de fondo. Es imprescindible la
constancia. En ocasiones, las sendas que se toman son difíciles si uno quiere
ser activo y responder a todos.
Observados. La presencia activa en las redes y
plataformas de internet sitúan al usuario en el ojo del huracán. Cualquier
movimiento es mirado con lupa. Se pierde el anonimato y por eso muchas personas
no quieren estar ahí.
Los errores se pagan. Cualquier mensaje o comentario
inapropiado o foto fuera de lugar se paga muy claro en ese mundo digital. Y
también la mentira. Lo peor que puede hacer un usuario es crear una imagen que
no se corresponda con la realidad.
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