La evolución del coworking
El Cronista Comercial - martes, 26 de
mayo de 2015
La
economía colaborativa se expande cada vez más en el mundo entero y eso también
se refleja en nuestro país. Día a día, surgen nuevas iniciativas e ideas para
compartir e intercambiar bienes y servicios a través de plataformas digitales,
pero una de las más importantes es el coworking. A nivel local, según El plan
C, un sitio de economía colaborativa, en nuestro país funcionan,
aproximadamente, unos 43 espacios de coworking.
Este dato es revelador si se
tiene en cuenta que el último estudio realizado por este portal, que data de
fin de 2014, estimaba que eran 38 en total. Esta investigación, de la que
participaron 30 de los espacios existentes, reveló que el sector sumaba 1.660
puestos de trabajo en estos lugares, que fueron compartidos por 2.196 personas
y 1.334 empresas. Otro número interesante que puede extraerse de este informe
es que más de 21.000 personas interactuaron con estos espacios concurriendo a
eventos, talleres y jornadas.
Asimismo, puede observarse que
empresas de coworking que están experimentando un gran crecimiento, con varias
sucursales e incluso, con filiales en otros países, como Urban Station, que
tiene oficinas en Colombia y Turquía. También, este último tiempo, algunas
empresas comenzaron a ofrecer más servicios y cobran una membresía por utilizar
los espacios. Otras, en cambio, brindan prestaciones, como valor agregado, o
cobran según lo que se consume en el momento. También, surgieron sitios gratuitos,
como el Espacio de Trabajo Colaborativo del Centro Metropolitano de Diseño de
la Ciudad de Buenos Aires, la sede de Njambre en la Universidad Nacional de
Rosario o los espacios de intercambio sin dinero que ofrece la red Zona
Colaborativa.
El incremento es tal que ya hay
espacios de coworking tanto en provincias del norte como la Costa Atlántica y
en varias ciudades del interior. Estos lugares son pequeñas oficinas con cinco
puestos de trabajo hasta grandes espacios con 200 posiciones. La oferta del sector
es muy variada y tanto profesionales independientes como pequeñas
organizaciones pueden tener las mismas prestaciones que las grandes
multinacionales alquilando por un tiempo determinado, por ejemplo, sala de
reuniones con proyectores de última generación o contando con servicio de
secretaria o cafetería en caso de necesitar reunirse con un cliente importante.
"Registramos, en 2014, 16
espacios en la ciudad de Buenos Aires, ocho en la provincia de Buenos Aires (en
Mar del Plata, La Plata, Ramos Mejía, Vicente López, Martínez, Pilar y
Chascomús); nueve en Córdoba (ocho en la capital y uno en Río Cuarto), tres en
Rosario, Santa Fe, uno en Tucumán y uno en Salta, que ya cerró. Pero ese número
quedó desactualizado porque todos los días se suma algún nuevo lugar",
revela Marcela Basch, fundadora y editora de El plan C.
Emprendedores, trabajadores
independientes e incluso pymes están optando por trabajar en espacios de
coworking ya que los costos son bajos, no hay que lidiar con complejos
contratos de alquiler, con garantías, con la contratación de servicios y con
otros aspectos. Comparativamente con un bar, la diferencia principal es que
estos espacios están diseñados para trabajar y cuentan con servicios propios
del sector corporativos como pantallas, proyectores para presentación,
impresoras, sala de reunión y asistencia, entre otros servicios, con lo cual a
la hora de reunirse con un cliente genera una mejor imagen. Además, entre los
factores por los cuales son cada vez más elegidos, se destaca la seguridad y
clima laboral que se vive en estos sitios frente a los ruidos y distracciones
que suelen haber en bares. Por su parte, el trabajador independiente puede
contar con la ventaja de establecer contactos de trabajo y no sentirse aislado,
tal como sucede con muchas personas que trabajan desde sus hogares.
Players
Uno de los primeros espacios de
coworking que surgió, a nivel local, es Urban Station. Esta compañía abrió sus
puertas hace cinco años en Palermo. Hoy, cuenta con 17 sucursales, tres de
ellas, en la Argentina, otras en Chile, México, Colombia y Turquía.
"Nuestra propuesta es que todas las personas puedan tener su oficina por
el tiempo que lo necesiten desde una hora hasta estadías prolongadas",
dice Florencia Faivich, cofundadora de Urban Station. Entre los servicios que
se prestan, allí se destaca el acceso a todos los servicios de oficina, WiFi,
coffee break y auriculares. Además, en las distintas sucursales, hay mesas
individuales, livings, salas de reunión y capacitación, oficinas individuales y
espacios para eventos.
Otro de los jugadores de este
sector es La MaquinitaCo. "Recientemente, abrimos una nueva sede en
Vicente López, que se suma a la que tenemos en Palermo. De esta manera,
nuestros usuarios podrán utilizar ambos espacios", dice Marina Corbata,
quien fundó, junto con Martín Orlando y Juan Manuel Otero, La MaquinitaCo.
Para Corbata, la principal
ventaja de un espacio de coworking, más allá del buen café y una oficina bien
ambientada, es el networking. "Al trabajar desde la casa se vuelve difícil
llegar a nuevos contactos. Al iniciar un proyecto independiente el emprendedor
suele creer que es atinado ahorrar y trabajar desde su hogar, pero al dar los
primeros pasos, cuando el negocio empieza a activarse es necesario separar el
ambiente personal del laboral. Los emprendedores acuden a nosotros en búsqueda
de un espacio en el que convivir con profesionales con los que compartir 'penas
y glorias', motivarse en ese intercambio, y alejarse así de las distracciones
del hogar", señala la fundadora de La MaquinitaCo.
Otra alternativa es Belephant, un
espacio ubicado en el barrio porteño de Núñez. Una de sus características es
que está abierto las 24 horas los 365 días del año. Cuenta con 40 escritorios
abiertos, 10 oficinas cerradas y salas de reunión. "El coworking fomenta
relaciones de trabajo y sirve como lugar generador de nuevos negocios. Al tener
a distintos profesionales de diversas ramas conviviendo en un mismo espacio, se
favorece el desarrollo de sinergias que muchas veces terminan convirtiéndose en
relaciones de cliente-proveedor o incluso societarias para ir en busca de
clientes más grandes", agrega Patricio Silberman, director de Belephant.
El día después
De la mano del crecimiento,
surgen cambios en este tipo de servicios. "Estamos viendo una evolución
interesante y estamos atentos a lo que quieren nuestros clientes. Por caso, en
el local de Palermo Hollywood, ubicado en el distrito audiovisual, incorporamos
salas de edición y un microcine para satisfacer a este segmento", cuenta
Faivich.
Cuando llega el momento de hablar
sobre el futuro Corbata cree que las grandes empresas se van a acercar a esta
industria para no tener que administrar sus oficinas y, al mismo tiempo,
reducir costos estructurales. "Por otro lado, creemos que las redes de
espacios van a ser sumamente importantes en el futuro ya que de a poco los
usuarios, gracias a la independencia que la tecnología proporciona, podrán
migrar y trabajar desde donde quieran", explica.
"Esta modalidad de trabajo
es el futuro. Pequeñas estructuras, bajo costo fijo, con la posibilidad de
ampliarse y achicarse amoldándose al tamaño del proyecto en el que estén
trabajando es ideal. Además en los espacios de coworking se fomenta la
colaboración, la comunidad y el networking", concluye Silberman.
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