Qué hago si tengo a mi jefe en Facebook
Apertura - sábado, 16 de mayo de 2015
Una encuesta de Universia y
Trabajando.com reveló que el 75 por ciento aceptaría a su jefe como contacto en
una red social. Si bien son un arma de doble filo, estas plataformas pueden
mejorar su imagen con él.
“Rechazar una solicitud de
amistad del jefe es casi imposible”, admite Melina Rosanova, gerente de
Marketing de Finnegans, firma que desarrolla software. Propone aprovechar la
situación para armar una estrategia de marketing de uno mismo. “Crear posts que
muestren lo comprometido que uno está con la empresa”.
En la misma línea, Jorge
Fernández Belda, director de Desarrollo y Cambio Organizacional de la
consultora CB & Asociados, recomienda no esconder las publicaciones del
jefe, sino reflejarlas, con una visión de management. “Reemplazar ‘tomando
mate, una tarde lluviosa de sábado’ por ‘en un bar de Puerto Madero, repensando
la misión y visión de mi área’”, ejemplifica. Misma estrategia se puede aplicar
en los estados de ánimo. “‘Me siento especialmente motivado’, o ‘el fuerte
engagement que siento en esta etapa es directamente proporcional a los
resultados que logro’”.
El momento para publicar es fuera
de la oficina. “Nunca postearía en horario laboral. Menos, jugaría al Candy
Crush (N.d.R: si el usuario pasa de nivel y el juego está conectado con
Facebook, la victoria se divulga en la red social)”, alerta Paula Rodríguez,
gerente de Retail y Relacionamiento de Sinteplast. Gustavo Pina, director de
Professionals de Randstad, también mermaría su actividad en esas horas. “No hay
que dejar rastro”.
Max Soria tiene a su jefe en Facebook.
Para el director Creativo Digital de la agencia de marketing y publicidad RAPP,
el comportamiento políticamente correcto en esa plataforma depende de la edad.
“Si nací de fines de los ’80 en adelante, soy uno de esos especímenes para
quienes la vida laboral y la personal se mezclan. Pero, si pasé hace rato los
30, pensaré 10 veces antes de subir mis fotos del carnaval de Gualeguaychú”.
Los más reservados se apoyan en
las listas, herramienta que ofrece Facebook para segmentar los contactos en
grupos. “Una foto en la oficina, jugando a la carrera de sillas, no debería
compartirse”, señala Máximo Abbondati, coordinador de Búsqueda y Selección de
Archenti Group, consultora de RR.HH.. Propone ubicar al superior en la lista
“trabajo”, para que sólo acceda a esas publicaciones. Mismo filtro usa Eric
Natusch, gerente Comercial de Aliara, desarrolladora de sistemas de seguridad
electrónica perimetral.
“Rechazar una solicitud de
amistad del jefe es casi imposible”
Agustín Cardoso Tornquist,
gerente de Ventas de Alistate.com, sitio para crear listas de regalos online,
armaría un perfil ficticio y se haría amigo de él. Desde esa cuenta, se
etiquetaría y compartiría en su muro real los posts que quiere que aparezcan pero
de los cuales no planea hacerse cargo. “Usaría ese usuario como chivo
expiatorio de mis ideas más controversiales”. Similar estrategia plantea Andrés
Hatum, director del Centro RHUO de Talento Latinoamérica, que realiza
investigaciones de management en convenio con el IAE. “Crearía un perfil
paralelo, que pasaría a ser el real, y migraría todos mis amigos a esa nueva
cuenta. En la anterior, inventaría avatares que hablen maravillas de mí y de
él”, dice. Ser uno mismo es la fórmula de María Eugenia Piacentini, Executive
director de FutureBrand Spanish Latin America. “Así como jamás diría o
mostraría algo comprometido frente a mi jefe en una cena, tampoco lo haría en
las redes sociales”. Pero alerta: “El que crea que, por decir algo en un ámbito
personal, tiene inmunidad está despedido. Quiero decir... equivocado”.
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orientated, filtros y diarios de Yrigoyen, las recetas frente al Gran Hermano
de Facebook. Usted, ¿qué haría?
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