Préstamos entre particulares, un nicho en
expansión
Associated Press - sábado, 16 de mayo de
2015
Cuando me di cuenta de que estaba
pagando seis tarjetas de crédito y que no bajaba mi deuda, decidí consolidarla,
al igual que muchos consumidores en Estados Unidos. Fui a mi banco y pedí un
préstamo de 15.000 dólares, pero el interés que me ofreció era mayor que el de
mis tarjetas.
Busqué financiamiento en internet
y descubrí un nicho creciente de la llamada economía colaborativa o compartida
("sharing economy"), préstamos entre particulares, un sistema donde
varios inversionistas aportan dinero a un fondo que brinda créditos a personas
como yo.
Primero acudí con la empresa
Upstart, que me prestaba el dinero pero a intereses muy altos. Luego me acerqué
a Prosper, la segunda más grande del sector, y en cinco días ya tenía mi
dinero.
Nunca visité una sucursal ni me
entrevisté con un ejecutivo de créditos. La tasa de interés menor al 9% era
mucho mejor que el 13% que quería mi banco. Sin embargo, quería saber más:
¿Quiénes son estos particulares y por qué pensaron que yo era un buen sujeto de
crédito?
La búsqueda me llevó a un sector
que ya ha atraído a algunos de los nombres más importantes de Wall Street, como
Blackrock y Goldman Sachs, pero que permanece bajo el radar de la mayoría de
los reguladores federales.
Los préstamos entre particulares
("peer-to-peer lending") no han experimentado todavía la prueba de
una recesión y los analistas opinan que representan demasiado para los
inversionistas.
Los deudores, que en su mayoría
no están familiarizados con este mercado, podrían toparse con tasas de interés
aún mayores que las de las tarjetas de crédito más caras.
Decir que es un mercado de
"particular a particular" es un tanto engañoso. Aunque sí hay
particulares que prestan dinero, la mayoría de los recursos provienen de fondos
de riesgo, aseguradoras o empresas de inversión, así como de asesores de
personas acaudaladas. Me tomó tres meses encontrar a uno de esos
"particulares" que invirtieron en mi préstamo.
Prosper, al igual que el resto
del sector, está viendo un crecimiento exponencial. La empresa con sede en San
Francisco generó 600 millones de dólares durante los tres primeros meses de
este año, más del triple de lo que hizo el año anterior. Contrata hasta 10
ejecutivos de crédito y otros empleados cada semana, según su director general,
Aaron Vermut.
Otra empresa del sector es
Lending Club, que comenzó a cotizar en bolsa en diciembre y que reportó un alza
del 100% de sus créditos frente a los de hace un año. Prosper y Lending Club
pronostican que sus préstamos crezcan al doble o el triple en el futuro
previsible.
Ambas sólo apenas dos de las
decenas de compañías que han ingresado a este mercado. Algunas, como Upstart,
se especializan en préstamos para deudores jóvenes con un historial limitado de
crédito. Otros, como OnDeck, que salió a bolsa el año pasado, se enfoca en los
préstamos a las pequeñas empresas.
Los préstamos entre particulares
han podido cobrar menos que los bancos tradicionales en gran parte porque
tienen menores gastos. Prosper, Lending Club y otras no tienen sucursales y los
inversores asumen el riesgo. A medida que más inversores otorgan dinero para
estos préstamos, las tasas de interés han caído también. Por ejemplo, los créditos
de Prosper costaron un promedio de 16,8% en 2013 y este año la tasa es de
13,3%.
Incluso con este crecimiento, los
préstamos entre particulares son pequeños en comparación con los grandes
bancos. JPMorgan, por ejemplo, ha destinado 187.000 millones de dólares para
créditos al consumidor.
El particular que invirtió en mi
préstamo y que tomé tres meses en localizar es Don Davis. Le debo 1.500 dólares
a su empresa Prime Meridian Capital Management: el 10% de toda mi deuda.
"Creo en tu palabra de que nos
pagarás", bromeó Davis en una entrevista.
Davis llegó a este sector en 2012
y ha otorgado más de 14.000 préstamos, en total o partes. Su fondo de
inversiones, Prime Meridian Income Fund, de más de 60 millones de dólares, tuvo
una rentabilidad del 8,5% en 2014.
Al igual que muchos inversores,
Davis se sintió atraído por los préstamos entre particulares porque otros tipos
de deuda, como los bonos, han perdido atractivo porque tienen rendimientos por
los suelos.
¿Cómo se compara mi tasa de 9 por
ciento?
Los llamados bonos basura, un
tipo muy riesgoso de deuda, ofrecen un rendimiento de poco más del 6%. Los
bonos de las compañías mejor calificadas rinden alrededor del 2%. Uno de los
tipos más seguros de papeles de deuda, los títulos del Tesoro de Estados Unidos
a tres y cinco años, tienen un rendimiento de 0,93% y 1,50% respectivamente.
En contraste, los acreedores que
han ingresado a la economía colaborativa cobran entre 6% y 30% de interés,
según el riesgo de impago los solicitantes.
"Veo a los préstamos
personales como algo simple y transparente, por eso que me gustan", dijo
Davis. "Revisamos un montón de inversiones diferentes que nos daban el
rendimiento que estábamos buscando, pero muchas de ellas, detrás del escenario,
eran demasiado complejas y más riesgosas".
Matt O'Malley dirige una pequeña
empresa de inversiones en Wisc onsin llamada Looking Glass Investments, que
invierte exclusivamente en préstamos creados por cibersitios de créditos entre
particulares.
"Nos gusta invertir en las
personas", dijo O'Malley. "Podemos dar un servicio que un banco ya no
puede proporcionar de forma competitiva".
Looking Glass es pequeña, con
menos de 10 millones de dólares en activos, pero ha otorgado más de 6.200
préstamos y está creciendo rápidamente. Looking Glass tuvo un rendimiento del
10,2% el año pasado gracias a esos préstamos.
Le pregunté a O'Malley si parte
de mi préstamo provino de su empresa, pero me dijo que él sólo lee los datos,
no sobre las personas. Él utiliza una fórmula propia para determinar el riesgo
de impago.
"No queremos saber quién
eres", dijo. "Sólo queremos que los números nos cuenten la
historia".
A medida que crece la demanda, la
regulación federal no ha podido mantenerse al ritmo de este mercado. La Reserva
Federal, el principal regulador de la banca, no ha emitido ninguna regla sobre
cómo debe funcionar este sector. La Oficina para la Protección Financiera del
Consumidor del Departamento del Tesoro de Estados Unidos guarda silencio.
Sólo ha intervenido la Comisión de
Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés).
En 2010, la SEC dictaminó que
ofrecer préstamos entre particulares equivale a la venta de valores. Dijo que
Prosper y Lending Club debían registrarse entonces con los reguladores y proporcionar
información que revele a los inversores dónde va su dinero.
El trabajo de la SEC es regular a
los inversores, no proteger a los consumidores, pero éstos están protegidos en
gran medida por el momento.
Debido a que empresas como
Prosper y Lending Club utilizan un banco —a menudo WebBank, con sede en Utah—
para procesar el préstamo, el crédito está protegido por la Truth in Lending
Act —una ley federal que busca promover el uso informado de los créditos al
consumo— y otras leyes que buscan cubrir al consumidor. Sin embargo, al
recurrir a un tercero, los prestamistas pueden saltarse las leyes antiusura.
Por el momento, la mayoría de los
préstamos se otorgan a prestatarios altamente cualificados, a menudo de altos
ingresos, pero los ejecutivos del sector reconocen que el creciente interés en
los préstamos entre particulares podría atraer a jugadores de alto riesgo.
Un asunto pendiente es que esta
nueva rama de la economía no ha pasado por una prueba de fuego. Los préstamos
entre particulares no han vivido una recesión económica, así que no hay datos
sobre cuántos podrían caer en cesación de pagos. Y como los préstamos no están
garantizados, el único recurso que tienen los inversionistas en caso de que un
prestatario no pague es recurrir a los cobradores de deudas.
Incluso los ejecutivos de este
mercado reconocen que el crecimiento fuera de control que vive el sector podría
ser contraproducente. Por ejemplo, aunque Prosper ha experimentado un
crecimiento sustancial, la plataforma no es rentable de manera uniforme.
"Actualmente hay frivolidad
en el sector", dijo Vermut, de Prosper ". "Cuando el entorno
cambie, vamos a descubrir quién está haciendo bien sus negocios
realmente".
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