Un año después, Google aún pasa
apuros para aplicar el 'derecho a ser olvidado'
The Wall Street Journal. - mayo de 2015
La mayoría de los miércoles, las principales
mentes de Google Inc. en Europa se reúnen para decidir de qué olvidarse.
Las reuniones son una nueva rutina, que
potencialmente establecerá precedentes, para un grupo de altos abogados,
ingenieros y gerentes de producto en el gigante tecnológico, después de que el
principal tribunal de Europa falló que la gente podía pedirle a Google que
elimine enlaces en los resultados que arroje una búsqueda de su nombre.
El dictamen del Tribunal de Justicia de la
Unión Europea, que cumplió un año el 13 de mayo, coloca a Google en la posición
incómoda de tener que revisar por su cuenta los pedidos de eliminación de
enlaces, y tomar una decisión. El proceso de la decisión requiere tomar en
cuenta una serie de consideraciones, incluyendo el equilibrio entre los
derechos individuales de la gente a la privacidad y el derecho del público a
saber.
El tribunal proporcionó poca orientación sobre
cómo deberían decidirse las solicitudes, y se limitó a decir que los resultados
de búsqueda deberían limpiarse si incluyen enlaces a información inadecuada,
irrelevante, excesiva u obsoleta.
Esto dejó a Google con la tarea de determinar
por su cuenta dónde se encuentran los límites. El caso, que estableció lo que
se le conoce informalmente como el “derecho a ser olvidado”, ha generado más de
250.000 solicitudes que abarcan más de 920.000 enlaces, hasta el martes, 12 de
mayo. Google ha consentido eliminar 35% de los enlaces de las solicitudes y
declinó eliminar 50%, mientras que 15% siguen bajo revisión.
Las personas cuyas solicitudes han sido negadas
pueden apelar a su organismo nacional de protección de datos. Esos organismos
públicos después pueden acercarse a Google directamente, y pueden ordenar que
el contenido sea eliminado. También pueden estar de acuerdo con Google de que
petición no tiene fundamentos.
Peter Fleischer, el abogado global de
privacidad de Google, ofreció un vistazo inusual de la estructura de la toma de
decisiones a una reciente conferencia de privacidad de datos en Berlín. Dijo
que la compañía estaba haciendo su mejor esfuerzo “para interpretar un papel
que nunca pedimos interpretar, y que no queremos interpretar”.
El sistema —dejar que Google tome las
decisiones— pone un ejemplo sobre cómo Europa podría elegir implementar
cualquier posible ampliación del derecho a ser olvidado.
Un proyecto de ley de privacidad de la UE
extendería el derecho más allá de los motores de búsqueda, a las bases de datos
y otros sitios web. Sin embargo, los legisladores siguen batallando con algunos
de los mismos dilemas con que Google ahora está lidiando, incluyendo cómo
llegar a un equilibrio entre la privacidad y el derecho a la información. Las
autoridades también están batallando si empresas como Google deberían estar
realizando ese tipo de decisiones en primer lugar.
“Esto es mucho mayor que únicamente los
resultados de motores de búsqueda”, afirmó Eduardo Ustaran, un abogado de
privacidad de Hogan Lovells. “Es uno de los grandes debates de política de
nuestro tiempo”.
Google solo ha estado eliminando resultados de
búsqueda de los dominios europeos como Google.fr o Google.co.uk, pero no de
Google.com, incluso cuando se accede en Europa. Eso puede simplificar encontrar
resultados que han sido eliminados, lo que ha llevado a los reguladores a
emitir una opinión que indica que las medidas de Google no fueron suficientes.
Los reguladores señalan que su postura se
mantiene firme y que Google debería cumplir con ella o enfrentar órdenes
jurídicamente vinculantes para acatar.
“Su postura (de Google) tendrá que cambiar”,
dijo Isabelle Falque-Pierrotin, directora de la Comisión Nacional de la
Informática y de las Libertades (CNIL), el regulador francés de protección de
datos, y presidente del directorio de un organismo de asesoría paneuropeo que
incluye todos los reguladores de privacidad de la UE.
Google ha desarrollado algunos criterios para
cuándo eliminar los resultados de búsqueda. Las figuras públicas tienen menos
margen. Los delitos cometidos hace mucho tiempo —que son más tarde suprimidos
de los antecedentes penales— son más propensos a ser eliminados.
Las solicitudes, cuya mayoría son enviadas a
través de un formulario digital que Google creó, primero llegan a un grupo
grande de abogados, asistentes legales e ingenieros que deciden los casos
fáciles, dijo Fleischer. Google tiene decenas de personas que trabajan en las
solicitudes, dijo un vocero de Google.
Una foto de una mujer de vacaciones tomando el
sol en topless, publicada sin su permiso, es un caso fácil. Otros casos fáciles
son los de noticias publicadas hace años sobre personas que cometieron robos
menores.
Los casos más difíciles son presentados al
panel superior de Google. Algunas veces, el grupo de los participantes llaman a
expertos externos, como abogados especializados.
Los empleados de Google discuten cada caso y
después votan.
El grupo recientemente discutió un caso
particularmente difícil, dijo Fleischer en la conferencia en Berlín. Un
ciudadano alemán fue condenado en EE.UU. de un delito sexual que ocurrió cuando
tenía 16 años. La víctima era dos años menor que él. En EE.UU., su nombre fue
publicado. Bajo la ley alemana, su nombre no habría sido publicado ya que era
menor de edad.
Google decidió quitar el enlace.
“Típicamente encontramos una gran mayoría a
favor de una u otra decisión”, explicó Fleischer en la conferencia. “Hay
algunos casos en los que estamos violentamente divididos”.
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