La Bestia: el tren mortal que usan los
migrantes ilegales
INFOnews - domingo, 31 de mayo de 2015
Según consignó Tiempo
Argentino, los migrantes de México y Centroamérica que escapan de la miseria de
sus países de origen e intentan llegar a los Estados Unidos a bordo del tren de
carga conocido como "La Bestia" comenzaron a abrir rutas
alternativas, entre ellas las marítimas, por los peligros que representa el
viaje en este ferrocarril.
La falta de oportunidades y los
problemas de violencia en la región impulsan el éxodo de mexicanos y
centroamericanos hacia "el gran país del norte", lo que generó un
fuerte incremento de la migración en tránsito, y acarrea un enorme problema en
la materia para México, última escala antes del "paraíso".
"Hace varios meses se ha
dejado de usar el tren por los peligros que conllevaba; era un método muy
peligroso y ahora se intenta que las personas no se suban allí", reveló
Christopher Gascon, jefe de la misión de la Organización Internacional para las
Migraciones en México, en diálogo telefónico con Télam.
La Bestia, también conocido como
el "Tren de la muerte", el "Tren de los desconocidos" y el
"Tren de los espaldas mojadas", es el ferrocarril de carga que
recorre México de sur a norte con destino final Estados Unidos, y suele llevar
sobre su techo a miles de migrantes irregulares que se suben con la esperanza
de una vida mejor.
Lejos de ser una opción
confiable, La Bestia encierra un camino de riesgos para quienes lo abordan. Los
controles, el viajar casi colgados de los techos de chapa de un tren en
movimiento y el atravesar montes, desiertos y zonas dominadas por cárteles del
narcotráfico o las maras constituyen obstáculos que pueden convertir el sueño
en pesadilla, o llevarlos a la misma muerte.
Muchos migrantes son blancos para
el abuso de delincuentes y bandas criminales, y la travesía puede incluir
robos, extorsiones de los "coyotes" (aseguran tutelarlos hasta la
frontera a cambio de dinero), destrucción de documentos a quienes los tienen,
secuestros, amputaciones por caídas y violaciones.
La ruta nace en el estado de
Chiapas –estación a la que se suben los mexicanos y los que lograron llegar
desde Guatemala, El Salvador y Honduras– y continúa a través de Oaxaca,
Tabasco, Veracruz y Tamaulipas.
"Tomar el tren es una forma
irregular de transitar el país. Es muy complicado cruzar la frontera de esa
forma", explicó Gascon, que aclaró además que "no es ilegal, sino que
es irregular". "No se consideran ilegales pero su estatus es
irregular; si se les devuelve no hay sanción, pero se intenta mejorar las
condiciones de la migración para que sea regular y digna", detalló.
Fundada en 1951, la OIM es la
principal organización intergubernamental en el ámbito de la migración que
trabaja en colaboración con otras entidades y con el Estado. Como parte de esa
asistencia, Gascon mencionó al Programa Conjunto que se aplica desde hace más
de dos años mediante las Naciones Unidas, a través de sus agencias –ACNUR
(refugiados), PNUD (desarrollo), UNFPA (población) y UNODC (drogas y delitos)–
y la OIM.
Según el responsable de la OIM,
la merma en los índices de personas que se suben a este ferrocarril se debe a
la aplicación desde el año pasado del plan Frontera Sur, a cargo del Instituto
Nacional de Migración de México (INAMI). Ese programa intensificó las medidas
de control en la zona, aplicando hasta satélites, ante las muertes que
ocasionaba ese medio, pero, según Gascon, "ahora que La Bestia ya no se
usa" como antes, los que migran buscan nuevas rutas. "Van por caminos
que no conocemos, donde se nos dificulta mucho dar seguimiento o mejorar sus
condiciones en los albergues o través de las rutas para que tengan un
acceso", señaló.
El nuevo desafío es descubrir
cuáles son las rutas para asistir a quienes mantienen el sueño americano de
saltar controles para llegar a la frontera que les permite el paso a Estados
Unidos.
"Estamos trabajando sobre
las nuevas vías. Hay rutas marítimas; se sabe que están yendo por mar en la
zona oeste y otros puntos que, al ser tan amplia y porosa la frontera, estamos
evaluándolo. Es un trabajo arduo y obliga al mapeo de las nuevas rutas",
subrayó el experto.
Las organizaciones civiles
indican que el promedio anual de migrantes centroamericanos indocumentados que
ingresan a México por Chiapas podría ser de hasta 400 mil, aunque como no se
cuentan con papeles, no existe un registro certero de datos.
No obstante, en una artículo
publicado el pasado 22 de mayo en el periódico El Mexicano, el sacerdote
activista Heyman Vázquez Medina señaló que el flujo de migrantes en Huixtla
(ciudad al sur de Chiapas) se incrementó, y denunció que los policías suelen
disparar al aire para intimidar a los migrantes.
"En Chiapas vamos en
retroceso. Creo que se había avanzado mucho en el proceso de los Derechos
Humanos de los migrantes, pero ahora vamos en retroceso. A los migrantes
ahorita nadie les pone atención; el gobierno no pone atención y lamentablemente
tampoco la Iglesia católica. No quieren poner atención al fenómeno de la
migración, y eso hace que se vuelva abusar de ellos", advirtió el cura.
Además, contradiciendo a Gascon, expresó que el programa Frontera Sur terminó
por convertir a los migrantes en presa fácil de la delincuencia, porque el
camino "es más peligroso y más doloroso para el extranjero".
Por otro lado, un grupo de
comunicadores agrupados en Periodistas de a Pie lanzó el sitio Más de 72,
dedicado a investigar masacres de migrantes en México ante la falta de datos
oficiales. El nombre refiere a la masacre de Tamaulipas, en la que murieron, en
2010, 58 hombres y 14 mujeres, y cuestiona "las inconsistencias" de
la versión oficial sobre qué ocurrió en la ciudad de San Fernando.
Se estima que un millón de
mexicanos migran hacia EE UU cada año. Según datos del Instituto Nacional de
Migración (INM), estas cifras hicieron de la frontera entre México y EE UU la
más transitada del mundo.
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