Esta es la tecnología más antigua que conoce el
ser humano
El Confidencial - jueves, 21 de mayo de
2015
Cuando
una mañana de julio de 2011 varios paleontólogos se perdían mientras trabajaban
en Kenia no podían imaginar las consecuencias que tendría su error. “Pudimos
sentir que había algo especial en ese lugar”, escribieron entonces. Habían
ascendido a una colina para orientarse y decidieron excavar en ella. Hoy,
publican en la revista Nature el descubrimiento de las herramientas más
antiguas jamás encontradas: 149 utensilios de piedra datados en unos 3,3
millones de años, cuyos hacedores y funciones no están del todo claros.
La herramienta hallada no sólo retrasa la
aparición de estos utensilios en 700.000 años, sino que pone sobre las cuerdas
la idea de que fueron nuestros ancestros más directos quienes pensaron por
primera vez en golpear dos piedras para crear una nueva tecnología. Según los
investigadores el fabricante pudo ser, o no, antecesor del ser humano.
“El autor fue un hominino [primates homínidos
de postura erguida y locomoción bípeda a los que pertenecemos], pero de momento
no es posible determinar cuál”, explica a Teknautas el geólogo de la
Universidad Rutgers (EEUU) y coautor del estudio, Chris Lepre. Esto supone la
primera evidencia de que un grupo anterior de humanos, primos del actual Homo
sapiens, tuvo la inteligencia necesaria para fabricar utensilios con bordes
afilados.
Los sospechosos habituales son, en este caso,
tres. En los años 90 se encontraron a pocos cientos de metros de la herramienta
varios fósiles de Kenyanthropus platytops, un hominino cuya relación evolutiva
con los Homo se desconoce y que vivió medio millón de años antes que estos.
También se encontró un cráneo a un kilómetro del yacimiento y un diente,
todavía sin identificar, a menos de 100 metros. Al estar en el momento adecuado
en el lugar preciso, este homínido parece el principal candidato: en ese caso
podría decirse que las herramientas más antiguas conocidas no fueron fabricadas
por humanos.
La presencia de esta especie en el lugar del
crimen, sin embargo, no quiere decir nada. Lepre aclara que serán necesarias
nuevas investigaciones para encontrar al culpable. Porque las herramientas
también pudieron salir de la mente de otras especies de la misma época. Quizá
Australopithecus afarensis, o algún tipo de Homo temprano todavía por
descubrir.
La función del utensilio es otro misterio por
resolver: quizá se utilizó para cascar nueces, cortar carne o romper huesos
para acceder al tuétano. Eso sí, según aclara Lepre “son muy grandes para los
estándares prehistóricos. Algunas son comparables a una bola de bolera”. El
investigador añade que fueron fabricadas a partir de rocas volcánicas y que
algunas fueron golpeadas entre sí para producir filos cortantes.
“Este trabajo nos obliga a repensar la idea de
que nuestro género, Homo, fue el primero en desarrollar herramientas de
piedra”, explica Lepre. “Eso es importante porque sugiere que la esencia de
esta cultura de utensilios es previa a la evolución de los cerebros grandes”.
No es la única teoría que el hallazgo pone a
prueba. Hasta ahora se especulaba que el uso de herramientas de piedra surgió
en respuesta a cambios climáticos que tuvieron lugar hace unos 2,5 millones de
años. Estos generaron amplias praderas repletas de grandes presas cuya carne
era necesario cortar de alguna forma. Pero el tamaño y las marcas de los
utensilios, junto con la reconstrucción del entorno, sugieren otros contextos y
funciones.
“El utensilio probablemente se utilizó en un
ambiente más boscoso de lo que se imaginaba”, asegura Lepre. Esto invita a
pensar en nuevas hipótesis sobre qué provocó que nuestros ancestros comenzaran
a desarrollar estos artefactos. Al vivir rodeados de plantas y árboles, quizá
encontraron una forma de abrir frutos secos y tubérculos, o golpear troncos
muertos para llegar a los insectos de su interior. O puede que las fabricaran
con intenciones todavía desconocidas.
Por estos motivos la paleontóloga de la
Universidad de Nanterre (Francia) y autora principal del estudio, Sonia
Harmand, considera que los artefactos “iluminan un período previamente
desconocido del comportamiento hominino y nos cuenta mucho sobre el desarrollo
cognitivo de nuestros ancestros”. No en vano para fabricar estos artefactos es
necesario tiene un nivel de control motor en las manos que implica ciertos
cambios en el cerebro del animal.
La caída del ‘Homo habilis’
En los años 60 se descubrió al Homo habilis,
especie de homínido que vivió hace unos 2 millones de años. Durante mucho
tiempo se consideró el ancestro humano más antiguo, así como el primero en
fabricar herramientas. Posteriores hallazgos han quitado ambos récords a
nuestro antepasado, pero el golpe de gracia ha llegado en 2015 gracias a un par
de hallazgos.
En marzo de este mismo año, una mandíbula
encontrada en Etiopía se convertía en el fósil más antiguo de Homo conocido y
retrasaba la aparición de este género a hace 2,8 millones de años, 400.000
antes de lo esperado.
Ahora, el descubrimiento de Kenia pone en
entredicho el título de habilis. Pero aunque las herramientas encontradas por
el equipo de Lepre son las más antiguas descubiertas, en realidad existen
evidencias todavía más lejanas. En 2009 se hallaron en Etiopía huesos de
animales de hace 3,39 millones de años marcados con cortes. No se encontró
ningún utensilio en la zona, pero es probable que se trate del primer caso de
consumo de tuétano por parte de homininos. Si se confirma la autoría de
Kenyanthropus platytops quedará claro que la fabricación de este tipo de
herramientas no es exclusiva de los humanos, aunque sí haya sido mérito del
Homo sapiens desarrollar la tecnología hasta su punto más alto.
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