2 verdades que marcan el rumbo
profesional de los jóvenes
FORBES - 1 de Junio de 2016
Alta dirección y emprendimiento
son las perspectivas de crecimiento profesional que hacen tendencia entre los
jóvenes profesionales.
Para decir que el mundo está
cambiando y no caer en el eterno lugar común hay que dar argumentos. La
transformación de las perspectivas del crecimiento profesional es un tema que
no deja de maravillar.
Hasta hace unos años, los
estudiantes entraban a las aulas universitarias con el deseo de obtener un
título que los ayudara a conseguir un empleo; hoy, muchos jóvenes siguen
queriendo entrar a trabajar a grandes corporativos, sí, sin duda, y muchos
otros quieren seguir el camino del emprendimiento. Las universidades están
transformando su papel como espacios de formación de ejecutivos y comienzan a
ser semilleros de empresarios.
El nuevo enfoque que tienen los
egresados de programas de licenciatura o maestría confirma dos grandes
verdades:
Nuestros jóvenes están
conscientes de la dificultad para encontrar y conservar un trabajo.
No están dispuestos a
conformarse. Quieren poner manos a la obra y se preparan para satisfacer las
demandas de clientes cada vez más cambiantes, para aprovechar las oportunidades
que proveedores tradicionales están desestimando, y buscan sacar el máximo
provecho posible de factores internos y externos que impactan la economía.
Hasta hace unos años, el tema del
emprendimiento quedaba circunscrito a quienes tenían aversión al riesgo o
heredaban los negocios familiares. Incluso, hubo historias de personas que
dejaban de lado la tradición que el abuelo había iniciado, y volaban a otros
nidos, yéndose a trabajar para empresas más grandes o corporativos
internacionales. Hoy, no todos los muchachos piensan que al salir del ambiente
estudiantil su destino es el emprendimiento, pero gran parte de ellos está
despertando a esta posibilidad y la están considerando seriamente.
Estamos en los albores de una
nueva época en la que se está formando una comunidad empresarial renovada. Las
perspectivas profesionales corren los caminos de dos aspiraciones: alta
dirección y emprendimiento. En ambos casos, los directivos y emprendedores
están poniendo énfasis en el valor de la información, en la innovación, en la
ayuda que les presta la tecnología y en aplicar las mejores prácticas a un
negocio con el que se identifican en la cotidianidad.
Punto de inflexión
Según Roberto Cabrera, de KPMG,
las perspectivas profesionales tienen claras opciones, aun cuando el futuro
próximo se plantee incierto. Tanto para los futuros emprendedores como para los
nuevos directivos los esfuerzos deben concentrarse en construir relaciones cercanas
con los clientes, desarrollar talento humano y desarrollar nuevas formas para
entregar productos y servicios.
Los jóvenes están abiertos a
formar estrategias que los ayuden a ir a conquistar su porción de mercado.
Buscan explorar expectativas para encontrar oportunidades, ya sea en el
extranjero o en el interior de la República. Este dato marca un punto de
inflexión en el paradigma de los nuevos profesionales.
En el pasado, el interés estaba
marcado en las tres ciudades más grandes del país: Ciudad de México,
Guadalajara y Monterrey. Hoy, es posible imaginar empresas medianas y pequeñas
que manifiestan deseos de afincarse en otros estados.
Los estados de Querétaro y
Guanajuato marcan el liderazgo en esta tendencia, con 27% y 24% de interés para
iniciar o expandir operaciones. Jalisco alcanza el 23%, igual que Nuevo León. Y
el Estado de México y la Ciudad de México se quedan en un rezagado 18%, según
el estudio Delineando estrategias, de KPMG.
En un segundo plano está el
interés por incursionar en las tres Zonas Económicas Especiales, que tendrán un
impulso por parte del gobierno para su desarrollo. Muchos jóvenes están al
tanto de los proyectos que se pueden desarrollar en el corredor Interoceánico
en el Istmo de Tehuantepec, en Puerto Chiapas, cerca de la frontera con
Guatemala y en las zonas promovidas con el apoyo del Banco Interamericano de
Desarrollo y el Banco Mundial. Lo relevante es que la Universidad de Harvard
está acompañando estos proyectos. La academia se arremanga y está dispuesta a
ensuciarse las manos.
Perspectivas de crecimiento
Esta nueva generación viene con
mucho entusiasmo empujando duro. Entienden las variables y saben que no tienen
todas a su favor. Se hacen cargo de que más bien es al contrario, y en vez de
lamentarse y sentarse a llorar porque ahí viene la tormenta, ponen manos a la
obra y le sonríen al mal tiempo. Me atrevo a decir que lo desafían.
Nos toca ver nacer a empresarios
y ejecutivos más flexibles y dispuestos a sacar ventaja de las complejidades.
Saben manejar la tecnología y la ponen a trabajar.
Los que entienden el
procesamiento analítico de datos y saben jugar con los números tienen grandes
posibilidades de éxito, ya que están al corriente sobre cómo pronosticar
tendencias, interpretar el comportamiento del mercado y de los consumidores,
así como sondear la capacidad de cada negocio frente a la demanda y la
innovación, tienen muchas posibilidades de alcanzar el triunfo.
Estos muchachos son sensatos. Han
dejado de soñar con oficinas elegantes y séquitos de servidores. Saben de las
bondades de trabajar desde su casa, de reciclar materiales y de comunicarse en
forma gratuita en tiempo real sin importar las distancias. Entienden que el
éxito puede ser un golpe de suerte y que la caducidad de los negocios se ha
acortado. Deducen que nada es para siempre y aprovechan las oportunidades y las
disfrutan mientras están vigentes. Lo mismo se ven a sí mismos en saco y
pantalón que poniéndose un mandil para despachar detrás de un mostrador.
Alta dirección y emprendimiento
son las perspectivas de crecimiento profesional que están marcando tendencia.
Son parámetros para trazar estrategias que ayudan a conformar un desarrollo
sostenido de una región y de un profesional.
En muchos casos, ven ambas
alternativas convenientes, están dispuestos a contratarse y a desarrollar
proyectos. En otros, ven el emprendimiento como una posibilidad para el futuro.
También son capaces de vender su idea al mejor postor. Es la fórmula para
lograr resultados confiables dadas las condiciones del mundo actual. Pocos le
hacen gestos al escenario de ejecutar sus propias ideas.
Entender estas perspectivas de
desarrollo profesional, en las que empresarios y ejecutivos, directores y
emprendedores se suman en un esfuerzo conjunto, nos llevará a dejar un sendero
en el que se vean las huellas de valor.
Los que hemos estado en la
circunstancia de preparar el terreno y fertilizar la tierra no nos sorprendemos
al ver cómo el campo profesional está empezando a germinar con este tipo de
frutos, y más bien nos llenamos de admiración.
Cecilia Durán Mena- le gusta contar. Poner en secuencia números y
narrar historias. Es consultora, conferencista, capacitadora y catedrática en
temas de Alta Dirección. También es escritora.
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