La ruta de transformación de la publicidad
FORBES- 11 de Junio de 2016
Ingenieros, antropólogos y
psicólogos se unen a los comunicadores para crear estrategias que den
relevancia a las marcas en la vida de las personas.
Javier Urbaneja es físico de profesión y
programador. El equipo que dirige en Costa Rica no se dedica a la investigación
vinculada a la ciencia o la ingeniería.
Él lidera a un grupo de
profesionales que busca hacer relevantes las marcas para las personas y
desarrollar estrategias de comunicación para tocar las emociones y los
sentimientos de los consumidores.
Urbaneja es el director creativo
de la sede tica de la agencia de publicidad Ogilvy & Mather, que tiene
presencia regional, y su caso no es aislado ni inusual.
Refleja uno de los cambios que
afronta la industria publicitaria. Profesionales que jamás pensaron trabajar
juntos, como científicos, ingenieros informáticos, psicólogos y antropólogos
mezclan sus conocimientos y experiencias para influenciar las decisiones de
compra y la fidelidad hacia las marcas.
“Hay que integrar a profesionales
de distintas profesiones para que enriquezcan el mundo de la publicidad”, dice
Urbaneja, quien agrega que su conocimiento de ciencia le permitió, cuando
trabaja en Europa, proponerle a la fabricante de vehículos Audi llevar un coche
a la Luna para mostrar el poder de “agarre” de uno de sus modelos.
Esta metamorfosis de la industria
publicitaria —que ya se refleja en Centroamérica y República Dominica— también
incluye un nuevo modelo de trabajo, el uso de datos para tomar decisiones
acertadas y la creación de contenidos personalizados y que se distribuyen en
pantallas específicas.
La transformación también pone en
la mira el reto de explorar las nuevas plataformas y aprovechar la tecnología,
como los anteojos con sensores para capturar el movimiento de los ojos y los
mismos teléfonos inteligentes para llegar de manera más efectiva a las
personas.
Las agencias de la región están
aprovechando también la visión multidisciplinaria para desaparecer las
divisiones que separaban el trabajo de los departamentos del creativo, del
ejecutivo, de medios.
Este es el caso la agencia
Pagés-BBDO, en República Dominicana, que innovó y creó células
interdisciplinarias con nuevos roles y el trabajo conjunto de curadores de
contenido, creadores, influenciadores, ingenieros, desarrolladores, estrategas
digitales y analistas programáticos. Felipe Pagés, presidente de la agencia,
dice que el cambio responde a que lo digital ha dinamizado la manera en que se
interactúa con el consumidor.
A esto se agrega que el trabajo
de una agencia de publicidad, en la actualidad, va más allá del anuncio en
medios tradicionales o digitales. Estrada explica que el portafolio incluye el
desarrollo de productos, servicios, plataformas, marketing interno y
estrategias para cerrar el círculo de compra de los consumidores.
Uno de los factores que impulsa
la transformación de la industria publicitaria es un consumidor cada vez más
informado y al que se les puede llegar por múltiples pantallas. Se trata de
compradores más exigentes y complejos que buscan en un producto o servicio
soluciones más que su funcionalidad misma.
Hablamos de un consumidor que
rompió la relación con las marcas. El estudio Meaningful Brands 2015, de la
multinacional francesa de publicidad y relaciones públicas Havas, evidencia que
a las personas alrededor del mundo no les importaría que desapareciera 74% de
las marcas.
La investigación —que incluyó a
1,000 marcas, 12 industrias y 300,000 personas de 34 mercados— argumenta que
esta situación se debe a que hay demasiadas marcas globales y que se ha
fracasado en hacerlas permanecer significativas en la vida de la gente.
Ante este panorama, las agencias
están echando mano a la tecnología para llegar a la mente de los consumidores,
conocer mejor sus hábitos y crear estrategias más certeras.
Un ejemplo es el uso de antejos
equipados con sensores que monitorean el movimiento de la pupila del ojo para
determinar qué capta la atención de un individuo cuando observa un producto o
su ubicación en un supermercado. Inclusive, esta tecnología puede aclarar cómo
es la experiencia del usuario en un sitio web y al usar una aplicación.
Éste es uno de los servicios que
brinda HyperActive, una compañía que trabaja con agencias. Jorge Rivera, socio
fundador de la firma, explica que la decisión de compra se basa en emociones y
que los datos ayudan a determinar qué factores son los que provocan en la mente
del consumidor hacer “clic al botón de compra”.
Ahora, imagine entrar a una
tienda de zapatos y que su smartphone —al conectarse a la red wifi del
comercio— permita llevar el rastro de su ubicación en el lugar y, por lo tanto,
el modelo que más le llama la atención. ¿Cómo se sentiría si llegara un mensaje
a su celular, luego de unos días, avisándole que los zapatos que le gustan
están en promoción?
Esta tecnología ya existe y su
potencial se exhibió en el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona, España, en
2014, pero aún no es parte de la estrategia de las agencias publicitarias en la
región.
“Los grandes proyectos atraen a
la gente por el contenido y construyen la marca para que sea relevante.
Incluso, los clientes más avanzados han definido un propósito de marca y lo
persiguen no sólo en su comunicación, sino en su operativa”, concluye Javier
Urbaneja.
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