Adidas y Puma ganan con el auge
del calzado 'retro'
The Wall Street Journal. - junio
de 2016
En el ámbito de la ropa informal
que también se usa en la oficina y otros contextos, las camisetas y los blue
jeans tienen compañía: las zapatillas deportivas.
El calzado deportivo se ha
convertido en una prenda indispensable en la categoría de estilo de vida, no
sólo para la cultura de la calle, sino para los amantes de la moda, o
fashionistas, y los propios ejecutivos. En Estados Unidos, es cada vez vemos
más común combinar zapatillas deportivas con trajes de corbata. Uno de los
motores detrás de las ganancias de los fabricantes de indumentaria deportiva
son los estilos retro. Patinadores, celebridades y novias publican fotos en las
redes sociales con las zapatillas que usaban las estrellas del deporte de
antaño, como el basquetbolista Kareem Abdul-Jabbar y la tenista Billie Jean
King.
“Han existido el tiempo
suficiente como para finalmente convertirse en un artículo clásico”, dice Russ
Bengtson, editor en jefe del sitio de cultura urbana Complex.com.
El año pasado, las zapatillas que
son relanzadas al mercado, un segmento conocido como heritage o de legado,
fueron la categoría de calzado deportivo que más creció en EE.UU., según NPD
Group, que estima que las ventas del sector aumentaron más de 50% y
representaron cerca de 20% del calzado deportivo vendido en EE.UU., un mercado
de US$17.200 millones al año.
Es una buena noticia para las
venerables marcas alemanas Adidas AG y Puma SE, que trabajan para reeditar sus
modelos clásicos. Ambas compañías han tenido problemas para recuperar el brillo
que tuvieron durante la era disco, pero tienen siete décadas de catálogo para
explotar.
La mina de oro de Adidas, el
segundo fabricante de indumentaria deportiva del mundo después de Nike Inc., es
una gama de zapatillas de cuero para jugar tenis y de zapatillas de baloncesto
que se remontan a los años 60. Los productos son parte de su negocio Originals,
que constituye “la columna vertebral de nuestro éxito”, señala Arthur Hoeld,
gerente general de Adidas Originals.
El crecimiento de Originals fue
una de las principales razones por las que las ventas de Adidas avanzaron casi
20% el año pasado frente a 2014, dice la compañía. Los ingresos totales en 2015
ascendieron a 16.900 millones de euros (US$19.120 millones). La línea de
productos Originals se expandió a una tasa de dos dígitos. Ese aumento incluye
un fuerte repunte en EE.UU., donde Adidas ha enfrentado una dura competencia.
La marca alemana informó que el
año pasado vendió 8 millones de pares de su modelo Stan Smith en comparación
con unos 50 millones de pares en el último medio siglo. En 2015, la compañía
también vendió 15 millones de pares de Superstars, las zapatillas con la
clásica triple franja que la identifica. Ambos modelos cuestan en promedio unos
US$70 en EE.UU.
“Son las joyas de la corona”,
asevera Hoeld en alusión a las zapatillas de legado.
El presidente ejecutivo de Puma,
Bjørn Gulden, es más prudente. “Las zapatillas de legado son una parte
importante de nuestro negocio”, pero quizás no por mucho tiempo, observa. “Las
tendencias van y vienen”. El ejecutivo añadió que las zapatillas de baloncesto
retro se han puesto de moda, pero que hasta hace poco las que estaban de moda
eran las zapatillas de correr retro.
Puma facturó 3.400 millones de
euros en 2015, unos US$3.843 millones, frente a los 2.900 millones de euros el
año previo.
La tendencia retro ha estado
incubándose durante décadas. En 1982, el éxito del dúo de música rap Run-DMC My
Adidas hizo despegar las ventas de la línea Superstar, que ya tenía unos diez
años. “Quería ofrecer una representación positiva de las zapatillas deportivas
que estaban usando los bailarines de breakdance, los DJs, los MCs y los
grafiteros”, cuenta Darryl McDaniels, conocido como DMC, quien sigue usando
Adidas.
Una década después, cuando la
cantante Madonna usó unas viejas zapatillas Adidas Gazelle en sus actuaciones,
la empresa aumentó la producción.
Nike aprovechó el retiro de
Michael Jordan en 1994 para relanzar sus modelos de baloncesto Air Jordan de
los 80. Lo volvió a hacer en 1998, cuando el jugador se retiró por segunda vez.
El calzado deportivo se divide
generalmente en dos categorías: los modelos de rendimiento, dirigidos a los
atletas profesionales, y los de estilo de vida, para quienes no necesariamente
tienen como objetivo sudar la gota gorda. Muchas zapatillas de estilo de vida
son los modelos de rendimiento de antaño.
Nike, cuyos productos de catálogo
más populares están inspirados en los años 80 y 90, ha sido durante mucho
tiempo más agresiva en la comercialización y capitalización de sus productos
retro que Adidas o Puma, señala John Guy, analista del banco MainFirst. Nike
sigue vendiendo más zapatillas deportivas de legado que cualquier rival, dice
Matt Powell, analista de NPD. Nike también es propietaria de Chuck Taylor
All-Stars de Converse, introducida hace casi 100 años y que se ha mantenido en
gran demanda.
Según un portavoz, Nike detectó
“un gran valor en la celebración de nuestro legado”. Los viejos modelos
reeditados, sin embargo, usan materiales y métodos de confección modernos. Los
Air Max y Air Jordan, de Nike, cuestan hoy entre US$100 y US$150 en EE.UU.,
respectivamente.
Lo que distingue al renacimiento
actual es el tipo de usuarios. Los modelos más antiguos de Adidas y Puma están
desplazando a los zapatos tradicionales de vestir y abriendo nuevas fronteras
de la moda.
En 2014, cuando relanzó Stan
Smith, Adidas cortejó el mundo de la moda. Diseñadores como Phoebe Philo, Raf
Simons y Marc Jacobs utilizaron zapatillas deportivas de cuero verde y blanco y
el diseñador estadounidense Alexander Wang presentó algunos modelos en un
desfile inspirados en ese calzado.
Al igual que los resurgimientos
anteriores de Adidas y otras marcas tradicionales, las ventas retro de Nike se
han focalizado en gran parte en los clientes jóvenes y deportistas. “Adidas se
dirige a una gama más amplia de consumidores”, dice Matt Halfhill, fundador del
sitio Nicekicks.com, dedicado al calzado deportivo.
El fabricante alemán parece tener
una ventaja apreciable sobre Nike en calzado retro, dicen los observadores,
debido a que sus zapatillas deportivas se remontan a cuando la generación de la
postguerra en EE.UU. eran niños. Stan Smith jugó al tenis cuando las raquetas
eran de madera y la indumentaria deportiva era esencialmente ropa informal con
algunas modificaciones.
Los modelos retro de Adidas son
“una especie de ‘estilo previo”, señala Bengtson, de Complex.com. “La gente no
te va a parar por la calle y decir ‘qué asco, esto es horrible’”.
Un tema delicado para las marcas
de moda es cómo evitar caer en la sobreexposición. Ejecutivos de Adidas
reconocen que manejaron mal el auge de los 80 provocado por la popularidad de
Run-DMC al inundar el mercado y ahogar su propio prestigio.
Hoeld, de Adidas, asegura que la
compañía ahora gestiona la popularidad de sus productos retro “de una manera
muy coherente” con un flujo constante de variaciones para mantener el interés
de los consumidores.
Lo más importante, dice Gulden de
Puma, es limitar la exuberancia publicitaria y “mantener un equilibrio adecuado
entre el rendimiento, las nuevas zapatillas de estilo de vida y de legado”.
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