Es hora de tomar en serio el
sistema operativo de Google
The wall
street journal -miércoles, 15 de junio de 2016
Durante buena parte de mi vida
laboral, he usado computadoras Mac en casa y Windows en el trabajo. Pero hace
un par de años, intrigado por los vientos de cambio en la computación —del
escritorio a la nube— decidí darle una oportunidad a las Chromebook, las
portátiles con el sistema operativo de Google.
Para mi sorpresa, en la
actualidad uso Chrome para todas mis operaciones informáticas no móviles.
Gracias a una mejora continua en su utilidad y potencia, estoy cada vez más
convencido de que es el futuro de la computación.
Esta opinión está ganando seguidores.
Durante el primer trimestre, las ventas de los dispositivos con el sistema
Chrome en Estados Unidos superaron a los que usan el sistema Mac de Apple Inc.,
algo inédito. Los aparatos con el sistema Chrome equivalen a 2,5% de las ventas
globales de computadoras de escritorio, según Linn Huang, director de
investigación en IDC. Pero la firma especializada espera que las ventas de los
aparatos con Chrome aumenten casi 30% este año en EE.UU., excediendo el
crecimiento general del mercado de PC.
Esta es la razón por la que estoy
de acuerdo: para la mayoría de las actividades que la gente necesita realizar
en una computadora, Chrome es mejor. El sistema operativo fue diseñado para
residir en la nube, básicamente una máquina que ejecuta un navegador web. Como
resultado, hace tareas que otros sistemas operativos no hacen, pero que damos
por descontado en los sistemas móviles.
Chrome es rápido, incluso en un
hardware relativamente débil, razón por la cual una Chromebook puede costar
menos de US$300 en EE.UU. Al igual que un sistema operativo móvil, se actualiza
de forma automática. Pero a diferencia de otros sistemas, tales actualizaciones
son invisibles, inevitables, ocurren solo en el trasfondo, y parece que nunca
le restan velocidad a la máquina.
Nada de esto es producto del
azar, dice Rajen Sheth, director de gestión de producto de Chrome. “Lo que
resuena con los usuarios es simplicidad, seguridad, facilidad para compartir y
velocidad”, insiste.
Las Chromebook han tenido un gran
éxito en el mercado educativo de EE.UU. En las escuelas, sus ventas superan a
las del resto de los aparatos combinados, frustrando la ofensiva de Apple de
avanzar en el mercado educativo con el iPad.
El paso siguiente es saltar de
las escuelas y los aficionados como yo al mundo empresarial, un segmento desde
hace tiempo dominado por el sistema Windows de Microsoft Corp.
Sheth indica que las Chromebook
tendrán éxito en parte por su facilidad de administración. Parece que Google ha
aprendido mucho desde que lanzó Chrome en 2011, cuando proclamó que 75% de los
usuarios corporativos podrían cambiarse de Windows a su sistema operativo.
Una lección clave ha sido saber
que para ingresar al mercado empresarial, las empresas de tecnología tienen que
satisfacer a los profesionales de la tecnología de la información, quienes
seleccionan, o ayudan a seleccionar, a los proveedores. Desde fines de 2014,
Google presentó las Chromebook para el Trabajo, que ofrecen características
importantes para los gestores de TI, como medidas de seguridad, incluyendo
redes privadas virtuales (VPN, por sus siglas en inglés), inicio de sesión
único y certificados digitales. El paquete viene con una nueva fuente de
ingresos para la unidad de Alphabet Inc., bajo la forma de una tarifa de US$50
al año por Chromebook para el Trabajo.
Al mismo tiempo, las empresas que
fabrican las Chromebook, incluyendo Dell, HP y Acer, están lanzando
dispositivos más costosos, más potentes y orientados a los negocios. Las nuevas
portátiles incluyen pantallas grandes y mejores, teclados y paneles táctiles;
procesadores más rápidos para los usuarios que mantienen docenas de pestañas
abiertas; y cubiertas hechas de fibra de carbono y aluminio.
Por último, Google ha anunciado
que para octubre, las Chromebook podrán ejecutar casi todas las dos millones de
aplicaciones de Android. Eso hará que las Chromebook, consideradas por mucho
tiempo de funcionalidad limitada sin una conexión a Internet, sean
considerablemente más útiles. Las Chromebook existentes pueden funcionar bien
aunque no estén conectadas a internet, pero sólo con las aplicaciones de
Google. Poder usar programas como Office de Microsoft para tabletas Android
cuando no se está en línea será bienvenido por los usuarios que dependen de
dicho software. “Estamos observando que hay bastante interés para Chrome en las
grandes empresas de Estados Unidos”, dice Huang. Para 2018, IDC proyecta que
25% de las 500 compañías en la lista de la revista Fortune dotarán a sus
empleados con Chromebook.
De todos modos, los desafíos que
Chrome enfrenta en el mundo de los negocios son sustanciales, advierte el
analista de IDC. Uno de los principales es simplemente la inercia. El
predominio por décadas de Windows significa que muchas empresas tienen cientos,
o incluso miles, de aplicaciones antiguas que sólo funcionan en Windows. En
este momento, la solución de Google es ejecutar estas aplicaciones en
servidores Windows y permitir que las Chromebook se conecten de forma remota,
poniendo esencialmente estas aplicaciones heredadas en la nube.
A la larga, las Chromebook
podrían llegar a ser un factor pasajero en la historia de la informática o el
sistema que finalmente termine con el dominio de Windows en las empresas. Mi
apuesta es que Chrome aterrizará en algún punto intermedio, parte de la siempre
creciente colección de tecnologías que todos usamos, incluyendo los sistemas
operativos móviles y de escritorio.
Pero también estoy dispuesto a
apostar a que Chrome será un negocio mucho más grande para Google que lo que se
ha anticipado, y que Apple y Microsoft, que han sido indiferentes o defensivos
frente al avance de Google en sus bastiones tradicionales, deberían tomar nota.
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