¿Cómo llegó Río de Janeiro a la
quiebra?
dw.com - junio
de 2016
Una serie de factores determinó
que el gobernador en ejercicio de Río, Francisco Dornelles, decretara el pasado
viernes (17.06.2016), a apenas 49 días del inicio de los Juegos Olímpicos, el
estado de calamidad pública a causa de la elevada deuda del Estado. Expertos
consultados por DW temen que se genere un “efecto dominó”, pues varios otros
estados padecen las mismas dificultades financieras.
Los motivos que explican lo
sucedido en Río son numerosos. Entre ellos está la baja del precio del barril
de petróleo y, en consecuencia, de las ganancias para Río, además de una menor
recaudación del IVA debido a la crisis financiera, los enormes gastos de
organización de los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol y, por si fuera
poco, errores en la gestión de las finanzas públicas.
“Las inversiones, tanto para los
Juegos como para el Mundial, así como la mala gestión, fueron decisivos para
acelerar este escenario. De lo contrario, todo esto pasaría, pero más
adelante”, afirma José Matias-Pereira, especialista en administración pública
de la UNB. “Ese decreto tiene como finalidad transferir la ‘papa caliente' al
Gobierno federal, debido a que el Estado fue incapaz de resolver su problema
fiscal”, agrega el experto.
Uno de los motivos entregados
para la aplicación de esta medida es que la crisis impide al Estado cumplir con
los compromisos adquiridos con los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Según la
Sociedad Olímpica Municipal, Río ha invertido cerca de 10 mil millones de
reales, de los cuales 8 mil 600 millones son recursos estatales y el resto,
privados. Entre los proyectos en obras está la Línea 4 del Metro, que podría no
estar terminada para los Juegos si no llega dinero fresco, así como la recuperación
de las estaciones ferroviarias y la descontaminación de la Bahía de Guanabara.
Con la declaración del estado de
calamidad, Río debería recibir 2,9 mil millones de reales del Gobierno federal
para terminar el Metro y pagar las horas extras a policías y los salarios a
quienes trabajen en los Juegos Olímpicos.
Déficit de 19 mil millones de
reales
El mismo día en que el gobernador
anunció la medida, el secretario estadual de Hacienda, Júlio Bueno, dijo que la
revisión de déficit en el presupuesto de 2016 asciende a los 19 mil millones de
reales. Muchos expertos, sin embargo, creen que Bueno podría quedarse corto. El
Estado también sufre con la desvalorización del barril de petróleo, que costaba
en torno a los 105 dólares en julio de 2013 y, actualmente, ronda los 50
dólares. Esto, pues las ganancias que recibe el Estado dependen directamente
del precio del barril. Por ello, Río recibirá en 2016 tres mil 600 millones de
reales, en comparación con los 5 mil 500 millones de 2015.
Cuando el precio del barril estaba
a buen precio, el Estado amplió sus gastos y el pago de los empleados,
jubilados y pensionados del Poder Ejecutivo se disparó. Según datos de la
Secretaría de Estado de Planificación y Gestión, en 2010 estos ascendían a 17
mil 200 millones de reales. En 2016, esa cifra había llegado a los 37 mil
millones de reales.
“Efecto dominó”
El Gobierno federal teme que la
decisión de Río comprometa las negociaciones de las deudas de otros Estados. En
una reunión realizada este lunes 20 de junio en Brasilia, los gobernadores de
18 Estados pidieron un período de gracia de 24 meses y 20 años para pagar la
totalidad de sus deudas. “Existe el peligro de que otros también decreten el
estado de calamidad y se produzca una reacción en cadena”, dice Matias-Pereira.
“El Distrito Federal, Rio Grande do Sul y Minas Gerais viven situaciones muy
similares. Río de Janeiro abrió la puerta y, como dice el refrán, donde pasa un
buey pasa una manada”.
El decreto publicado en el Diario
Oficial del Estado no deja claro cuáles son las implicaciones de esta medida,
pero en estos casos se agiliza la concesión de ayudas y préstamos, además del
financiamiento de las agencias federales. También pueden moverse recursos de
unas áreas a otras y el Estado puede realizar contratos sin recurrir a licitaciones.
En una entrevista para un diario
carioca, el gobernador dijo que el Estado está reduciendo el costo de la
administración pública en un 30 por ciento, revisando los 100 mayores contratos
y racionalizando servicios. Añadió que el dinero federal será utilizado para
invertir en el Metro y en la seguridad y no para pagar a los funcionarios.
Según él, los Juegos Olímpicos serán un éxito, incluso si el Gobierno Federal
no transfiere recursos.
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