Los deportistas más tramposos de
la historia
Life & Style - agosto
de 2015
Te exponemos seis casos en los
que el fair play fue lo de menos
En todos los deportes se enfatiza
siempre la idea del "juego limpio". No obstante, en muchas ocasiones
la ambición de ganar por la vida fácil y rápida corrompe a algunos individuos
durante una competición. Es entonces donde entran las interpretaciones libres y
las violaciones conscientes de las normas del deporte en cuestión hasta llegar
a la trampa.
Quizás los mejores tramposos son
aquellos de los que nunca supimos pero hoy repasaremos aquellos 6 que sí fueron
atrapados y penalizados.
1. Dora Ratjen (1938): Salto de
longitud
Cuando la Alemania Nazi batió el récord
mundial de salto de altura femenino en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1938
había algo que creaba algunas dudas. La ganadora, Dora Ratjen, no tenía mucha
pinta de ser una mujer y se abrió la polémica. El régimen nazi alegó que la
atleta padecía de hermafroditismo, aunque la verdad era otra: Dora en realidad
se llamaba Heinrich. Debido a que su mejor saltadora, Gretel Bergmann, era
alemana-judía el régimen obligó a Heinrich Ratjen a saltar como mujer. La duda
fue disipada cuando unos admiradores lo encontraron en una estación de trenes
vistiendo una peluca durante los años 50.
2. Boris Onischenko (1976):
Esgrima
Las trampas de este oficial del
ejército soviético fueron descubiertas durante las Olimpiadas del 76 durante un
duelo de esgrima contra el equipo británico. Su competidor, Jim Fox, se quejó
ante el tribunal cuando vió que el arma de Onischenko marcaba touché inculso
cuando no tocaba nada. El comité descubrió una modificación en la empuñadura de
la espada que sonaba cuando su usuario quería. Lo más irónico de todo es que
prosiguió el combate y el soviético hubiera ganado si no hubiera sido
descalificado por tramposo.
3. Rosie Ruiz (1980): Maratón
Durante la maratón femenina de
Boston del año 80 estalló un escándalo respecto a la ganadora. Cuando la cubana
Rosie Ruiz apareció de la nada en la meta con un tiempo imposible los oficiales
comenzaron a sospechar que algo no iba bien. Efectivamente, la ganadora
fantasma había comenzado la carrera con todos para separarse posteriormente y
agarrar el metro para unirse otra vez al pelotón 1,6 km antes del final. Cuando
se descubrió su artimaña se la descalificó y se premió a la ganadora real, la
canadiense Jacqueline Gareau.
4. Luis Resto (1983): Boxeo
El Madison Square Garden no podía
creer lo que acababa de ver, el boxeador puertoriqueño Luis Resto había vencido
en combate al invencible Billy Collins Jr. Cuando el entrenador y padre de
Collins dio la mano para felicitar al ganador, notó unos guantes más gruesos de
lo normal y automáticamente reclamó una investigación exhaustiva. Se acabó
descubriendo que las heridas en la cara de Collins eran demasiado graves como
para haber sido hechas por un boxeador ligero y dichos guantes no llevaban
amortiguación con un vendaje endurecido con yeso. Resto fue condenado a 2,5
años en la cárcel y Collins murió en un accidente de coche cuando iba ebrio por
las consecuencias psicológicas de los daños a su iris.
5. Kim Christensen (2009): Fútbol
Este portero danés del IFK
Göteborg se hizo famoso al corregir el árbitro los palos de la portería durante
un partido contra el Örebro sueco. Posteriormente, se descubrió que este movía
siempre los palos levemente hacia dentro, haciendo la portería más pequeña y el
trabajo más fácil para él. Cuando le entrevistaron tras el partido reconoció
haberlo hecho en múltiples ocasiones y que creía que era la única forma con la
que podía evitar que le marcaran goles.
6. Lance Armstrong (2011):
Ciclismo
El ciclista más admirado del
mundo pasó a estar salpicado por un enorme escándalo de dopaje en menos de 4
años. Conforme le acusaban a él y a todo su equipo de usar sustancias que
mejoraban sus estados físicos él nunca dejaba de negarlo. La ilegalidad cada
vez se hacía más evidente cuando se encontraban restos de la sustancia EPO en
los análisis de orina y la prensa francesa se echaba encima del tejano.
Finalmente, Armstrong reconoció en una entrevista con Oprah haber estado usando
sustancias desde 1994 (antes de tener cáncer testicular) y se procedió a anular
sus 7 tours y a devolver su medalla olímpica. El ciclista llegó a perder 8
esponsors y 75 millones de dólares en un día, el precio de hacer trampas.
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