Cinco sencillos ejercicios para
saber si estás envejeciendo antes de tiempo
El Confidencial - agosto
de 2015
Un estudio señala los ejercicios
con los que puedes medir si tu cuerpo se mantiene en las condiciones adecuadas
o estás envejeciendo más rápido de lo que deberías. Y puedes hacerlos en casa
Si te ahogas vivo subiendo las
escaleras el día que se estropea el ascensor, cada vez que te sientas o
levantas de una silla sueltas un sonoro suspiro de alivio, evitas bailar Bomba
de King África porque tus rodillas no aguantan en cuclillas ni diez segundos, y
ante un robo optas por dejar que el ladrón se lleve tu maleta antes que salir
disparado detrás de él y asfixiarte a los dos metros de sprint, deberías
plantearte que quizás estás un poco cascado para tu edad.
Un reciente estudio publicado en
la revista Journal of Aging and Health, ha tratado de señalar qué pruebas
físicas pueden ayudarnos a determinar el grado de envejecimiento de nuestro
cuerpo. La investigadora Rikke Hodal Meincke analizó a casi 3.000 hombres de
mediana edad, utilizando pruebas de movilidad simples para medir su aptitud
física, fuerza y coordinación.
Meincke encontró que existe un
vínculo directo entre las capacidades intelectuales de las personas y su estado
físico. Aunque quizás estés visualizando a un mancebo de gimnasio, con el paso
de los años aquellas individuos cuyas habilidades psíquicas están en mejores
condiciones son precisamente las que se encuentran físicamente mejor y tienen
más probabilidades de mantener su independencia a medida que envejecen.
¿Cómo saber si nuestro físico y
salud son apropiados para nuestra edad? Jonathan Wells recoge en el Telegraph
los cinco ejercicios a los que sometieron a los participantes del estudio con
los que tú mismo puedes medir si tu cuerpo se mantiene en las condiciones adecuadas
o estás envejeciendo más rápido de lo que deberías. Buenas noticias: los puedes
probar fácilmente en casa. Atento a los resultados, empezar a cuidarse a tiempo
puede ser la solución para evitar una madurez llena de lesiones y cansancio.
Prueba 1. Levantarse con las
piernas cruzadas
Esta sencilla prueba, publicada
originalmente en el European Journal of Cardiovascular Prevention, es nada más
y nada menos que un predictor asombrosamente preciso del riesgo de mortalidad.
Al menos así se demostró en base a los resultados de un estudio en el que los
participantes con resultados similares en esta prueba fallecieron a edades
parecidad a las de los que sacaron su misma puntuación.
Para realizar este ejercicio hay
que sentarse en el suelo con las piernas cruzadas, levantarse y volver a
sentarse. Lo ideal es empezar desde el suelo e intentar incorporarse utilizando
la menor cantidad de apoyo posible. La rapidez no importa, la clave está en
bambolearse lo mínimo y ser capaz de mantener el equilibrio. Cada vez que te
ayudes de una mano, rodilla u otra parte del cuerpo para elevarte debes restar
un punto. Parte de una puntuación de 10 y haz el ejercicio cinco veces.
•Mal: 0 - 3 puntos
•Regular: 3,5 - 5,5 puntos
•Bastante bien: 6 - 7,5 puntos
•Excelente: 8 - 10 puntos
Prueba 2. Recorrido cronometrado
“Esta prueba se utiliza para
evaluar la movilidad de una persona, y requiere el uso del equilibrio estático
y dinámico”, explica Wells. Equipado con un calzado normal –nunca descalzo–,
nos sentamos en una silla. De ahí nos levantamos y caminamos en línea recta
hacia delante unos 3 metros para después volver a sentarnos en la silla
regresando en línea recta y en una postura correcta. No se trata de hacer
carreras a lo loco. El tiempo que se tarde en hacer este recorrido
correctamente denotará nuestro estado de movilidad física.
•Mal: 10 segundos o más
•Regular: 8 - 10 segundos
•Bastante bien: 6 - 7 segundos
•Excelente: 4 - 6 segundos
Prueba 3. Mantener el equilibrio
de pie
Esta prueba mide la capacidad
física para estar en equilibrio, cargar peso y la cantidad de presión que
soportan nuestras articulaciones. Con los ojos cerrados, nos mantenemos de pie
erguidos y elevamos una pierna hacia atrás doblando la rodilla. Soportamos el
cuerpo con la otra pierna manteniéndonos rectos primero con los brazos estirados
a los lados y después poniéndolos en cruz sobre el pecho. Repetimos el mismo
ejercicio cambiando de pierna.
El objetivo es estar de pie sin
caernos intentando aguantar hasta 30 segundos en cada postura de brazos.
•Mal: 0 - 7 segundos
•Regular: 8 - 20 segundos
•Bastante bien: 21 - 30 segundos
•Excelente: 30 segundos o más
Prueba 4. Levantamientos
repetidos
Algo así como unas sentadillas
pero usando una silla de apoyo. Con el objetivo de medir nuestra movilidad y
situación cardiovascular, nos sentamos en la silla, nos levantamos en una
postura recta y volvemos a sentarnos al menos diez veces.
Para calcular nuestra puntuación
tenemos que dividir el número de veces que nos levantamos entre el tiempo que
hemos necesitado para completar la actividad. Es decir, 15 segundos equivalen a
0,25 puntos.
•Mal: 0 - 10 puntos
•Regular: 11 - 20 puntos
•Bastante bien: 21 - 35 puntos
•Excelente: 36 o más puntos
Prueba 5. Velocidad de la marcha
Este ejercicios mide el estado de
todo nuestro cuerpo: “Desde el cerebro, pasando por la médula espinal, los
nervios periféricos, la fuerza muscular y la salud cardiovascular y de nuestras
articulaciones. Como todos estos sistemas deben coordinarse para mantener la
marcha, la velocidad a la que la realicemos es un importante indicador del
estado de nuestros sistemas fisiológicos”, resume el autor.
Nuestro recorrido será de unos 5
metros y empezaremos a cronometrar el tiempo a partir de los dos primeros
metros que es cuando cogemos velocidad –normalmente los primeros pasos que
damos vamos más lento– y lo repetimos tres veces. Realizamos el recorrido en
línea recta y sin ningún tipo de obstáculo o resistencia. Calculamos nuestra
velocidad dividiendo los metros recorridos entre los segundos para tener el
promedio de lo que hemos tardado en hacer el ejercicio.
•Mal: 0 - 0,5 puntos
•Regular: 0,5 - 1 puntos
•Bastante bien: 1 - 1,5 puntos
•Excelente: 1,5 o más puntos
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