China
“contraataca”: liquida en masa bonos del Tesoro de EU
FORBES, 28 de
Agosto del 2015
Según el
portal del Tesoro, al cierre de junio China era el mayor tenedor de estos títulos,
con 1.27 billones de dólares.
Para nadie es
un secreto que a pesar de ser socios comerciales, entre China y Estados Unidos
hay una fuerte rivalidad. En el más reciente episodio de este conflicto,
fuentes de Bloomberg informaron que el “dragón” asiático ha recortado sus
tenencias oficiales de bonos del Tesoro estadounidense este mes, para dar
soporte al yuan. Su divisa se ha visto afectada por la huida masiva de
capitales que ha sufrido desde hace más de un año y que ya comentamos en este
espacio.
Según el
reporte, autoridades chinas se han comunicado con sus homólogas estadounidenses
para informar de las ventas, aunque no se han revelado aún los montos. Según el
portal del Tesoro, al cierre de junio China era el mayor tenedor de estos
títulos, con 1.27 billones de dólares.
Y aunque este
es el inicio público y formal de dichas ventas, la realidad es que ya lo venían
haciendo desde hace un año. Como lo ha documentado Zerohedge, desde 2013 los
chinos usaron a Bélgica como su pantalla y custodio para disfrazar sus
movimientos en los papeles de deuda estadounidenses. El país europeo disparó
así sus niveles habituales de reservas en treasuries –entre 170,000 y 180,000
mdd–, a 380,000 mdd en marzo de 2014. En sólo cinco meses más que las duplicó
cortesía de Beijing.
En contraste,
este año inició una espectacular liquidación, gracias a la cual “Bélgica” pasó
de tener 354,000 mdd en bonos estadounidenses en enero a sólo 207,000 mdd,
según la cifra más actualizada de junio, una caída de 147,000 mdd. En este
mismo periodo, el país asiático aumentó su posición en 32,000 mdd, lo que nos
da una diminución neta en sus tenencias de treasuries de 115,000 mdd.
Pero esa
enorme cifra queda opacada por la velocidad con la que habrían vendido, tan
sólo durante las pasadas dos semanas, al menos 106,000 mdd de sus reservas –en
su gran mayoría bonos de Tesoro– según cálculos de Société Générale. Esto, para
la inyección de liquidez que pretende hacer con el propósito de apuntalar su
sistema financiero. Para dimensionarlo, vendieron el equivalente al 56% del
total de reservas del Banco de México en sólo dos semanas.
China, pues,
se embarcó en una “defensa” del yuan –al estilo de la Comisión de Cambios
mexicana con el peso pero con muchos “esteroides”– para aligerar las presiones
sobre su tipo de cambio. Aun así, la huida de capitales fue tan grande que los
doblegó y llegó la devaluación de este mes.
¿Qué quiere
decir lo anterior? Todo apunta a que una vez que los chinos casi agotaron los
valores que tenían en custodia en Bélgica, no les ha quedado de otra que comenzar
a vender abiertamente sus treasuries. Ya no lo pueden esconder.
En este
contexto, ayer aparecieron las palabras de Yao Yudong, titular del Instituto de
Investigaciones de Finanzas y Banca del Banco Popular de China (banco central),
quien dijo a Reuters que las caídas bursátiles de las últimas semanas no han
sido culpa de su devaluación, sino de las preocupaciones por una eventual
elevación de tasas por parte de la Fed.
De manera que
la liquidación masiva de treasuries ordenada por el gobierno debe ser vista
como un “contraataque”. Gracias a éste, Beijing presionará a la Fed para que
suba los tipos.
Dicho de otro
modo, en esta guerra de divisas que inició Estados Unidos con la
flexibilización cuantitativa (QE), China ha contraatacado con la venta masiva
de bonos de la que puede salir más perjudicado que beneficiado. Toda “defensa”
de una moneda implica deshacerse de activos de reserva que, aunque parezcan
abundantes, siempre serán limitados. No podrán vender bonos del Tesoro por
siempre, y menos al ritmo actual. Alguien tiene que ceder. Lo más probable es
que, lejos de aminorar la fuga de capitales con esa “defensa” del yuan, la
sangría se acentúe ante la previsión de los inversores de un mayor colapso de
esa divisa.
Si China
“gana” y la Fed no sube las tasas por ahora, será a un costo muy alto. Si
pierden y la Fed sube las tasas, la fortaleza del dólar presionaría al resto de
países emergentes a liquidar sus reservas. Citi estima que por cada 500,000 mdd
que liquidaran los mercados emergentes, la tasa de rendimiento del bono
estadounidense a 10 años se dispararía 108 puntos base. Ésta debe ser la
apuesta de Beijing: que los demás lo sigan. Y es que si se disparan dichas
tasas de rendimiento se pondría en peligro al mercado inmobiliario
estadounidense.
De este modo,
sería cuestión de tiempo para que la Fed lanzara la cuarta fase de
flexibilización cuantitativa (QE4) –que la mayoría descarta– como “comprador de
última instancia” para bajar los tipos.
En ambos
escenarios es previsible un nuevo “respiro” temporal para mercados emergentes,
sus divisas y materias primas. Más pronto llegaría si la Fed no sube los tipos
en septiembre, y más tarde si lo hace, cortesía del QE4.
Eso sí, que
nadie se vaya a creer los discursos políticos respecto a que las cosas se habrán
calmado. Esa calma será la que presagie una nueva tormenta, pues como aquí
hemos reiterado: una nueva recesión global, con o sin alza de tasas, se sigue
“cocinando”.
Guillermo
Barba-Economista de la Escuela Austríaca y periodista mexicano
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