Nuevas miras hacia los
millennials del lujo
FORBES, 19 de julio del 2015
Los millennials son nativos
digitales que basan su comunicación en las redes sociales y la mensajería
instantánea, priorizan la experiencia sobre la propiedad, valoran la autenticidad
y buscan un estilo personalizado. Son los valores de los futuros consumidores
de la industria hacia los que apuntan las marcas de lujo.
El mercado del lujo migra con el
cambio generacional. Si hasta ahora el foco ha estado en los baby boomers, las
miras apuntan hacia los millennials del lujo, que en 2026 serán los principales
consumidores del mercado. Comúnmente conocidos en la industria como los HENRY
(high-earner not rich yet), son los jóvenes nacidos entre 1980 y el 2000 que se
hicieron adultos con el cambio del milenio. Cuentan con buenos ingresos, pero
aún no son ricos, por lo que sus hábitos de consumo son particulares.
Antes, el lujo obedecía a un
patrón de comportamiento homogéneo; ahora, la percepción del lujo cambia
dependiendo de cada persona. Para unos, el lujo tiene aún definiciones muy
convencionales asociadas a la posesión de bienes exclusivos. Para otros, no
obstante, el lujo está más asociado a experiencias. Muchos consideran que eso
no es verdadero lujo, lo cual implica que ya no hay unanimidad en el
significado de lujo.
El reto de las marcas de prestigio
es ahondar bien en la idea del lujo que tienen los millennials. La cuestión
radica en entender bien quiénes son estos jóvenes-adultos de alto poder
adquisitivo, qué estilo de vida llevan y cuáles son sus principales drivers de
consumo para poderles ofrecer una propuesta de valor que realmente sea
relevante para ellos.
De acuerdo con el Consejo
Nacional de Población (Conapo), los nacidos entre 1981 y 2000 representan en
México alrededor de una tercera parte de la población. Estamos hablando de más
de 40 millones de jóvenes, lo que supone casi tres cuartas partes de los
usuarios de internet del país, cifrados en 53.9 millones según la 11 edición
del Estudio de Hábitos de los Usuarios de Internet que realiza la Asociación
Mexicana de Internet.
Los millennials son nativos
digitales apegados a la tecnología; su celular, tablet o cualquier otro
dispositivo móvil es como una extensión más de su cuerpo. Están perpetuamente
conectados y utilizan constantemente sus smartphones y las redes sociales para
comunicarse. Según un estudio realizado por eMarketer, 96% de los jóvenes
mexicanos de edades comprendidas entre los 20 y los 30 años basan su
comunicación en las redes sociales y un 95% a través de la mensajería
instantánea.
No es de extrañar que las
estrategias de comunicación de las marcas dejen de considerar la publicidad
tradicional o el prime time de la televisión para alcanzarlos.
La “Generación del Milenio del
lujo” es la más intensiva en compras por internet, se comunica a través de las
redes sociales o el WhatsApp y le rehúye cada vez más a los estereotipos
apostando por un estilo más personalizado. Es por esto que algunas marcas de
lujo ya contemplan la personalización de sus productos como la gama de
accesorios de Louis Vuitton; el servicio Amazona Atelier de Loewe, que permite
personalizar el icónico bolso de la marca madrileña, o la sección Bespoke de
Burberry, que también ofrece a sus clientes online la posibilidad de
personalizar su propia gabardina.
El beneficio simbólico de
proyección del estatus social de los productos de lujo ha dejado de ser
relevante para los millennials. Son las experiencias lo que realmente valoran
para marcar el status. Según un estudio realizado por Bauer Media sobre hábitos
de consumo de los millennials, éstos creen que las personas se definen más por
las cosas que hacen que por las que adquieren. Se trata de poder diferenciarse
accediendo a experiencias que otros no pueden disfrutar. Son menos
materialistas y lo que realmente marca el estatus para ellos es la experiencia.
¿Cómo atraer, pues, a esta generación que prioriza las experiencias a la
propiedad?
Las marcas de lujo tienen que
dirigir sus esfuerzos a conocer bien a esta generación para ser capaces de
anticiparse a sus necesidades y adecuarse a sus preferencias. Más allá de la
excelencia en el servicio, los millennials del lujo quieren experiencias exclusivas
que los hagan sentir únicos y diferentes. Es necesario apuntar hacia el
marketing experiencial para realmente ser capaces de captar la atención de esta
generación.
Los millennials son compradores
responsables que prefieren comprar menos y mejor. Más que la ostentación de la
marca o su logo valoran la autenticidad y la calidad de los productos. Se
identifican por ser socialmente responsables y dar apoyo a la conservación del
medio ambiente, por lo que valoran positivamente a las empresas que dan importancia
a sus políticas de responsabilidad social corporativa y medio ambiente.
El reto para las marcas de lujo
está en ser capaces de preservar la relevancia de la marca en los tiempos de
hoy preservando su heritage. Lo verdaderamente desafiante es ser capaz de
rejuvenecer una marca y regenerar su clientela enfocándose en los millennials
sin perder su ADN original. Burberry es el más claro ejemplo de referencia en
la industria de cómo rediseñar la estrategia de un negocio de lujo enfocándose
en el público millennial. Gracias a la visión de su ex CEO Angela Ahrendts, la
compañía fue capaz de desempolvar el carácter anticuado de los clásicos cuadros
escoceses con una fuerte apuesta por los canales digitales llevando a la marca
a crecimientos sostenidos de doble dígito. En la siguiente entrevista con
Forbes, la propia Angela explica cómo apuntar a los millennials para refrescar
la marca.
Las marcas de lujo deben adaptar
sus estrategias para dirigirse a la nueva “Generación del Milenio del lujo” y
no perder el tren.
Ingrid de Barrios es fundadora y
socia-directora de Luxgrid® Consulting, firma especializada en consultoría para
marcas de prestigio, bienes de lujo y estilo de vida premium.
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