Los países de América Latina más afectados por
la recesión en Brasil
BBC Mundo - sábado, 29 de agosto
de 2015
Brasil, la mayor economía
latinoamericana, entró oficialmente en una recesión que según analistas puede
extenderse dos años e impactar de diversas formas en otros países de la región.
El Producto Interno Bruto (PIB)
brasileño se contrajo 1,9% entre abril y junio respecto al primer trimestre del
año, cuando también tuvo un retroceso de 0,7% según los datos oficiales
divulgados este viernes.
Las cifras del Instituto
Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) confirman así lo que muchos
esperaban o temían: la recesión ya es un hecho en Brasil, que enfrenta el
escenario económico más sombrío de los últimos años y quizá décadas.
Se esperan "dos años de
caída del PIB, algo nunca visto en este país", dijo a BBC Mundo la
economista Margarida Gutierrez, profesora de la Universidad Federal de Río de
Janeiro.
Brasil nunca tuvo dos años
seguidos de recesión desde 1948, cuando comenzó el IBGE a recopilar sus datos,
aunque sí sufrió una contracción en 1930 y 1931 por las consecuencias mundiales
de la llamada Gran Depresión.
Ahora el retroceso es atribuido
al ajuste fiscal que impulsa el gobierno de Dilma Rousseff y la caída de los
precios de las materias primas, pero también a los escándalos de corrupción en
Brasil y la crisis política que debilitan a la presidenta.
De esta forma, la economía
brasileña que en la década pasada deslumbraba al mundo es vista hoy como un
creciente lastre para una Latinoamérica también inquieta por las turbulencias
en China.
¿Qué países latinoamericanos sentirán
más esta caída de Brasil?
Mercosur el primero
Los especialistas coinciden en
que los socios de Brasil en el Mercosur (Argentina, Paraguay, Uruguay y
Venezuela) son los más expuestos a la recesión del principal miembro del
bloque.
En Argentina, donde también hay
un estancamiento económico, el gobierno ya admite abiertamente esa
preocupación.
"Lo acuciante que vemos es
Brasil, por la caída de la actividad, porque la mejor proyección para 2015 de
ese país es 2% de recesión", indicó el viceministro argentino de Economía,
Emmanuel Alvarez Agis, el jueves.
Y agregó que esa merma de
actividad es más perjudicial que la devaluación del real brasileño, que este
año se depreció frente al dólar más que otras monedas latinoamericanas, lo que
encarece las exportaciones al gigante sudamericano.
Entre enero y julio las ventas de
los socios del Mercosur a Brasil cayeron 23% en dólares respecto al mismo
período del año pasado, incluso más que las de toda América Latina al país
(21%), según cifras del ministerio brasileño de Desarrollo.
A su vez, las exportaciones de
Brasil al resto del Mercosur y a Latinoamérica también cayeron en dólares,
aunque menos: 13% en ambos casos.
México al alcance
Pero la crisis brasileña, que
incluye un alza del desempleo (7,5%), la inflación (9,56%) y el déficit
presupuestario primario, puede afectar mucho más que el comercio en la región,
advierten expertos.
El economista Ernesto Talvi, director
de la iniciativa Brookings-Ceres para América Latina, advirtió que si la
situación fiscal de Brasil sigue empeorando el país perderá el preciado
"grado inversor" que le dieron en 2008 las agencias calificadoras de
riesgo.
"Si eso ocurre, las
reverberaciones van a ser por el lado financiero" y "la región como
un todo, siendo Brasil el gigante, se va a percibir como más riesgosa, entonces
la retracción que está habiendo en las inversiones se va a agudizar", dijo
Talvi a BBC Mundo.
Eso postergaría proyectos de
inversión y aumentaría los costos de financiamiento de los países, incluso
aquellos cuya situación macroeconómica es percibida como más sólida, como
Chile, Perú o Colombia, señaló.
"Va a haber diferenciación,
pero todos van a ser golpeados. Chile y Colombia van a serlo: si miras lo que
pasó (en ambos) con la retracción de capitales, ha sido muy fuerte y eso lo
notas en las depreciaciones de sus monedas", sostuvo.
Los analistas creen que los
efectos de la crisis brasileña pueden llegar hastaMéxico, aunque en menor grado
debido a la mayor distancia de ese país con Sudamérica y su cercanía con
Estados Unidos, cuya economía da señales de recuperación.
México puede aparecer como una
opción latinoamericana más atractiva para los inversores, pero tal vez juegue
en su contra una mayor percepción de riesgo en los mercados emergentes en
general ante los problemas de China y Brasil.
La contracción brasileña ya
afecta directamente a empresas multinacionales de México que apostaron al
mercado sudamericano.
Por ejemplo, se han reportado
caídas de las ventas en Brasil de firmas mexicanas como la franquicia
embotelladora de productos Coca-Cola Femsa o la empresa de autopartes Rassini.
Los observadores creen que esta
coyuntura pondrá a prueba las palabras del presidente mexicano, Enrique Peña
Nieto, quien al recibir a Rousseff en mayo habló de duplicar en una década los
US$9.200 millones de comercio bilateral que México y Brasil tuvieron en 2014.
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