Quinoa: qué es, qué propiedades
tiene y para qué se utiliza este cereal sin gluten
El Confidencial - martes, 11 de
agosto de 2015
Este alimento, desconocido para
algunos, tiene un alto valor alimenticio y supone un aporte de fibra muy
beneficioso para la salud
Trigo, cebada, centeno… Son
muchos los nombres que nos vienen a la cabeza al pensar en cereales. Pocos
serán los que recuerden la quinoa, un alimento que para muchos pasa
desapercibido pero que las grandes entidades mundiales tienen muy en cuenta y
que, aunque no es un cereal como tal, sí se consume como si lo fuera. De hecho,
la FAO –Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura– reconoció al 2013 como el año internacional de este producto
perteneciente a la subfamilia de las Chenopodioideae.
La quinoa es una semilla de un
alto valor nutricional. La mayor parte de sus calorías procede de hidratos
complejos, aunque entre sus propiedades alimenticias se encuentra un alto
porcentaje de proteínas: en 100 gramos de quinoa hay 16 gramos de proteínas y
tan sólo seis de grasas. Su consumo es especialmente indicado para personas con
necesidades altas de fibra, puesto que se trata de una semilla y este tipo de
alimentos se suele recomendar en casos de estreñimiento por la ayuda que supone
para el correcto tránsito intestinal.
Lo más llamativo de la quinoa es
que no contiene gluten y puede ser ingerida por celiacos [aquí puedes consultar
información sobre alimentos permitidos y prohibidos para ellos]. En esta
situación también se encuentra el arroz y el maíz aunque, por ser de los más
solicitados para pacientes intolerantes al gluten, no se les suele prestar
demasiada atención. Sin embargo, la quinoa no suele estar presente en los menús
y, precisamente por ello, puede ser una opción saludable que aporte algo de
originalidad a los platos. Los celíacos también pueden recurrir a otros
cereales que no contienen gluten para completar su dieta, como por ejemplo el
mijo o el amaranto.
Las semillas se tienen que lavar
para eliminar las saponinas –moléculas formadas por un elemento soluble en
lípidos y otro soluble en agua– que le
aportan un sabor amargo no demasiado agradable. Debido al pequeño tamaño del grano,
es conveniente utilizar algún tipo de colador o tamiz que impida que al lavar
la quinoa se pierda parte de ella a través del desagüe. Después, tan sencillo
como cocerla de la misma manera que si se tratara de arroz: hervir durante unos
15 minutos aproximadamente –hasta que se abra la semilla– y servir. La quinoa
se utiliza en ensaladas, hamburguesas o salteados, así como un sustitutivo de
la avena en los desayunos.
Cultivada en varios países de
Sudamérica, la quinoa crece en zonas que comprenden desde el nivel del mar
hasta los 4.000 metros de altura, aunque lo más frecuente es encontrarla en
torno a los 2.500 metros. La forma más frecuente para consumir este tipo de
semillas es en harina –los granos se tuestan y se muelen–, aunque la cosecha
también puede ser cocinada directamente sin necesidad de pulverizarla. En copos
o en granos son otras maneras en las que se puede ingerir la quinoa.
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