Cuando contradecir al jefe puede
salvar vidas
Finanzas
Personales - agosto de 2015
En todos los trabajos los jefes
cometen errores. Y aunque los miembros más jóvenes del equipo siempre se van a
sentir incómodos al tratar de señalarlos, en algunos ámbitos eso puede costar
vidas.
La aviación y la medicina son dos
campos en los que la jerarquía existente puede dificultar particularmente que
quienes están en los niveles más bajos hagan oír su opinión.
Una de las maneras en cómo las aerolíneas
están tratando de reducir errores fatales es utilizando técnicas psicológicas
para romper esa estructura jerárquica y animando a los trabajadores de todos
los niveles a expresarse con eficacia si creen que algo va a ir mal. Y la
medicina está siguiendo sus pasos.
Las lecciones de la cabina del
avión
La industria de la aviación ha desarrollado lo
que se conoce como una cultura "justa", en la que se fomenta el reporte
de errores para evitar que las equivocaciones puedan llegar a convertirse en
tragedias.
Esta perspectiva se desarrolló después de
incidentes como el de Tenerife en 1977, cuando 583 personas murieron después de
que dos aviones colisionaran y se incendiaran en una pista del aeropuerto.
No había ninguna falla técnica en ninguno de
los dos aviones y se concluyó que la principal razón detrás del choque fue la
"diferencia de autoridad" en la cabina de una de las aeronaves.
El capitán había desautorizado al copiloto,
quien pensaba que no les habían dado el visto bueno para el despegue.
Las dificultades para expresarse con fuerza
delante de compañeros de trabajo más experimentados, incluso cuando se trata de
cuestiones de vida o muerte, puede ser un obstáculo a la hora de señalar
potenciales errores.
Incluso en equipos que trabajan de cerca y con
atención, como la tripulación de un avión, se sabe que los colegas más jóvenes
se pueden quedar callados durante una emergencia antes de cuestionar las
acciones de un piloto.
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jefe, la verdadera razón por la que la gente renuncia”
Objeciones ignoradas
Ahora, los equipos de cirugía esperan aprender
de los años y años de investigaciones en psicología de la aviación, que han
logrado que las colisiones sean una rareza.
Matt Lindley pilotaba aviones jumbo jets.
Ahora es consultor y da cursos de formación sobre seguridad a los médicos.
Recuerda un caso en el que un cirujano se
estaba preparando para operarle la mano a un niño. Una doctora joven del equipo
se dio cuenta de que estaban a punto de operar la mano equivocada y dijo algo,
pero desestimaron sus temores. Volvió a intentarlo.
"Es bastante inusual, mucha gente
simplemente se echa atrás después de la primera vez que no se admite su
objeción. A ella le dijeron que se callara de una manera bastante
directa", comentó Lindley.
Finalmente el equipo se percató de que
efectivamente habían operado la mano equivocada cuando ya habían transcurrido
10 minutos de la operación.
Después, la doctora dijo que se sentía
culpable pero también que carecía de las habilidades necesarias para hacerse
oír.
Cómo hacer que te escuchen
Lindley dice que debería haber sido más
asertiva y que debería haber utilizado ciertas "palabras
desencadenantes".
"Estoy preocupada. Estoy incómoda. Esto
no es seguro. Tenemos que parar. Yo creo que da igual en qué posición te
encuentras en el orden de jerarquía, sería muy muy difícil ignorar la objeción
si escuchas esas cuatro expresiones desencadenantes".
Según Lindley la mayoría de los doctores
aprecian los cursos que da en este tipo de técnicas. "Muchos dicen: ¿por
qué estoy haciendo este curso cuando hace 25 años que soy médico? ¡Debería
haberlo hecho el primer día!".
En 2012/2013 se registraron en Inglaterra 300
casos denominados en inglés"never events". Se trata de incidentes
graves que pueden causar la muerte o daños serios y que son totalmente
prevenibles.
Entre esos "casos" el sistema
público de salud británico, el NHS, incluye las operaciones en el lugar
equivocado, el olvido de instrumentos dentro del cuerpo o la administración de
quimioterapia por la vía incorrecta.
"Todos son humanos"
Sí existen medidas para prevenir ese tipo de
incidentes. La lista para operaciones de la Organización Mundial de la Salud
provee apuntes para cada fase de la operación para que el equipo vaya haciendo
importantes confirmaciones, incluidas cosas tan básicas como preguntarle al
paciente que confirme su fecha de nacimiento.
Rhona Flin, profesora de psicología aplicada
en la Universidad de Aberdeen, en Escocia, lleva años estudiando cómo los
errores humanos pueden provocar un desastre.
"La gente a menudo cree que sus
industrias son muy diferentes a las otras. En realidad si eres un psicólogo que
ha trabajado en diferentes ambientes industriales ves que todo es más o menos
igual", dice la experta.
"Todos son humanos trabajando en
ambientes técnicos. Todos se ven afectados por el mismo tipo de emociones y de
factores sociales", añade.
Flin dice que el respeto a la autoridad puede
obstaculizar el reporte honesto y abierto de errores y que cuando sucedió el
desastre de Tenerife y los psicólogos observaron cómo era el entrenamiento con
los simuladores de vuelo vieron situaciones alarmantes.
"A los capitanes se les pedía con
antelación que tomaran malas decisiones o fingieran incapacidad para medir
cuánto tiempo le llevaba a los copilotos señalarlo. Uno de los psicólogos que
monitoreaba sus respuestas comentó que "Los copilotos preferirían morir
antes de contradecir al capitán"", comentó Flin.
Frank Cross es un cirujano vascular que
trabaja en Londres. Recuerda vívidamente un error que cometió hace 30 años:
dejó una torunda (un algodón esterilizado) en el cuerpo de una paciente durante
una operación en el intestino.
Cuando la paciente regresó unos meses después
quejándose de un bulto en el abdomen le detectaron la torunda y se la
extrajeron.
Cross dice que siempre es mejor reconocer los
errores. "Tienes que ser abierto y honesto si cometiste un error y mostrar
que lo sientes", dijo.
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