Milagro económico polaco:
desigualdad genera tensión
Associated Press - domingo, 9 de
agosto de 2015
Da la impresión de que a esta
altura todo el mundo se opone a ellos: los contratos temporales que ofrecen
pocos beneficios a los trabajadores y que parecen ser la norma en Polonia en
estos días.
Hasta hace poco el rechazo venía
de los sindicatos y de los partidos de oposición. Sin embargo, hasta el
oficialismo promercado propone actualmente limitar su uso en medio de una ola
de malestar popular que podría poner fin a ocho años de un mismo gobierno en
las elecciones de octubre.
Polonia es el país de la Unión
Europea con mayor número de trabajadores que tienen alguna forma de contrato
temporal, el 28% de su fuerza laboral. Este tipo de vínculo representa una
existencia precaria y acentúa las divisiones entre los que tienen y los que no
en un país con un pasado comunista que, a no ser por esto, ha registrado un
llamativo crecimiento económico.
Los "contratos basura",
como se les dice, buscaban darle flexibilidad a los artistas y otras
profesiones en las que una persona tiene varios empleadores. Carecen de muchas
de las garantías de los contratos normales, como vacaciones pagas, aportes del
empleador a los sistemas de salud y de jubilación y protecciones a los despidos
sin aviso.
"La gente sufre la
inseguridad del mercado laboral", comentó Dominik Owczarek, analista del
Instituto de Asuntos Públicos de Varsovia. "En todos lados hay gente joven
con contratos temporales, con sueldos bajos y mucha incertidumbre, pero en Polonia
representan un porcentaje importante de la sociedad".
La frustración de la gente con
esos contratos o que siente que no se ha beneficiado del milagro económico
polaco ha pasado a ser un componente importante de la agenda política y es
vista como una de las principales razones de la sorpresiva victoria electoral
del nacionalista Andrzej Duda, del Partido Ley y Justicia, que no ve con buenos
ojos la eurozona, en las elecciones presidenciales de mayo, en las que superó
al presidente actual de la Plataforma Cívica.
"Plataforma Cívica no nos ha
ayudado", afirmó Michal Nowocien, de 22 años, quien trabajaba en una
fábrica de chocolate con un contrato temporal, que renovaba mensualmente y no
le ofrecía vacaciones pagas. Nowocien Votó por Duda.
Ahora está empleado como
soldador, también con un contrato temporal, en su ciudad natal de Pionki, de
20.000 habitantes y cuyos sueldos bajos y pocas perspectivas laborales ha hecho
que muchos acepten puestos de trabajo inseguros o se vayan a Europa Occidental.
La presidencia es un cargo
mayormente simbólico. Pero en octubre habrá una votación parlamentaria más
importante y las encuestas indican que Plataforma Cívica, que gobierna el país
desde hace ocho años, podría sufrir otra derrota. Ley y Justicia le ha sacado
ventaja con la promesa de ayudar a los pobres a partir de una mayor intervención
del estado en la economía.
Una nueva victoria de Ley y
Justicia representaría un fuerte giro político en Polonia, la sexta economía
más grande de la UE. El partido plantea subir los impuestos a los bancos, que
son propiedad de empresas extranjeras en su mayoría, y a las grandes tiendas.
Estadísticas del gobierno indican
que aproximadamente 1,4 millones de personas tienen contratos temporales con
pocos beneficios, comparado con el medio millón que había hace cinco años.
Cifras de la UE, por otro lado, revelan que el porcentaje de personas con
contratos temporales en Polonia es el más alto entre los 27 miembros del
bloque. El año pasado abarcó al 28% de los trabajadores.
"Yo tengo uno de esos
contratos y me encanta", sostuvo Radek Ciszewski, consultor que aprecia la
flexibilidad de los contratos temporales. Pero hay quienes dicen que mediante
esos contratos se abusa de los trabajadores. A menudo personas que trabajan a
tiempo completo desde hace años son obligadas a renovar sus contratos mensualmente.
Estos trabajadores sin contrato
fijo rara vez consiguen hipotecas y viven con una inseguridad que impide que
muchos comiencen familias. Esto, a su vez, amenaza con agravar la bomba de
tiempo demográfica de Polonia, que tiene una de las tasas de nacimiento más
baja de Europa con 1,3 bebés por persona. Una nueva legislación que entrará en
vigor el año que viene limitará el uso de estos contratos y la primera ministra
Ewa Kopacz ha dicho que los restringirá más todavía en el futuro.
A pesar de las promesas del
gobierno, no obstante, una auditoría estatal reveló hay ministerios en los que
casi la mitad de los empleados tienen "contratos basura". El que más
tiene, el Ministerio de Cultura, se justifica diciendo que necesita los
conocimientos de consultores de afuera.
Hasta el principal diario del
país, la Gazeta Wyborcza, que desempeñó un importante papel en la transición
hacia una economía de mercado tras la debacle del comunismo, dice que los
contratos basura representan una forma de capitalismo desregulada que ha
llegado demasiado lejos. El diario inició una campaña en contra de esos
contratos el 20 de julio, diciendo que "están demoliendo nuestro mercado
laboral".
"Durante la transformación
esta flexibilidad nos ayudó a atraer inversionistas y a combatir el alto
desempleo", dijo la Gazeta Wyborcza. "Al mismo tiempo, nos ha traído
terribles consecuencias sociales".
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