4 tips para llevar tu empresa a
procesos eficientes
FORBES, 12 de julio del 2015
Uno de los principales retos de
una compañía en crecimiento se relaciona con estandarizar sus procesos, pero no
te preocupes: gestionar este tipo de cambio hacia procesos eficientes puede
hacerse de forma oportuna y simple. Aquí te decimos cómo.
Uno de los principales retos de
una compañía en crecimiento se relaciona con estandarizar sus procesos. El paso
entre dejar de ser una organización en la que una sola persona lleva de forma
manual procesos clave, tales como facturación, cobranza, etc., para convertirse
en una compañía con procesos formales que apoyen una estrategia real de crecimiento
es un factor determinante. He visto compañías con un producto o servicio muy
exitoso sufrir de manera innecesaria en esta inevitable transición hacia la
institucionalización de sus procesos.
La implementación de procesos
eficientes, que reduzcan errores y liberen tiempo usado en actividades de poco
valor agregado se vuelve esencial a la hora de pensar en los tres pilares de
una organización: sus clientes, empleados y accionistas. La forma más fácil de
saber cuándo documentar y estandarizar un proceso llega como retroalimentación
desde alguno de los tres pilares. Por
ejemplo, cuando los empleados empiezan a viajar y tienen que documentar sus
gastos para efectos fiscales y de control interno. En el momento en que la carga administrativa
de hacer esto genera quejas como “tardo medio día al mes llenando formatos para
comprobar mis gastos y dándole seguimiento a mi reembolso”, se vuelve evidente
la necesidad de diseñar un proceso estándar.
La realidad es que gestionar este
tipo de cambio hacia procesos eficientes puede hacerse de forma oportuna y
simple. Aquí cuatro ideas a considerar:
Definir prioridades: para
comenzar, recomiendo hacer una lista con los procesos críticos de la
organización, los cuales se convertirán en los primordiales. Escuchar a
clientes, empleados y accionistas es clave. Una vez identificados, se deben
incluir nombres de los responsables, tiempos y fechas de entrega. Existen
numerosas formas de documentar un proceso, pero las más comunes se basan en los
diagramas de flujo.
Incluir formatos: el formato lo
dice todo, por eso es importante que transmita exactamente lo que queremos
decir. Debe ser amigable para el usuario y para quien lo lea, que describa de
lo general a lo particular. Es importante que todos los documentos cuenten con
un formato definido, y para ello existen herramientas muy útiles que pueden
facilitar la asignación de trabajos y monitorear los resultados.
Documentar pasos: en este punto,
es excelente idea nombrar a un líder o varios por área que documenten con
detalle todo lo sucedido durante la implementación de los procesos. Aunque
puede ser una tarea monótona, es sumamente efectiva a la hora de mejorar los
procesos y también para detectar áreas de oportunidad en caso de que existiera
alguna. Una bitácora siempre será una gran herramienta.
Momento de ejecución: ya cuando
se han definido prioridades, responsables, tiempos, formatos y demás acciones,
llega el momento de comenzar a ejecutar lo documentado. En este paso, todos los
involucrados reportan la metodología recopilada con las prácticas más exitosas
y con base en éstas se puede dar inicio a la capacitación del personal. Y
posteriormente se realizan los ajustes y mejoras.
Dar continuidad y actualización a
los documentos elaborados son puntos fundamentales para que los procesos sean
exitosos, por eso, el usuario debe nutrir constantemente con experiencias y
aprendizajes. En la medida en que cada área trabaje efectivamente,
independiente una de otra pero trabajando de manera colaborativa y cumpliendo
con sus funciones, la empresa tendrá mayores probabilidades de crecer e
incrementar su negocio.
Carlos Carriedo
Carlos Carriedo, Vicepresidente y
Gerente General de American Express Global Corporate Payments Latinoamérica.
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