¿No soportas a tus ‘co-workers’? ¡Aquí
la solución!
Cosmopolitan - agosto de 2015
Todo marcha de maravilla en la
oficina si hay buen ambiente laboral, pero cuando no es así, tu vida puede
convertirse en un infierno
Aprende las claves para llevarte
bien con tus compañeros de trabajo y sé feliz mientras lo haces.
1. Cuida tus modales
Los conozcas, te caigan bien o
mal, sean de tu mismo departamento o nunca los has visto, cuando te cruces con
alguien en el pasillo siempre sonríe y saluda. No hace falta que hagas una
fiesta o que finjas amor incondicional; un simple “buenos días” o un “hola”
puede hacer la diferencia. Lo ideal es que hagas contacto visual y, que si
sabes como se llama la persona en cuestión, saludes por su nombre. Si en tu
oficina hay sitios comunes como la cocina, deja siempre tus platos limpios y ni
se te ocurra olvidar un tupper en el refri durante semanas. Esas pequeñas
cosas pueden hacer la diferencia entre llevarse bien o mal, así que respeta al
máximo esos detalles.
2. Usa los canales de
comunicación
Hay personas a las que se les da
muy bien comunicarse por email, pero otras prefieren el teléfono o hablar de
frente. Identifica qué método funciona mejor con cada uno. Tal vez tu jefe
prefiera que le expliques verbalmente ese nuevo proyecto que tienes entre manos
o que tu compañero de mesa opte por recibir un Whatsapp cuando quieres decirle
algo. ¿Vas a usar el correo? Asegúrate de que sea claro y conciso. Por
ejemplo, en el asunto abrevia el motivo del correo y en el cuerpo, explica el
tema con claridad. Siempre empieza con un saludo y una despedida. Ten
precaución cuando debes añadir a una persona en copia, sobre todo si se trata
del jefe de a quien te estás dirigiendo. También es importante que no se te
pase contestar los correos. No hay nada más insoportable que alguien que se
queda esperando una respuesta durante días.
3. ¿Usas el tiempo de los demás?
Si necesitas de otros para
realizar tu trabajo, organízate bien para hacer uso de sus servicios durante
el horario laboral. Aunque seas la jefa no esperes que los demás siempre
estén a tu disposición o que trabajen horas extra sólo porque tú quieres.
Obviamente siempre surgirán emergencias, y tarde o temprano todas las personas
terminan trabajando en horarios que no les corresponden; sin embargo, es
importante que cuides que los demás no paguen los platos rotos sólo porque
has hecho una mala administración del tiempo.
4. Pide sólo la ayuda necesaria
Las personas que piden demasiados
favores tarde o temprano cansan. No está mal solicitar ayuda, pero antes de
hacerlo piensa si de verdad es algo que tú no puedes resolver o si hay algo
que al menos puedas adelantar para que el proceso de apoyo sea más sencillo.
5. Ojo con las redes sociales
Aunque creas que tu perfil de
Facebook está superprivado, ¡algo se puede escapar! Para evitar problemas
jamás hables mal sobre tu empresa o sobre alguien del trabajo. De hecho lo
mejor sería que no publicaras nada personal que pudiera comprometerte o afectarte
a nivel laboral, como fotos en las que aparezcas muy enfiestada o con ropa
demasiado provocativa, pues seguramente hay alguien en tu oficina que ama las
habladurías y puede intentar perjudicarte.
6. ¡No hagas chismes!
Resiste la tentación de querer
saber la vida de los demás. Aunque es atrayente y puede despejarte de lo
cotidiano, es lo peor que puedes hacer. Si no lo has resistido, ni se te ocurra
dejar rastro por escrito; es decir, a través de email o Whatsapp, ya que en el
futuro alguien podría utilizarlo en tu contra. Lo mejor es no confiar
demasiado en nadie y dedicarte a hacer tu trabajo.
7. Deja las quejas
Aunque odies a tu jefe, la
política de la empresa o tus horarios de trabajo, cuida que (al menos en la
oficina) esas opiniones no salgan de tu boca. Habla de ello con tu novio, tus
amigas o tus padres, pero intenta ser imparcial con tus compañeros. ¡Nunca se
sabe quién más puede estar escuchando!
8. Reconoce tus errores
No intentes echarle la culpa a
alguien que no la tiene, porque ¡te aborrecerán de por vida! Es mejor afrontar
la verdad y buscar una estrategia para que no vuelvas a come- ter el mismo
error. Si ves que alguien más ha cometido un tropezón, procura hablar primero
con esa persona en vez de acusarlo con tu jefe.
9. No hables sobre tu salario
Es un tema que despierta mucha
curiosidad, pero es mejor mantenerlo en secreto, pues no sabes si los demás
mienten sobre lo que ganan, si les da envidia que tú tengas más ingresos o si
puedan usar esa información en tu contra, por ejemplo, reclamándole al jefe
por qué uno gana más que el otro. Si alguien te pregunta lo que percibes
simplemente haz como si no hubieras oído, cambia el tema o, bien, responde con
otra pregunta que no tenga nada que ver, como ¿sabes si mañana va a llover?
10. Colabora en lo que puedas
Siempre y cuando no interfiera
con tu trabajo y productividad, ayuda tanto como puedas a tus colegas, sobre
todo si lo ves en apuros. Si no quieres hacerlo, entonces ¡no des problemas! Si
puedes hacer algo para agilizar las cosas de los otros o, bien, no entorpecer
su camino, ¡actúa! Piensa que si todo el equipo funciona, habrá mejor
ambiente en la oficina y, por lo tanto, tú también te verás beneficiada.
11. Trabaja en equipo
Hoy día una sola persona
difícilmente podrá hacer grandes cambios en una compañía, pero sí influye
mucho lo que hace cada uno, por eso respeta las funciones de los demás,
confía en ellos y, sobre todo, concéntrate en hacer lo que sabes. Aunque una
sinergia depende mucho de los procedimientos de organización de cada empresa,
también es responsabilidad tuya y de que cada uno de tus compañeros que se
lleven a cabo los proyectos y todo fluya. Si todos ponen de su parte, vivirán
en armonía.
12. Convive
¿Cuando es el cumpleaños de alguien
de la oficina suelen comprar un regalo o un pastel? En vez de verlo como un
compromiso del que no te puedes escapar, tómalo con entusiasmo. ¿Tus
compañeros se suelen reunir para tomar algo de vez en cuando? Aunque no sean
tus personas favoritas haz el esfuerzo por ir, pasártela bien, tratar de ser
empática y hasta descubrir si alguno de ellos puede convertirse en un amigo.
13. ¿Guerra declarada?
Si con alguno de tus compañeros
de trabajo hay demasiada mala vibra, pero no puedes dejar de trabajar con esa
persona, lo mejor es afrontar la situación. Habla con el sujeto en cuestión y
plantéale una tregua; es decir, dile que aunque no es necesario fingir que se
caen bien, sí es importante que ambos pongan de su parte para sacar el
trabajo. A veces al confrontar a las personas es más fácil eliminar las
tensiones.
14. Sé clara con lo que quieres
Si tienes un equipo a tu cargo,
no permitas que queden dudas cuando des instrucciones. Para lograrlo, después
de una reunión siempre envía un correo en el que quede por escrito los
parámetros acordados, las fechas de entrega, los objetivos esperados y
cualquier otro detalle claramente definido para evitar que haya confusiones.
15. Da las gracias
Cuando se trata de relaciones
personales, los pequeños detalles hacen la diferencia y si quieres que los
demás aprecien tu trabajo, tú también deberás hacer lo mismo. Si le ha
pasado algo bueno a alguno de tus compañeros, felicítalo y de corazón,
alégrate por sus éxitos. ¿Alguien hizo algo por ti? Deja una nota en su
escritorio como muestra de tu agradecimiento. Aunque solamente estén
cumpliendo con su obligación, estos pequeños gestos propician un ambiente de
gratitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario