Clasifica tus gastos y cambia tu
panorama financiero
FORBES,7 de julio del 2015
Clasificar los gastos permitirá
que cada vez que adquieras desde un chicle, hasta una casa, tengas esa sana
costumbre de pasar el gasto por el filtro de tu mente: ¿Es un Gasto
indispensable, Calidad de vida o Estilo de vida? ¿Vale la pena comprarlo o
puedo adquirir algo equivalente en el grupo adecuado?
Piensa un momento en todas las
cosas en las que normalmente gastas. Si aprendes a dividirlas en los siguientes
cuatro grandes grupos, tu vida financiera podría mejorar.
Grupo 1. Necesidades básicas
Incluye todos aquellos gastos que
son indispensables para vivir: alimento, ropa, calzado, agua, transporte,
medicinas, servicios, etc.
Grupo 2. Calidad de vida
Una vez que han sido satisfechas
tus Necesidades básicas tendrás todavía una necesidad secundaria que tiene que
ver con todo lo relacionado a tu comodidad y seguridad. ¿Qué es aquello que no
es una necesidad básica pero te brinda comodidad o seguridad? Un automóvil por
ejemplo, podría entrar en esta categoría.
Grupo 3. Estilo de vida
Son los gastos destinados al
placer, al estatus, a la imagen personal, lujos y marcas; por ejemplo: el
último smartphone, la tablet, la ropa cara o accesorios personales, etc.
El truco es poner cada gasto en
el grupo correcto y esto no siempre es tan sencillo como parece. Por ejemplo,
¿en qué grupo pondrías la TV de paga?; algunos dirán que en Calidad de vida y
otros dirán que en Estilo de Vida, ¿y las vacaciones?, ¿y las comidas en
restaurantes? Algunos dirán que el teléfono celular es una Necesidad básica y
otros lo ubicarán en Calidad de vida y otros más en Estilo de vida.
La mayoría de las confusiones se
producen entre los grupos 2 y 3, pero es importantísimo aprender a distinguir
correctamente en dónde va cada gasto, porque los peligros que pueden impactar
financieramente tu vida de forma negativa, normalmente son aquellos que caen en
el tercer grupo.
El problema es que un mismo
concepto puede tener diferentes clasificaciones. Veamos algunos ejemplos: el
transporte es una necesidad básica, el transporte en automóvil es un gasto de
calidad de vida pero un automóvil equipado, último modelo y de marca de lujo es
un gasto de estilo de vida.
Tomar unos días de descanso es
una necesidad básica, salir de vacaciones a un lugar familiar es calidad de
vida, pero pasar dos semanas en Europa es más bien estilo de vida.
La ropa es una necesidad básica,
la ropa bonita y presentable nos hace sentir con buena calidad de vida, pero la
ropa de marca y de un renombrado diseñador se convierte en un gasto de estilo
de vida.
¿Te das cuenta? A veces es
difícil distinguir, la línea en muy delgada. Piensa en la comida, el café y
hasta el agua que bebemos, porque no es lo mismo obtenerla de un filtro que de
una botellita que puede costar la mitad de un salario mínimo, o más.
Mi recomendación es que cuando
hagas tus cuentas personales o tu plan financiero, dividas tus gastos en estos
tres grupos y analices uno por uno los conceptos que lo integran para
clasificarlos correctamente. Recuerda que un gasto no sólo puede ser difícil de
clasificar, sino que puede “brincar” de un grupo a otro según evolucione tu
vida financiera, por ejemplo, el cine puede caer en Calidad de vida, pero si de
repente comienzas a preferir las salas VIP, ese mismo concepto cambiará de
rubro.
Cuando hagas este poderoso
ejercicio personal, seguramente notarás que los gastos emocionales casi siempre
caen en el grupo 3: Estilo de vida. Por ejemplo: si quieres comprarte el nuevo
smartphone aunque el anterior todavía funciona bien, o si quieres comprarte un
coche nuevo mejor equipado que el actual, o si deseas esa pantalla de TV más
grande que la que tienes ahora y con más funcionalidades, ¡estás cayendo en un
gasto emocional! Eso significa que te estás dejando llevar más por cómo te vas
a sentir cuando adquieras ese producto, que lo que realmente lo necesitas.
El grupo 3 es donde están los
gastos hormiga, los gastos superfluos destructivos, las extravagancias y los
desperdicios.
El grupo 3 es donde están los
gastos que puedes recortar en tu presupuesto si deseas lograr una mejor vida
financiera o si deseas invertir en un proyecto o ahorrar para cumplir algún
objetivo.
Una vez que hagas tus cuentas
personales o tu plan financiero con estos ojos, comenzarás a tomar consciencia
en cada compra que hagas y lo harás de forma natural, no molesta. Cada vez que
adquieras desde un chicle, hasta una casa, tendrás esa sana costumbre de pasar
el gasto por el filtro de tu mente: ¿Es un Gasto indispensable, Calidad de vida
o Estilo de vida? ¿Vale la pena comprarlo o puedo adquirir algo equivalente en
el grupo adecuado? Yo espero que este proceso te resulte útil y enriquezca tu
vida, literalmente.
Grupo 4. Gastos buenos
Finalmente, existe un último
grupo de gastos (Grupo 4) que no contemplé en los tres grupos anteriores porque
se refieren a los llamados “gastos buenos” que en realidad son inversiones
disfrazadas de gastos. Aquí entrarían los cursos, diplomados o estudios avanzados
dirigidos a incrementar nuestros conocimientos o habilidades para generar o
mejorar nuestros ingresos, las pólizas de seguros, las inversiones para iniciar
o expandir algún negocio personal, etc. Estos gastos son ideales para el
crecimiento financiero personal y sería genial que los pudieras adquirir con el
dinero que ahorres en el Grupo 3.
Arturo Luna
Director en el área de Retiro de
Mercer en la Ciudad de México. Participa en diversos proyectos de consultoría
actuarial para grandes empresas del mercado nacional.
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