Qatar y 4 casos cuando el calor fue demasiado
caliente
BBC Mundo - febrero de 2015
No se puede jugar en el verano del hemisferio
norte, es demasiado caliente.
Así concluyó el grupo de trabajo establecido
por la FIFA para definir las fechas del Mundial de Qatar 2022.
El torneo, recomiendan, debe ser jugado entre
los meses de noviembre y diciembre en lugar del tradicional período entre junio
y julio.
El problema es que las temperaturas en Medio
Oriente en esa época oscilan entre los 40 y 50 grados centígrados, lo que haría
casi imposible la práctica del fútbol.
Las temperaturas pueden alcanzar hasta 50ºC en
el verano en Qatar.
Los organizadores prometieron durante su
campaña que construirían estadios con modernos sistemas de aire acondicionado,
pero eso no incluye los campos de entrenamiento y mucho menos los lugares
reservados para los aficionados.
La fecha entre noviembre y diciembre no fue
bien recibida por toda la familia del fútbol, que mostró su preocupación por
los problemas que va a causar al calendario de las principales competiciones de
clubes, principalmente en Europa y en Sudamérica.
Pero, ¿tiene justificación la decisión de la
FIFA? ¿Cuándo es que el calor es demasiado caliente para el deporte?
Momento crítico
Son muchos los cambios que suceden en el cuerpo
de un atleta cuando está expuesto a temperaturas muy elevadas.
En ese momento el cuerpo reacciona aumentando
el flujo sanguíneo en la superficie de la piel, llevando el calor dentro del
cuerpo a la superficie. Esto es el sudor.
Las autoridades de Qatar prometieron que
integrarán modernos sistemas de aire acondicionado en los estadios.
Si la temperatura exterior pasa la barrera de
los 39- 40ºC, algo seguro en Qatar, el cerebro le ordena a los músculos que
bajen el ritmo y es cuando se produce la fatiga.
Jamie Pringle, fisiólogo del deporte del
Instituto del Deporte de Inglaterra en Sheffield, le explicó a la BBC que
mientras más en forma esté el deportista, en mejores condiciones estará de
hacerle frente al calor.
"El entrenamiento ayuda a aumentar el
volumen de la sangre en el cuerpo", señala Pringle. Esta es la razón por
la cual un deportista de élite puede tener de 10 a 12 litros de sangre, en
comparación con los seis litros de un hombre promedio.
Pero si bien eso contribuirá a su desempeño, el
futbolista también deberá cuidar otras áreas, pues el calor extremo también
hace que se hinchen los pies y la presión atmosférica requiere de una mayor
fuerza para producir el mismo tipo de movimiento.
"Entonces se va a agotar más rápido",
le dijo a BBC Mundo el médico deportivo Guillermo Aponte.
Desde alucinar hasta el asfalto derretido
Hay cuatro casos en los que el calor extremo
afectó directamente al deporte. BBC Mundo los recuerda:
En la Copa de Brasil el año pasado México y
Holanda protagonizaron el primer partido en el que hubo un descanso para
hidratación debido al exceso de calor en el estadio.
La República de Irlanda sufrió el extremo calor
durante el Mundial de EE.UU. Terry Phelan y Denis Irwin lamentan la derrota
ante México.
Pero dicha posibilidad no axistía 20 años antes
cuando el Tri jugó contra la República de Irlanda en Orlando, Florida.
"Había 46ºC en el estadio ese día. ¿Cómo
alguien puede jugar fútbol en ese calor no lo sé", recordó una vez el
arquero irlandés Alan Kelly.
"Sentado en el banquillo me sentía
incómodo solamente viendo, no me puedo imaginar lo que sentían los jugadores en
el campo".
El partido fue ganado por México 2-1, pero
Irlanda logró clasificar a la siguiente ronda gracias a ese gol anotado en el
final del encuentro.
Si bien en años reciente se han incorporado
carreras en Medio Oriente al calendario, éstas nunca se disputan en los meses
de verano por lo que no ha habido mayores problemas.
Nigel Mansell (en la foto acelerando durante el
Gran Premio de Gran Bretaña) fue frenado de golpe por el calor de Dallas en
1984.
Ese no fue el caso en 1984 cuando se disputó
una prueba en un circuito citadino en Dallas, Estados Unidos.
El trazado fue construido temporalmente, pero
hubo tanto calor que la pista comenzó a derretirse y, después de unas vuelta de
clasificación, a desintegrarse.
Hubo debate para determinar si debía disputarse
la carrera, pero como el espectáculo no se podía detener los pilotos salieron a
la pista.
El ganador fue el australiano Keke Rosberg,
pero la imagen que se recuerda es la del británico Nigel Mansell tratando de
empujar su Lotus hasta la meta tras quedarse sin combustible en la última
curva.
Mansell colapsó, claramente mermado físicamente
por el calor.
En 2014, la ciudad de Melbourne sufrió durante
cuatro días consecutivos la ola de calor más intensa en 100 años.
Frank Dancevic no pudo terminar su partido en
el Abierto de Australia de 2014.
Los efectos fueron evidentes entre los
jugadores y aficionados.
Mientras unos tenistas vomitaron, otros
tuvieron problemas con las derretidas suelas de sus zapatos.
Raroslava Shevdova tuvo que ser tratada de
urgencia, mientras Jelena Jankovic se quemó parte de la espalda al sentarse en
una silla que había quedado expuesta al sol.
Sin embargo, el caso más llamativo fue el del
canadiense Frank Dancevic, quien alucinó y se desmayó después de un set y medio
de partido.
"Me sentía mareado desde la mitad del
primer set y entonces vi a Snoopy. Pensé, 'mira, Snoopy, eso es extraño'",
recordó tras el partido.
El jefe médico del torneo rechazó las quejas en
una entrevista con la BBC en ese momento. "Evolucionamos en las sabanas de
África persiguiendo antílopes durante ocho horas bajo estas condiciones".
Lo cierto es que las protestas de los jugadores
fueron escuchadas y los organizadores adoptaron medidas para la edición de
2015.
Cómo el extremo calor puede afectar el
resultado de un evento deportivo quedó en evidencia durante la disputa del
maratón femenino en Atenas, en el verano de 2004.
La gran favorita para el evento fue la
británica Paula Radcliffe, quien venía de establecer récords en la distancia
durante los maratones de Londres y Boston.
Paula Radcliffe yace destrozada tras abandonar
en el maratón de Atenas en 2004.
Pero la indiscutida reina del maratón no pudo
con la temperatura, en partes del trayecto superior a los 35ºC, con la que
amaneció la capital griega ese día.
Radcliffe no aguantó y el drama de su llanto,
sentada al borde del camino, impactó a todo Reino Unido.
"Si hubiera sido un recorrido más plano,
pero sobre todo si la temperatura hubiera sido menor, seguramente hubiera
aguantado", dijo en ese momento el psicólogo deportivo Clyde Williams.
"No se trata de que te duelen la piernas,
simplemente te sientes terrible y te detienes. La gente que no le hace caso
puede morir", advirtió.
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