¿Quieres dormir bien? No utilices 'tablets' ni
pantallas luminosas antes de acostarte
El Confidencial - domingo, 28 de
diciembre de 2014
La fuerte luz que emiten las pantallas de las
tablets hace que, si se emplean antes de dormir, puedan tener efectos negativos
sobre el sueño. Esta preocupación no es nueva, pero es cierto que mucha gente
prefiere utilizar el iPad como ereader, en lugar de comprar un verdadero lector
de libros electrónicos. Una decisión que muchas veces está motivada por la
falta de presupuesto y la necesidad de tener todas las funciones en un mismo
gadget.
Pero leer en pantallas brillantes como la del
iPad podría cambiar los ritmos biológicos, hacer que a la mañana siguiente
estemos menos despiertos y por la noche menos cansados. Son las conclusiones de
un estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela Médica de Harvard
(EEUU), y que se publica hoy en la revista PNAS.
“La diferencia entre leer en un iPad y en un
libro es que en el primer caso se mira directamente a la fuente de luz,
mientras que en el segundo la luz se refleja en las páginas”, explica a
Teknautas la investigadora del hospital Brigham de Boston (EEUU) y autora
principal del estudio, Anne-Marie Chang.
Por este motivo, la experta considera que los
efectos que tiene el iPad sobre el sueño son los mismos que tendrían un
smartphone, un ordenador y cualquier otro dispositivo cuya pantalla emita luz.
“La intensidad lumínica es muy similar, así como la longitud de onda, que es de
unos 450 nanómetros”, asegura.
No sucede lo mismo con muchos ereaders, como
los modelos antiguos de Kindle, cuya pantalla no emite luz alguna y debe ser
iluminada por una luz externa. “Son iguales que un libro impreso”, explica
Chang, que asegura que estos dispositivos no tendrían efectos sobre el sueño y
los ritmos biológicos.
La preocupación por el efecto que provocan las
pantallas electrónicas antes de acostarse no es casual. La luz es el factor más
importante de los que afectan a los ritmos biológicos, encargados de determinar
los patrones de sueño, alimentación y actividad de los animales, incluidos los
seres humanos. Por ello, muchos investigadores han intentado dilucidar si la
exposición a una iluminación tan fuerte por la noche tiene algún efecto sobre
la salud.
Más cansados por la mañana, más despiertos por
la noche
El estudio de Chang sugiere que hay que
controlar cuándo se utilizan estos dispositivos. La investigadora recomienda
leer en libros impresos o ereaders que no emitan luz antes de dormir.
Pero, ¿qué ocurre con aquellas personas que
deben utilizar pantallas luminosas, como la del ordenador, antes de dormir? En
este caso, Chang recomienda descargar el programa gratuito F.lux, que adapta la
luz del ordenador durante la noche. La aplicación cambia la temperatura de
color de la pantalla a lo largo del día: más fría por la mañana y más cálida
por la noche. Algo que también es, según sus desarrolladores, mejor para la
vista.
Para demostrar su hipótesis, Chang seleccionó
a 12 voluntarios para analizar el efecto
que causan estos aparatos sobre el sueño. Durante cinco días consecutivos
leyeron durante varias horas en un iPad antes de dormirse. Debido a ello, los
participantes se encontraron menos cansados por las noches, les llevó más
tiempo dormirse y su actividad matutina se redujo, pues se sentían más
fatigados por la mañana.
No solamente eso, sino que los análisis de
sangre revelaron una disminución en los niveles de melatonina. Esta hormona
varía a lo largo del día, ya que responde a la luz ambiental. Se encarga de,
entre otras funciones, regular los ritmos circadianos. Por supuesto, todos
estos efectos no se produjeron tras la lectura de un libro tradicional, y Chang
está convencida de que tampoco se habrían producido con un ereader que no
emitiera luz.
Los participantes leyeron en su iPad durante
cuatro horas, un tiempo que podría parecer exagerado. Sin embargo, Chang
asegura que el adolescente medio gasta más de 7 horas al día delante de estos
dispositivos (y otros con pantallas brillantes como ordenadores, smartphones y
videoconsolas). Por este motivo el intervalo estudiado sería comparable al
real.
Este no es el primer estudio que cuestiona el
uso de dispositivos electrónicos antes de dormir. En 2012, una investigación
publicada en Nature aseguraba que el uso de pantallas brillantes como la del
iPad antes de irse a la cama repercutía en el estado de ánimo y la capacidad de
aprendizaje. Sin embargo, y a pesar de la repercusión que tuvo, es importante
señalar que se llevó a cabo exclusivamente con ratones. El estudio de Chang,
esta vez sí, sugiere que los seres humanos (y no sólo los roedores) deberían
limitar las pantallas luminosas antes de acostarse.
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