El deporte en 2014
Associated Press - jueves, 25 de
diciembre de 2014
15 de febrero. Ray Rice agrede a su novia en un
hotel de Atlantic City.
"Altercado menor". Fue la descripción
inicial dada por el abogado del running back de los Ravens del incidente con su
entonces novia Janay Palmer, en el fin de semana del Día de los Enamorados. En
realidad lo ocurrido en el hotel Revel fue algo grave, algo que acabaría
poniendo en evidencia a la NFL, que todo este tiempo se había hecho de la vista
gorda con los recurrentes casos de violencia doméstica que involucraban a sus
jugadores.
Casi de inmediato se difundió un video en el
que Rice arrastraba a la mujer tras haberla golpeada en el elevador. La liga le
impuso una suspensión de dos partidos. Pero había otra grabación, en la que se
veía cuando Rice golpeaba brutalmente a su actual esposa. Ese video finalmente
vio luz pública y se convirtió en una pesadilla para Roger Goodell, el
comisionado de la liga. Pero la popularidad de la NFL sigue inmune, algo
reflejado en que las emisiones de los partidos lideran los índices de
teleaudiencia.
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24 de mayo. Real Madrid-Atlético de Madrid, la
final española de la Liga de Campeones.
Corrían los 93 minutos en el Estadio de la Luz
de Lisboa y el Atlético doblegaba 1-0 a su vecino. Diego Simeone palpitaba con
dar a los colchoneros su primer cetro como campeón de Europa. Hasta que
apareció Sergio Ramos, el central del Real Madrid, elevándose para cabecear el
tiro de esquina cobrado por su compatriota Luka Modric, batiendo al portero
Thibaut Courtois.
El partido se fue a tiempo extra. Con Angel di
María como propulsor, los goles de Gareth Bale, Marcelo y Cristiano Ronaldo
estamparon el 4-1 definitivo. Al definir de penal, con su 17mo gol del torneo,
Cristiano se quitó la camiseta para exhibir su musculatura. Era el reflejo
imperial de un Real Madrid que volvía a reinar en Europa tras 12 años de espera
por la "Décima" Copa de Europa.
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15 de junio. La clavada de Manu Ginóbili en el
quinto juego de la serie final de la NBA.
El signo de exclamación de la victoria de los
Spurs de San Antonio se produjo en un asombroso segundo cuarto. Manu Ginóbili
tomó el balón por el centro de la pintura, se desmarcó de Ray Allen y se elevó
para clavar con la zurda el balón ante el mastodonte Chris Bosh, uno de los
tres súper astros de Miami. Una jugada para los afiches rumbo a un desigual
triunfo 104-87, para el quinto título de los Spurs en 16 temporadas bajo la
conducción de Gregg Popovich.
Ginóbili, Tony Parker y Tim Duncan acabaron
estropeando la ambición de un tercer título seguido de LeBron James y el Heat. Pero
den crédito a Popovich, relegado a un segundo plano en el panteón de los
grandes entrenadores de la NBA por Phil Jackson y Pat Riley. Pop supo regular
los minutos de su trío de veteranos y pulir nuevo talento como Kawhi Leonard
(el más valioso de la final).
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24 de junio. El mordisco de Luis Suárez en el
Mundial.
El marcador en Natal mostraba un 0-0 a los 79
minutos. Uruguay era pura angustia al verse fuera del Mundial. El único
resultado que le servía ante Italia era la victoria. Y fue cuando apareció la
dentadura del delantero uruguayo, en un tercer incidente en el que muerde a un
rival.
¿En serio? Pues sí. En un forcejeo dentro del
área italiana, Suárez acabó mordiendo al zaguero Giorgio Chiellini, quien con
desesperación le mostraba al árbitro mexicano Marco Rodríguez la marca dejada
por el charrúa. Suárez no fue expulsado y Diego Godín anotó a los 81 para el
triunfo que prolongó la estadía de la Celeste en Brasil. Pero el
"Pistolero" no pudo jugar en la derrota ante Colombia en los octavos
de final al caerle una fulminante suspensión que le dejó fuera del torneo y
durante los siguientes cuatro meses.
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8 de julio. El Mineirazo de Brasil en las
semifinales de su Mundial.
Como se hizo costumbre antes de cada partido de
la Canarinha frente a sus aficionados, el prólogo era marcado por la vibrante
interpretación del himno nacional. Ese trance se repitió en el Estadio Mineirao
de Belo Horizonte frente a Alemania. Los brasileños silbaban cada vez que un
alemán tocaba el balón. No tenían las más mínima idea del castigo que se venía.
Pasaron 11 minutos y cayó el primer gol tras un
tiro de esquina. Thomas Mueller lo remató a placer. ¿Remontaría el local? Para
nada, sin el goleador Neymar (lesionado) y el zaguero Thiago Silva
(suspendido), era un equipo atolondrado. Y fue cuando empezó el aluvión de
goles alemanes, cinco en un lapso de 18 minutos. Todo terminó con un lapidario
7-1. Del Maracanazo de 1950 al Mineirazo de 2014, otro trauma para la selección
con más campeonatos mundiales. Pueden presumir de sus cinco copas, pero nunca
en casa.
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13 de julio. Goetze y el gol que sentenció el
Mundial.
La volea de James Rodríguez. La palomita de
Robin Van Persie. El Mundial ofreció una impresionante cantidad de goles de
alta factura. Ahora bien, el que Mario Goetze anotó en la final quizás no ha
sido valorado en su justa dimensión. Un gol trascendental porque (1) no sólo
significó la conquista de un cuarto título para Alemania al sentenciar el
triunfo 1-0 contra Argentina y (2) la extraordinaria elaboración y ejecución
del mismo.
A los 113 minutos, en una prórroga, el duelo en
el Estadio Maracaná parecía condenado a una definición por penales. Una jugada
impecable por parte de los alemanes: el medido pase desde la izquierda por
Andre Schuerrle, el temple de Goetze para dominar la pelota Brazuca con el
pecho y, sin dejar que picara, clavarla al fondo al estirar la pierna zurda
ante la salida del arquero Sergio Romero. ___
26 de septiembre. Derek Jeter, y un último hit
conmovedor en el Yankee Stadium.
Fue el guion perfecto para el fin de una era,
20 años seguidos con el mismo equipo y erigiéndose como figura icónica del
béisbol de Grandes Ligas.
El capitán de los Yanquis conectaba un sencillo
en la parte baja del noveno inning para sellar una victoria 6-5 contra
Baltimore en su último juego en su estadio. Todavía le quedaban unos juegos más
en Boston, y los fanáticos del rival más enconado de su equipo no tuvieron
reparo en corear el nombre del "Número 2" al retirarse con 3.465 hits
(sexto en la lista de todos los tiempos) y cinco campeonatos de la Serie
Mundial.
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29 de octubre. Madison Bumgarner, el pitcher
indomable de la Serie Mundial de béisbol.
Previo al partido que definiría el campeón de
las Grandes Ligas, Bruce Bochy adelantó que Madison Bumgarner podría lanzar
"al menos 50, 60 lanzamientos". Al final, el as de los Gigantes tiró
68 desde el montículo del Kauffman Stadium de Kansas City en un sensacional
relevo de cinco innings. El último lanzamiento fue un foul bateado por Salvador
Pérez que acabó en el guante del tercera base Pablo Sandoval para sentenciar la
victoria 3-2 y el tercer campeonato de la Serie Mundial conquistado por San
Francisco desde 2010.
Pensar que dos noches antes, luego de ser
blanqueados por el zurdo, los Reales daban como hecho que no tendrían que
enfrentar más a Bumgarner. Pero volvió a aparecer, para preservar una ventaja
de una carrera a partir del quinto inning. Sacó out a 15 de los últimos 16 bateadores
que enfrentó y dejó en 0.25 su efectividad en 36 innings lanzados en cinco
apariciones en la Serie Mundial.
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23 de noviembre. Roger Federer y Suiza,
campeones de la Copa Davis.
A sus 33 años y con 17 títulos de Grand Slam,
Roger Federer podría darse por satisfecho. No se cansa. Más allá de su
fenomenal clase como tenista, es un competidor nato. Apenas una semana después
en la que debió renunciar a la final de la Copa Masters por una molestia en la
espalda, Federer apareció en Lille.
La anfitriona Francia preparó la final en una
superficie de arcilla. Federer perdió su primer punto ante Gael Monfils, pero
no falló cuando le tocó la responsabilidad de conseguir el decisivo contra Richard
Gasquet, despechándolo 6-4, 6-2, 6-2. Quizás no pudo aumentar su colección
récord de títulos en los Slams, pero Federer sumó el gran título que le
faltaba, el de la Copa Davis con Suiza. Cierto, su oro olímpico es en dobles,
no en sencillos. Pero tiene la mente puesta en Río de Janeiro 2016.
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25 de noviembre. Messi, el devorador de
récords.
El 2014 fue un año de desilusiones para Lionel
Messi. La derrota en la final del Mundial no fue consuelo por haber sido
proclamado como el mejor jugador del
torneo. Su Barcelona completó una temporada sin trofeos. En enero fue superado
por su némesis Cristiano Ronaldo por el Balón de Oro.
Pero el argentino sigue tumbando toda clase de
récords, pero nada como la sucesión que se mandó en un lapso de tres días en
noviembre. Con un triplete ante Sevilla, Messi se convirtió en el máximo
goleador de la liga de España al superar la cifra de 251 que tenía Telmo Zerra.
Y tenía que ser con otro triplete ante el Apoel de Chipre (con qué más podría
ser) se erigió como el máximo anotador de la Liga de Campeones de Europa,
alcanzando los 74 para dejar atrás los 71 Raúl González. A Messi le demandó 91
partidos llegar a los 74, a Raúl le tomó 142.
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