Los jóvenes… más vulnerables que nunca y ¡no lo
saben!
Forbes - lunes, 22 de diciembre de 2014
Tres factores: mayor longevidad, edades más
tempranas de retiro y menores tasas de rendimiento, producirán que nuestros
jóvenes actuales se enfrenten a una situación a la que ninguna de las
generaciones anteriores se había enfrentado antes en la historia: no recibirán
una pensión que les permita vivir dignamente. Entérate.
Imagina lo terrible que se siente ser despedido
de tu empleo. Quizá ya lo has vivido o tal vez no, pero lo cierto es que eso es
algo durísimo. No sólo es el dolor asociado al rechazo, el miedo al futuro, la
incertidumbre por lo económico; también tiene que ver con las ideas que te
atormentan: “¿No fui lo suficientemente bueno? ¿Conseguiré trabajo pronto? ¿Y
si no consigo nada?” Es algo realmente abrumador.
Ahora piensa que te dijeran: “No sólo estás
perdiendo tu empleo, sino que además, durante los próximos 20 años ya no vas a
poder conseguir un trabajo similar”. ¿Te imaginas lo tremendamente duro que
esto podría significar para alguien? Pues esto sucede todos los días; se llama:
jubilación.
Cuando te jubilas, te quedas sin actividad
laboral y por lo general, no podrás conseguir una nueva nunca más, por lo menos
no una del mismo nivel. ¿Qué hacen entonces las personas que se jubilan? Muchas
dependen de sus hijos y otras tienen que seguir trabajando (cuando en realidad
ya deberían estar disfrutando), aunque sea en un empleo menor o en alguno o
varios oficios.
Sin embargo, todos los empleados del sector
privado recibirán el apoyo que brinda la pensión del Seguro Social y eso ayuda
bastante…o por lo menos, por ahora.
Por lo general, las personas que hoy están “en
sus 40’s” (es decir, que tienen 40 o más años de edad) cuando se jubilen
tendrán derecho a una pensión mensual, cuyo monto máximo podría alcanzar hasta
los 45,000 pesos aproximadamente*. ¿Nada mal verdad?
Sin embargo, los que hoy están “en sus 30’s”
(es decir, que tienen de 30 a 39 años de edad) cuando se jubilen tendrán
derecho a recibir una renta vitalicia que será de un máximo de quizá solamente
25,000 pesos*. Por supuesto, este dato es estimado y el valor real dependerá de
los años de ahorro, del rendimiento obtenido, de las comisiones que se paguen
en el Afore, etc. La razón de que este grupo reciba menos que el anterior, se
debe a que ya no tendrán derecho a la Ley anterior del Seguro Social (Ley
1973), su beneficio provendrá de la Afore en la que estén inscritos y por lo
tanto, su pensión no se calculará con una fórmula matemática que garantizaba
cierto monto; el beneficio ahora dependerá del saldo que se logre acumular.
Por último, las personas que hoy están “en sus
20’s” (es decir, que tienen de 20 a 29 años de edad) recibirá un beneficio
máximo que será todavía menor, pues irá desde los 4,000 pesos[i] hasta quizá
los 9,000, en lugar de los 45,000 que recibirá la generación que está en sus
40’s o los 25,000 que recibirá la generación que está en sus 30’s. ¿Por qué los
más jóvenes recibirán un beneficio tan diferente? Pues porque en primer lugar,
ellos tampoco tendrán derecho a la Ley anterior del Seguro Social (Ley 1973) y
su beneficio también provendrá del saldo que acumulen en su Afore, pero en
segundo lugar y más importante aún: las condiciones han cambiado para las
generaciones que hoy están comenzando a trabajar.
¿Qué condiciones cambiaron? Primero, las nuevas
generaciones vivirán más años gracias a todos los avances médicos y
tecnológicos. Entre más años viva una persona, menor es el monto de la renta
vitalicia que recibirá, pues el mismo monto que acumuló en su Afore, se
repartirá entre más años de vida.
Segundo, aparentemente se está generando una
tendencia en el mercado laboral de ejercer el retiro anticipadamente. Las
edades de jubilación de los planes privados han ido disminuyendo: hace 10 años
la edad temprana de retiro más común era de 60 años; actualmente esta edad es
de 55 años y la tendencia es llegar hasta 50, en una buena parte de los
esquemas privados. Esto tiene un doble efecto negativo: entre más temprano te
retires, menos tiempo tienes para ahorrar y al mismo tiempo tendrás más años de
gasto, por lo cual, el beneficio mensual será menor.
Y finalmente y no menos importante: las tasas
de rendimiento siguen en niveles relativamente bajos. Cuando nacieron las
Afores, las tasas promedio estaban en niveles de alrededor del 20%, actualmente
han disminuido a niveles de 6 o 7%. A menores tasas de rendimiento, menores
ahorros y por lo tanto, menor beneficio.
Estos tres factores (mayor longevidad, edades
más tempranas de retiro y menores tasas de rendimiento) producirán que nuestros
jóvenes actuales se enfrenten a una situación a la que ninguna de las
generaciones anteriores se había enfrentado antes en la historia de nuestro
país.
Si estás en tus 20’s, no creas que cuando te
jubiles vas a recibir un monto similar al que recibió tu abuelo o al que
estarán recibiendo tus padres. Tú vas a recibir una cantidad muy inferior a la
que ellos recibieron o recibirán. Y esa cantidad también será muy inferior a la
que estabas acostumbrado a recibir estando activo mediante tu sueldo.
Todos los jóvenes deberían saber esto. La buena
noticia es que las personas jóvenes tienen toda su vida por delante para
prepararse para este tema, pueden resolverlo si toman acción, pero primero
tienen que saberlo y creo que muy pocos lo saben. Lo primero es tomar
conciencia.
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