El 'Millionaire master plan': la fórmula para
ganar muchísimo dinero
El Confidencial - viernes, 19 de
diciembre de 2014
Con sólo 21 años Roger James Hamilton (Hong Kong,
1968) fundó su primera empresa. Tras pasar por compañías de la talla de Dell,
decidió que había llegado el momento de explicar todo lo que sabía sobre el
mundo de los negocios. En 2002 publicó Wink and Grow Rich (Achievers
International), un libro que se convirtió en best seller internacional. Desde
entonces, Hamilton se dedica a asesorar a emprendedores sociales en su camino
hacia el éxito. Algo que, en su opinión, es alcanzable para todos si se tienen
en cuenta los fundamentos esenciales de cualquier empresa.
En su último libro, The Millionaire Master
Plan: Your Personalized Path to Financial Success (Business Plus), Hamilton se
atreve a trazar una fórmula de la riqueza que, asegura, es necesario seguir
para acumular beneficios. Y es muy sencilla:
Riqueza = Valor x Apalancamiento
¿Y esto que quiere decir? Para explicar su
teoría Hamilton utiliza una metáfora. En su opinión, crear riqueza no es lo
mismo que hacer dinero. Como sabe cualquier hombre de negocios, lo importante
es que el dinero fluya, y que este flujo pase por tu cartera. Y esto es lo
mismo que ocurre en un río.
“El flujo de dinero sigue los mismos principios
que el agua en su rio”, asegura Hamilton. “Las dos variables que determinarán
el flujo de agua en cualquier parte del río son la profundidad y el ancho (o,
más específicamente, su caudal, es decir, la anchura por la profundidad). De
forma similar, las dos variables que generan riqueza y que determinarán el
flujo de dinero son el valor y el apalancamiento”.
¿Qué es el valor?
Como explica Hamilton, el agua siempre fluye
desde un punto elevado hasta el mar, y siempre en esa dirección. “La diferencia
de altura determinará la velocidad del flujo de agua”, asegura el emprendedor.
“Si doblas la profundidad del río, doblarás la velocidad a la que circula
ésta”.
“De forma similar”, continúa, “el dinero
siempre circulará hacía el lugar en el que haya una diferencia de valor, y
siempre de menor a mayor”. Esto es fácil de entender. Si yo vendo un reloj a
1.000 euros es porque pienso que no vale más que eso (pues siempre voy a querer
obtener un beneficio). Si alguien lo compra es que le está dando más valor que
el que tú le das. Entonces, el dinero fluye de sus manos a las tuyas. Si un
objeto vale más, hará que circule más dinero. “Dobla el valor, y doblarás el
flujo de dinero”.
¿Qué es el apalancamiento?
El apalancamiento financiero consiste, en
resumidas cuentas, en usar una deuda para financiar una operación. Es decir, en
vez de invertir nuestro dinero, invertir el de otras personas. O, siguiendo la
metáfora de Hamilton, ensanchar la cuenca del río para agrandar el caudal de
éste.
Para explicar esto el emprendedor tira de un
ejemplo real, que conoce bien de sus años en Dell. En los años 80, cuenta, Bill
Gates no tenía el software con más valor, pero fue el mejor practicando el
apalancamiento. En esa época Steve Jobs no dejó de innovar, creando el mejor
software del mercado, pero sólo podía usarse en sus ordenadores (su río tenía
mucha pendiente, pero era estrecho). Gates, mientras, se dedicó a convencer a
todos los fabricantes de ordenadores para que distribuyeran su software: la anchura
de su río se multiplicó. A partir de entonces sólo tuvo que dedicarse a mejorar
sus programas. Apple, por el contrario, tenía que dedicarse a mejorar el
software, el hardware y el canal de distribución a la vez.
Jobs había creado una catarata del Niágara y
fue despedido por su propio consejo de Administración en 1985. Sólo un año
después, Gates sacó Microsoft a la venta y ganó instantáneamente 236 millones
de euros. Había creado un Misisipi. Más tarde Jobs reinventaría el negocio y se
haría también inmensamente rico, pero eso es otra historia.
El secreto del éxito
Hamilton deja bien claro que si pretendemos
ganar dinero ignorando una de las dos variables de la ecuación de la riqueza
nuestro negocio será un absoluto fracaso. Y es algo que pasa a menudo. Hay
personas que son capaces de crear productos de muchísimo valor, pero incapaces
de que estos circulen. Y hay personas que sólo se dedican a circular el dinero
sin crear valor, lo que al final acaba llevándoles a la ruina.
“El apalancamiento”, puntualiza Hamilton,
“tiene el poder de acelerar masivamente el dinero que haces, pero también el
que pierdes. Si has contratado un equipo y has fallado a la hora de dar valor a
su tiempo, terminarás en una situación peor de la que has empezado. Si has
recaudado dinero a través de financiación externa y no consigues extraer el
valor de ese dinero acabarás teniendo un problema”.
En definitiva, sólo hay una cosa que puedes
“apalancar” para crear riqueza: el valor. Y en esta fórmula el orden de los
factores sí altera el producto: asegúrate de crear valor antes de apalancar. Si
no haces esto no sólo estarás timando a aquellas personas que han confiado en
ti, además acabarás endeudado.
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