El cambio en la audiencia hispana en EE.UU.
enfrenta a Univision y Televisa
The wall street journal - lunes,
5 de septiembre de 2016
Un cambio radical en los gustos
televisivos de la juventud hispana está poniendo a prueba el matrimonio de 24
años de Univision Communications Inc. con su proveedor de programación, el
gigante de la televisión mexicana Grupo Televisa SAB, una relación que ayudó a
cimentar el auge de los medios en español en Estados Unidos.
Seriamente preocupada por la gran
caída de los índices de audiencia de su cadena insignia de TV en español,
Univision ha estado presionando en los últimos meses al jefe de contenidos de
Televisa, José “Pepe” Bastón, para que infunda a su programación, dominada por
las telenovelas, un toque más estadounidense que permita atraer a los hispanos
más jóvenes y los nacidos en EE.UU., dijeron personas familiarizadas con el
asunto.
Hartos de la tibia respuesta de
Televisa, el presidente ejecutivo de la junta de Univision, Haim Saban, y otros
miembros del directorio, han llegado incluso a proponer la cancelación del
contrato con Televisa o a recortar los pagos de Univision a la mitad, dijo una
de esas personas. “Se ha puesto todo muy, muy denso”, dijo un ex ejecutivo de
Univision.
Hay una gran cantidad de dinero
en juego. El contrato de Univision con Televisa, que se extiende hasta 2030,
implica el pago de más de US$300 millones al año. Estos desembolsos deberían
aumentar en 2018.
Una reestructuración del acuerdo
permitiría a Univision liberar recursos para invertir en otro tipo de
programación, pero también podría aumentar la incertidumbre sobre la empresa en
momentos en que se prepara para salir a bolsa.
La audiencia promedio en horario
estelar de la cadena en español ha caído de 3,7 millones de televidentes hace
cinco años a dos millones esta temporada, incluyendo una semana de reproducción
de grabadoras DVR. Desde el año pasado, la audiencia en horario estelar ha
caído 25%.
Además de suministrar la mayor
parte de la programación de Univision, Televisa tiene una participación de 10%
en la compañía, excluyendo garantías convertibles de suscripción de acciones.
La junta de Univision, que incluye a ejecutivos de Televisa, ha debatido
acaloradamente acerca de si va a hacer cambios en el acuerdo y cómo hacerlos,
dicen personas cercanas al directorio.
En un comunicado, Saban dijo que
el acuerdo es un “activo invaluable para Univision” y que la relación de esta
con Televisa “nunca ha sido tan fuerte”. Dijo que “el hecho de que los socios
de programación discutan formas de mejorar la programación no debería ser una
sorpresa para nadie”.
Bastón, de Televisa, dijo que
“estamos completamente alineados con Univision tanto en nuestro acuerdo de
licencia como en nuestra visión compartida del futuro”. Una persona cercana a
la junta dijo que no hay planes para cambiar o cancelar el acuerdo con
Televisa.
En el panorama de la televisión
de EE.UU., dominado por gigantes de los medios en inglés, Univision ha labrado
una posición de alto perfil como fuente de noticias y entretenimiento para los
hispanos.
Sin embargo, su buque insignia
—la cadena en español Univisión— ha tenido problemas para adaptar su
programación a los gustos de los espectadores más jóvenes. Casi 60% de los 55
millones de hispanos en EE.UU. pertenecen a la Generación del Milenio, con una
cuarta parte del total entre las edades de 18 y 33 años, según el Pew Research
Center. Según diversos estudios, los integrantes de la Generación del Milenio—
que tienen menos probabilidades de ser inmigrantes—tienden a ver televisión en
inglés y se sienten atraídos por programas con contenidos más atrevidos y un
ritmo más rápido que las telenovelas tradicionales.
En un intento por atraer a un
público más joven y multicultural, Univision está haciendo movimientos audaces
para invertir en activos digitales, como Gawker Media. Esas adquisiciones, y
las ganancias de audiencia en algunas de sus cadenas de TV más pequeñas, como
Univision Deportes Network, han contribuido a aumentar el alcance global de
Univision a un promedio de aproximadamente 83 millones de consumidores únicos
mensuales, un aumento de 24% interanual, según la compañía.
Aun así, sus propietarios —un
grupo de inversionistas de private equity entre los cuales están Saban, Madison
Dearborn Partners, Providence Equity Partners, TPG Capital y Thomas H. Lee
Partners— no han encontrado la manera de recuperar su inversión de 2007, una
compra apalancada de US$13.700 millones que dejó a la empresa bajo una pila de
deuda. Después de no encontrar compradores adecuados, el año pasado la empresa
hizo las presentaciones para salir a bolsa, que se ha venido retrasando debido
a que las acciones de los medios de comunicación en general han estado
presionadas por las preocupaciones de los inversionistas respecto al aumento
del número de personas que abandonan la TV de pago a cambio de los contenidos
de internet o el streaming.
Univision y Televisa comparten
una larga y polémica historia. En los años 60, la familia mexicana Azcárraga,
que construyó Televisa, ayudó a lanzar en EE.UU. el negocio que con el tiempo
se convirtió en Univision. En 1992, las empresas llegaron a un acuerdo que dio
a Univision acceso exclusivo a contenidos de Televisa. Desde entonces, las
empresas han chocado en varias ocasiones, incluso en los tribunales, con cada
lado tratando de extraer de condiciones más favorables del pacto.
Hace tres años, el presidente
ejecutivo de Univision, Randy Falco, encargó un estudio que halló que el estilo
de las telenovelas de Televisa no resuena con la nueva generación de
televidentes de Univision, dijeron personas familiarizadas con el tema. Cuando
los ejecutivos de Univision presentaron los resultados del estudio a Televisa,
los ejecutivos del gigante de la televisión mexicana desestimaron las
preocupaciones, dijeron las personas.
En el último par de años, Falco
viajó varias veces a las oficinas de Televisa en Ciudad de México para abogar
por historias más contemporáneas con escenas rodadas en Miami o Los Ángeles.
Los ejecutivos de Televisa, entre ellos Bastón, han argumentado que las malas
mediciones de Univision son culpa de ésta por no haber sabido programar y
promover mejor las telenovelas, dijeron las personas.
Los ejecutivos de Univision
buscaron otros caminos. Saban se asoció con Simon Cowell, el creador de
American Idol, para producir un reality show de competencia musical para
internet llamado La Banda. A principios de este año, Univisión cerró un inusual
acuerdo con Netflix para programar viejos episodios de dramas bilingües de
éste, como Club de Cuervos y Narcos, en las cadenas de Univision, y para
coproducir un drama de temas de narcotráfico llamado El Chapo. Univision está
limitada para hacer cambios en su programación debido al acuerdo con Televisa.
Las dos compañías todavía pueden
resolver sus diferencias. El año pasado extendieron su acuerdo hasta 2030 y
acordaron solicitar la autorización de la Comisión Federal de Comunicaciones de
EE.UU. para que Televisa lleve su participación en Univision a 49% después de
la salida a bolsa, una decisión que uniría el destino de ambas empresas de
forma mucho más estrecha.
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