Nuevas métricas para una nueva realidad
FORBES- 5 de septiembre de 2016
Lo que medimos es una
manifestación de lo que valoramos, y por ende, de nuestros valores. Ahora más
que nunca, debemos hacer una pausa para reconsiderar lo que perseguimos y
valoramos. El desafío de parar y pensar es uno de los más importantes que
tienen las organizaciones y sus líderes.
En el mundo de los negocios de
hoy, uno de los adagios más sagrados es “no se puede gestionar lo que no se
mide”. Asimismo, Albert Einstein ya nos advertía que: “No todo lo que puede ser
contado cuenta, y no todo lo que cuenta puede ser contado”. Ambas frases
contienen sabiduría que puede ser aplicada a cómo lideramos nuestras empresas.
Lo que medimos es una
manifestación de lo que valoramos, y por ende, de nuestros valores. Ahora más
que nunca, debemos hacer una pausa para reconsiderar lo que perseguimos y
valoramos. El desafío de parar y pensar es uno de los más importantes que
tienen las organizaciones y sus líderes.
La disrupción tecnológica ha
cambiado radicalmente nuestra realidad, mucho más rápido de lo que hemos
cambiado nosotros, nuestras organizaciones y nuestro liderazgo. Hoy importan
otras cosas. El poder es horizontal, la autoridad no proviene ya de un título,
sino de valores compartidos. Más que sólo el salario o beneficios materiales,
lo que realmente genera el compromiso y la inspiración de los empleados son
elementos más profundos: un sentido de propósito, confianza y valores
compartidos.
Para construir relaciones humanas
profundas debemos escalar organizaciones realmente sostenibles. Los líderes
debemos pausar para hacernos preguntas diferentes, no sólo sobre qué somos,
sino sobre cómo somos.
Aún demasiadas compañías se
siguen enfocando sólo en medir el cuánto. En lugar de únicamente preguntarnos
“Cuántas utilidades tuvimos”, debemos preguntarnos, por ejemplo: “Si existe
confianza al interior de nuestra organización”.
Por supuesto que el cuánto sigue
siendo relevante: ingresos, rentabilidad de inversiones, etc., pero ya no es
suficiente. Estas métricas no logran otorgar una visión completa de CÓMO opera
una organización en realidad.
En nuestros días la cultura
corporativa importa más que nunca. Las empresas cada vez menos se enfocan en
las denominadas “manzanas podridas” y empiezan a preocuparse del “árbol”: la
cultura que las produce. Para poder gestionar la cultura requerimos de métricas
que puedan medir los patrones internos de nuestras organizaciones.
Las investigaciones demuestran
los beneficios financieros que reporta el ser más riguroso con el tipo de
cultura que su empresa está cultivando. En LRN recientemente lanzamos el HOW
Report 2016, estudio en el que se analizaron organizaciones de 17 países.
El mismo nos muestra que 97% de las organizaciones basadas en valores y
confianza tiene un mejor desempeño financiero que sus competidores. Estas
mismas organizaciones están ocho veces más centradas en objetivos de largo
plazo, son seis veces más resilientes y ocho veces más eficientes al tomar
decisiones efectivas y basadas en valores.
El HOW Report busca entregar a
los líderes métricas y herramientas para cambiar el foco de sus organizaciones,
aumentando a la vez el compromiso de sus empleados, la satisfacción de
clientes, sus ingresos y su capacidad de resiliencia. El estudio divide a las
compañías en tres categorías, las cuales no son estáticas, sino que responden a
una cadena evolutiva organizacional que líderes y empleados pueden usar para
monitorear su progreso y desarrollo.
La primera categoría de empresas
se denomina de “obediencia ciega”. Son aquéllas organizaciones verticales,
basadas en el poder y la jerarquía. Sus líderes las dirigen mediante el
control, la coerción y la autoridad formal.
El segundo grupo se llama de
“sumisión informada” y representa el estándar de gestión del siglo XX. Estas
organizaciones se definen por sus reglas. Sus empleados son motivados a seguir
una serie de procesos y políticas. En ella se mide y reconoce el desempeño.
El tercer grupo se denomina de
“auto-gestión”. En éste se encuentran las organizaciones más avanzadas y mejor
posicionadas para tener éxito en nuestro mundo interdependiente e
hiperconectado. En los distintos niveles de la empresa existe confianza para
que los empleados puedan tomar iniciativas y colaborar para innovar. En lugar
de sólo reaccionar a garrotes y zanahorias, las organizaciones auto-gestionadas
inspiran a sus empleados mediante un propósito compartido y valores comunes que
guían su comportamiento.
En las últimas décadas hemos
visto crecientemente cómo los modelos de gestión de las empresas han pasado de
obediencia ciega a sumisión informada. Y hoy observamos cómo se avanza hacia la
auto-gestión. En 2016 las organizaciones auto-gestionadas llegan a 8%, más del
doble del resultado del HOW Report de 2012 (3%). Asimismo, se observa una caída
importante en organizaciones con obediencia ciega en favor de aquéllas con
sumisión informada.
Cada vez más empresas comprenden
que creando relaciones humanas más profundas, basadas en valores y confianza,
se genera una ventaja competitiva sostenible. El extender confianza inspira a
los empleados, lo que a su vez resulta en mayor compromiso y responsabilidad.
Así, en el HOW Report observamos que organizaciones con altos niveles de
confianza innovan 11 veces más que su competencia.
Los beneficios de la auto-gestión
no impactan sólo a nivel organizacional. En términos individuales, los líderes
que se dedican a construir el carácter de su empresa y que otorgan a sus
empleados la libertad para desempeñarse en concordancia con sus expectativas,
destacan por sobre el resto. Aquéllos que han construido auto-gestión en sus
organizaciones fueron catalogados como “líderes efectivos” por 96% de sus
empleados.
En síntesis, las nuevas métricas
de LRN muestran un camino para líderes y compañías. Sin embargo, estas
transformaciones no ocurren de un día para otro. Es un trabajo complejo y
arduo, pero vale la pena el esfuerzo. Al final se trata de agregar valor a tu
organización, conectándola con sus valores.
En momentos en que manda la
disrupción, tenemos la oportunidad de tener éxito o fracasar espectacularmente.
LRN espera que sus nuevas métricas para esta nueva realidad constituyan una
guía para la travesía que deben emprender las organizaciones para alcanzar, con
mucho trabajo, una trasformación profunda y real.
* Dov Seidman (@DovSeidman) es
autor de How. Por casi dos décadas, su organización, LRN, ha ayudado a algunas
de las compañías más respetadas del mundo a construir culturas corporativas
ganadoras y a inspirar un desempeño basado en principios.
Editorial Aguilar-Nacida en
España en 1923 y en México en 1947, Aguilar cuenta con títulos del ámbito
político y social, negocios, finanzas personales, de divulgación, entre otros.
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