3 retos tecnológicos en el mundo globalizado
Forbes -
miércoles, 29 de abril de 2015
Aún hay un gran camino por
recorrer en materia digital: la tecnología nos rebasó. Hoy reaccionamos y corregimos;
no actuamos y proponemos. Tenemos 3 retos por delante.
Realizando un análisis de las
principales industrias a nivel mundial –tendencias, perspectivas y coyunturas–
buscaba fundamentar el estado actual de éstas como factor clave para la
economía. Tan sólo realizaba un proyecto que terminó siendo bastante revelador
e inspiró estas ideas. Llegué a una conclusión que no era difícil intuir, pero
tampoco era tan fácil verlo en la realidad: el impacto tecnológico en un mundo
globalizado.
Cuántas veces he afirmado que la
tecnología ha trastocado a la sociedad, al gobierno, la educación y la misma
economía. Sin embargo, al encontrarme con datos del BID, del Banco Mundial, del
WEF y de consultoras internacionales, concluí que aún hay un gran camino por recorrer
en materia digital: la tecnología nos rebasó. Hoy reaccionamos y corregimos; no
actuamos y proponemos.
Más allá de lo tangible
El impacto tecnológico es
intangible; va más allá de lo que podemos ver, operar y tocar. No se trata del
último smartphone ni de tecnología en la ropa. Se trata de las industrias que
mueven la economía mundial y sobre la marcha resuelven los problemas de un
mundo conectado. No pensemos en las redes sociales –en cierta forma terminan
siendo una banalidad–; pensemos en la problemática económica que enfrentan
industrias ante el escenario digital.
Industrias completas están
contraídas por (no) reaccionar a tiempo a la era digital, al nuevo consumidor y
a un mundo globalizado. Pensemos en dos escenarios para entender mejor este rezago
que deja a su paso la innovación.
El primer escenario, de cualquier
industria, por ejemplo la bancaria, tiene que responder a un mercado en
constante cambio y muy demandante. Con la aparición de internet, el sector
tiene que ofrecer alternativas viables y seguras en la red, además de continuar
su operación diaria aumentando su cartera de clientes. Este escenario apunta a
que las empresas deben mirar a la tecnología como un sinónimo de productividad,
competitividad y rentabilidad. Esto involucra un cambio sustancial que debe
permear a toda la organización, sin olvidar a las entidades regulatorias
mundiales y locales en materia financiera y digital. El cambio de procesos
implica un cambio de pensamiento.
En un segundo escenario están las
empresas de tecnología, que deben tener una oferta integral para responder a
las necesidades específicas de cada industria. No sólo es ofrecer una solución;
es ofrecer resultados para generar confianza. Las empresas que brindan una
oferta tecnológica deben acelerar su proceso comercial para ser competitivas.
La industria tecnológica tiene un abanico de posibilidades –la tangible y la
intangible–, y cualquiera que ésta sea, debe ser la mejor. No olvidemos que en
la propia industria existe una competencia natural por la innovación interna y
externa. Existe una doble función de responder al mercado y de operar
eficientemente y, por lo tanto, debe existir coherencia operativa y comercial.
Los retos tecnológicos en un
mundo globalizado
Los retos de cualquier industria
tienen una relación directa con el mundo digital. Ante este imperativo y viendo
cómo se desplomaron emporios del entretenimiento (Kodak, Blockbuster), por sólo
nombrar un ejemplo, las empresas tienen que voltear a ver nuevos modelos de
negocio. Observar las tendencias y escuchar al consumidor. Evaluar qué funciona
y qué no. Hacer un programa eficaz de gestión del cambio, redefinir objetivos y
reestructurar áreas. ¡Cambiar!
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