Feria de Hannover: ¿cómo funciona la Industria
4.0?
Deutsche Welle - abril de 2015
Simplemente enchufar y empezar a
producir. Aunque parezca ciencia ficción, ya se puede ver en realidad en la
Feria de Hannover. ¿Terminarán las máquinas con el trabajo del hombre?
Ya se conoce este tema en las
computadoras del hogar. Al conectar una impresora al ordenador, el enchufe y
las conexiones son estándares. Y ambos aparatos se entienden sin importar el
fabricante. Es el llamado “Plug and Play“. Ahora, la tendencia en la Feria de
Hannover se llama “Plug and Produce”. Un concepto que realmente funciona, por
lo menos en las pequeñas líneas de producción mostradas en esta convención. Por
ejemplo, la de la empresa Siemens, que consigue llenar diferentes botellas de
perfume en distintos sitios e individualizar la etiqueta. Algo impensable para
nuestra mentalidad de producción en masa con una sola instalación, un tipo de
producto y una etiqueta.
Más rápido hacia el producto
Karlheinz Kaul, de Siemens, aclara
que todo se ha desarrollado con un programa propio. “Con la integración de los
diferentes módulos de software hemos reducido mucho el tiempo de desarrollo”,
comenta el experto.
En el pasado, cada módulo tenía
su propia base de datos. A partir de ahora, todo se basará en una nueva
plataforma colaborativa llamada TeamCenter. “Así, se podrán usar los datos
desde el inicio del proceso. Los que se produzcan en el desarrollo se
continuarán usando en el acabado y conseguiremos un modelo continuo de datos mucho
más eficiente”, sostiene Kaul.
Grandes compañías como Siemens
están en capacidad de resolver por sí mismos los problemas derivados de las
conexiones de la Industria 4.0. Sin embargo, para muchas pequeñas y medianas
empresas es más difícil aunque sean líderes de mercado en sus respectivos
nichos. Por eso, muchas optan por la colaboración. Como aclara Thomas Weichsel,
de la empresa de software Eplan, los diferentes módulos se adaptan al producto
y la máquina interpreta las descripciones y analiza qué hacer para producir. En
principio, sería como un zapato: “Se pueden definir diferentes hormas, colores,
superficies o tacones. La maquina lo mirará y dirá: Ya tengo todos los datos y
tengo la tecnología, así que a trabajar”, explica Weichsel.
¿Eliminará puestos de trabajo?
Aunque esta nueva industria
parezca tan perfecta, siempre queda abierta una pregunta clave: ¿terminará la
tecnología inteligente con los puestos de trabajo cuando las máquinas puedan
decidir por sí solas qué quieren y pueden hacer? La respuesta desde Hannover es
un “no” rotundo. No se trata de una ecuación excluyente, hombre o máquina, sino
de la cooperación entre ambos. Wilfried Eberhadt, de la empresa Kuka, lo
explica en su stand de la feria, donde pequeños robots están usando
destornilladores. “Hasta hoy, el hombre hacía trabajos como este. Ahora está al
lado de la máquina y tiene otra tarea. Se trata de buscar una configuración
óptima entre ambos”, aclara Eberhardt.
Precisamente por eso, la
Industria 4.0 podría incluso convertirse en una máquina creadora de empleos.
Según el estudio de una consultoría de Boston, se esperan unos 390.000 nuevos
puestos dedicados a la producción conectada. Se trata de empleos muy
cualificados que plantean nuevos retos a la formación. Pero aún hay tiempo. Los
expertos calculan que pasarán todavía unos veinte años hasta que el cambio se
haya implantado en las naves industriales.
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