Creepware: tu webcam te espía y no lo sabes
Computer Hoy - sábado, 18 de abril de
2015
En marzo de 2013 Cassidy Wolf,
actual Miss Teen USA 2014, recibió un inquietante email. Contenía fotos suyas
desnuda, tomadas en su dormitorio, y el siguiente mensaje: "O haces las
cosas que pone en esta lista o enviaré estas fotos y otras peores a toda tu
lista de contactos y a Internet, y tu sueño de convertirte en modelo se
convertirá en una carrera pornográfica".
En la lista de
"peticiones" que incluía el email, estaba el envío de fotos y vídeos
con más calidad, y la grabación de un vídeo sexual de 5 minutos a través de
Skype.
Alguien había hackeado la webcam
del ordenador de su dormitorio, y la había estado espiando durante un año.
A este tipo de espionaje
informático que utiliza la webcam se le conoce con el nombre de creepware. Por
35€ puedes comprar el software para llevarlo a cabo, y se estima que más de
700.000 personas han sido espiadas a través de lawebcam, sólo con un único
software espía, BlackShades.
Cassidy Wolf no se dejó
amedrentar. Denunció el caso a la policia mientras, al mismo tiempo, fue dando
largas al ciberdelincuente. La policía tuvo tiempo de cazarle antes de que
difundiera las intimidades de Miss Teen USA 2014. Se trataba de un compañero de
instituto de tan sólo 19 años, que fue condenado a 18 meses de prisión. Según
el FBI había intentado chantajear a 150 chicas, desde americanas a irlandesas,
e incluso rusas.
La sombra de BlackShades
Jared Abrahams, el extorsionador
de Cassidy Wolf, había utilizado un creepware llamado BlackShades, que puedes
comprar en Internet por 35€ y no requiere conocimientos de hacker para usarlo.
Simplemente lo instalas en un ordenador, y al instante obtienes el acceso a su
webcam, a sus ficheros, y a todo lo que teclea.
A raíz de esta denuncia, el FBI
comenzó una investigación que terminó con la detención de más de 100 personas
de más de 20 países que había usado BlackShades para espiar la webcamde más de
700.000 usuarios de Internet.
BlackShades se vendía de forma
semilegal a través de una web que lo publicitaba como una Herramienta de
Administración Remota o RAT. En teoría servía para "vigilar que nadie use
tu PC cuando no estás, para controlar las webs que visitan los menores, o para
vigilar a tu pareja cuando sospechas que tiene un amante...".
¿Qué es el Ransomware? ¿Cómo
evitarlo?
En la práctica, la gente compraba
BlackShades para instalarlo en ordenadores de otras personas y espiar su
webcam, mensajes, contraseñas, y todo lo que tecleaban en el ordenador, pues
también incluye una función de keylogger. Muchos lo distribuían a través de
falsos emails publicitarios o informativos. Cassidy Wolf fue infectada por BlackShades a través de un
falso email que publicitaba concursos de belleza para adolescentes. Cuando
pinchó en el enlace, comenzó la pesadilla.
BlackShades también tiene la
capacidad de reenviarse a todos los contactos de la víctima, e infectar a otros
ordenadores.
Uno de los creadores de
BlackShades, Michael Hogue, fue detenido en 2012, y se rumorea que su
colaboración con el FBI permitió la detención de estos 100 hackers, incluyendo
a otro co-creador, Alex Yucel. Pese a ello BlackShades se ha seguido distribuyendo
de forma clandestina. Curiosamente, su ilegalidad hizo subir el precio, y de
35€ paso a costar cientos de euros, que muchas personas pagaron.
Pero BlackShades es sólo uno de
los muchos tipos de creepware que existen. Otros programas muy conocidos son
DarkComet, Poison Ivy, jRAT y Pandora RAT.
Aquí podemos ver una captura de
un creepware que se ha conectado al ordenador de la víctima, y desde un
sencillo menú se elige la opción para capturar la imagen de la webcam:
Si cogemos uno de estos
programas, como Pandora RAT, nos damos cuenta de su peligrosidad simplemente
echando un vistazo a las cosas que puede hacer:
•Bloquear tu PC o hacer que se
reinicie
•Mostrar mensajes en la pantalla
(amenazas, insultos, burlas, etc)
•Reproducir mensajes de audio
•Hacer capturas de pantalla
•Esconder la barra de tareas y
los iconos del escritorio
•Abrir páginas web
•Grabar vídeo
•Grabar conversaciones a través
del micrófono
•Guardar todo lo que tecleas
•Robar ficheros
•Realizar ataques DDoS usando tu
PC
•Minar Bitcoins para otros
Cámaras... ¿de seguridad?
El creepware se asocia casi
siempre a las webcams integradas en los ordenadores, como las que incluyen los
portátiles, o una webcam USB que instalas en tu PC de escritorio. Pero este
software espía también es capaz de actuar en las cámaras de seguridad que
muchas personas utilizan para vigilar la casa, el jardín, su comercio, o la
habitación del bebé.
En noviembre pasado, saltó a las
noticias una web rusa que ofrecía en directo la conexión, en tiempo real, con
10.000 webcams privadas de 250 países, incluyendo más de 300 cámaras españolas.
Se trataba de cámaras de seguridad hackeadas situadas en salones, habitaciones,
locales comerciales, o en el jardín.
La web estuvo activa un mes hasta
que la desactivó una acción conjunta de las policías de Canadá y Australia,
junto con las agencias de Estados Unidos y Reino Unido. Pero durante todo ese
tiempo cualquier visitante podía elegir cualquier cámara y ver a través de ella
lo que ocurría en el salón, el dormitorio o el jardín de una casa privada.
Cámaras de Linksys, Foscam y otras marcas conocidas, se encontraban en la
lista.
Lo más asombroso de todo es que
los ciberdelincuentes no tuvieron que hackear nada, ni usar ningún software
espía. Todas las webcams modernas disponen de conexión a Internet para acceder
a ellas de forma remota, por ejemplo si quieres ver lo que pasa en tu casa
desde el trabajo. Los hackers rusos simplemente usaron las contraseñas por
defecto que vienen en el manual de las cámaras para entrar en ellas. Sus dueños
no se habían molestado en cambiarlas. En otros casos las cámaras tenían la
contraseña desactivada o eran tan obvias como 1234.
La lección que podemos sacar de
esto es que siempre hay que cambiar las contraseñas por defecto de cualquier
dispositivo que usemos, ya sea una webcam, un router, o cualquier otro.
La larga mano del creepware
Estamos describiendo el creepware
como un software espía asociado a las webcams, y en cierto modo así es. Pero
existen diferentes variantes.
El uso más obvio del creepware ya
lo hemos visto: espiar a la víctima para obtener fotos y vídeo comprometidos, y
luego chantajearla pidiéndole dinero o sexo, para no sacar a la luz dichas
imágenes. Pero la policía también ha detectado casos de vouyerismo en donde los
delincuentes se conformaban con mirar. En otros, se transmitian fotos
pornográficas y vídeos a través de la propia webcam o el ordenador hackeado,
por gamberrismo o para molestar a la víctima.
Hackers "buenos" y
háckers "malos". ¿Cómo trabajan?
La mayoría de este tipo de
software espía también roba datos, ficheros, claves y cuentas, así que el
creepware también se emplea para robar dinero, suplantar la personalidad en
redes sociales, o realizar ataques DDoS usando el ordenador hackeado como
esclavo.
"Estos cibercriminales
tienen empleados a sueldo, reciben feedback de sus clientes para mejorar el
software, y continuamente actualizan y mejoran su producto, funcionando de
manera muy similar a como lo hace una compañía de software estándar",
explica Leo Taddeo, el jefe del FBI en Nueva York, en una entrevista en la CNN.
Otra práctica común es usar los
datos espiados para crear un perfil "publicitario" de la víctima y
luego bombardearla con publicidad relacionada con temas que le interesa (ropa,
bebidas, juegos, etc). Es lo que se conoce como Malversiting, y lo practican
muchos programas y apps legales, como el propio Angry Birds, en palabras de
Edward Snowden.
Tu Smart TV también te espía
Si te inquieta que tu portátil o
la webcam de tu PC espíen todo lo que haces... ¿Te imaginas a tu Smart TV
haciendo lo mismo? No es una fantasía. Muchas Smart TV están equipadas con
cámaras para realizar videoconferecias por Skype o equivalente, y se han dado
casos de hackeos que permiten espiar desde la cámara de los televisores.
Aaron Grattafiori y Josh Yavor,
dos expertos de seguridad de la firma ISEC Partners, se pusieron como reto
hackear un televisor Smart TV de Samsung. Descubrieron que funciona como un
dispositivo Linux con un navegador basado en WebKit. Así que era vulnerable a
los mismos ataques que han sufrido los ordenadores con navegadores. Ambos
expertos hackearon la aplicación Java llamada SmartHub, que controla todos los
servicios de Smart TV de los televisores de Samsung. Consiguieron tomar el
control de la webcam conectada a la tele, para espiar los alrededores. Mediante
ataques DNS y drive-by-download robaron datos privados del Smart TV (historial
de navegación, cookies), así como de los dispositivos conectados al televisor,
y de la propia red WiFi. También fueron capaces de desbordar Skype para
resetearlo, y controlar las APIs de aplicaciones Java vulnerables.
¿Qué pasa con los móviles?
Los smartphones tampoco se libran
de la plaga del creepware. Son un blanco perfecto porque todos tienen cámara y
micrófono. Y en todos ellos damos permiso a las apps para que tomen el control
total de nuestro smartphone, superando cualquier antivirus u otro software de
protección que tengamos.
Tomemos, por ejemplo, las
populares apps de Linternas. Su única función es iluminar y por tanto el único
hardware del smartphone al que deberían tener acceso es la luz de la cámara.
Pues bien, la empresa SnoopWall ha examinado los permisos que otorgamos a 10 de
las apps de Linterna más populares de Android:
Cuando las instalamos y y
aceptamos su lista de permisos, todas ellas toman el control de la cámara y el
micrófono. No quiere decir que los usen para fines malignos, pero tienen la
capacidad de hacerlo. Algunas puedes leer las apps que tienes instaladas,
escribir o borrar datos a través del USB, o modificar la configuración del
sistema.
Cerca de la mitad de las apps
sobre la Biblia que leen los textos sagrados de viva voz, cuando las instalas
les das permiso para acceder a tus contactos, leer y escribir mensajes SMS,
leer tus emails, hacer llamadas, y activar la cámara y el micrófono.
¿Por qué ponemos el grito en el
cielo cuando recibirmos un email con spam, pero voluntariamente aprobamos
permisos que entregan el control total de nuestro móvil a apps que no lo
necesitan?
Existe también software que nos
engaña para realizar sus fechorías. Hace un mes te hablábamos de Power Off
Hijack, un creepware que engaña al usuario con un mensaje que le hace creer que
su móvil se está apagando. Aún a oscuras, accede a los archivos del sistema y
realiza acciones como robar datos, hacer fotos, o incluso realizar llamadas.
Infección y cura
Ya hemos visto cómo se introduce
el creepware en nuestros equipos. A través de falsos emails publicitarios o
informativos, o mediante apps cuyos permisos aprobamos sin revisarlos. Pero
tiene otras muchas formas de entrar: mediante ficheros que descargamos en redes
sociales o P2P, mensajes de WhatsApp, SMS, etc.
Además el software creepware se
puede comprar por unas docenas de euros en foros de hacking, y es muy sencillo
de usar, no necesitas conocimientos de programación. De ahí que esté tan
extendido.
¿Cómo protegerse de la amenaza
del creepware que ataca a las webcams? ¿Crees que con mirar si el LED de la
cámara está encendido es suficiente? En conferencias de hackers se han mostrado
métodos para grabar con las cámaras aún con el LED apagado.
Vamos a mostrarte un método
efectivo al 100% que además no te costará nada, o como mucho, unos céntimos de
euro. Es éste:
En efecto, un trozo de cinta
aislante sobre el objetivo de la webcam. ¿Te parece una broma? No lo es. Los
ordenadores de los mayores expertos de seguridad del mundo la tienen puesta en
sus webcams, y sólo la quitan cuando van a usar la cámara. Haz lo mismo.
Pero como hemos visto, el
creepware no sólo afecta a la cámara. También roba datos y registra todo lo que
tecleas. Por eso debes tomar otras medidas:
•Actualiza constantemente tu
sistema operativo y tus programas
•Actualiza el navegador de
Internet, Java, y el resto de librerías que uses
•Instala un antivirus y
actualízalo
•Realiza chequeos semanales con software
anti-malware
•No descargues programas de webs
sospechosas
•No pinches en enlaces de redes
sociales, emails y mensajes de móvil
•Cambias tus contraseñas críticas
al menos una vez cada tres meses (mejor cada mes)
El creepware suena a
ciencia-ficción, pero es muy real. Y las consecuencias de una infección pueden
ser graves, porque como hemos visto muchas terminan en extorsiones sexuales o
monetarias.
Hay que mantenerse siempre alerta
y no dar por hecho, nunca, que nuestro ordenador o smartphone son seguros. Es
la primera excusa que cuentan a la policía las víctimas del creepware...
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