Cómo usar las técnicas de la programación
neurolíngüística para negociar la compraventa de una casa o el alquiler
idealista - abril de 2025
¿Se
puede controlar a otra persona usando nuestros gestos y nuestra voz? ¿Se pueden
conseguir contratos, buenos precios o aumentos salariales usando la técnica
persuasiva de la programación neurolíngüística (PNL)?
Cada día aparecen más cursos de PNL en
internet. Hay clases presenciales, clases on line y hasta libros que se pueden
comprar y cuyas enseñanzas se pueden poner en práctica. La programación
neurolingüística es una técnica desarrollada en Estados Unidos en los años 70
que permite relacionarse mejor con otra persona.
Incluso va más lejos: los maestros en PNL
afirman que por medio de una serie de gestos, movimientos y actitudes, es
posible conectar profundamente con otra persona, y hasta influir en su
voluntad. ¿En qué se basa?
He aquí las técnicas más básicas:
En primer lugar, se trata de saber qué sentido
predomina más en la otra persona: la vista, el gusto, el tacto, el oído… En un
diálogo o negociación, los expertos en PNL recomiendan fijarse atentamente en
el movimiento de los ojos de la persona que tiene enfrente. Aseguran que pueden
determinar si esa persona es kinestésica (el tacto, el gusto, el olfato),
auditiva (el oído) o visual (el sentido de la vista es el más agudo).
Por ejemplo, cuando la persona con la que
hablamos mira a su izquierda, significa que está tratando de recordar algo
mientras habla. Si los ojos viran hacia su derecha, entonces está creando
imágenes o ideas.
En teoría, si una persona nos está contando
algo que pretende ser verdad, y mira a su derecha, significaría que está
mintiendo o exagerando. Está revelando datos falsos en la negociación.
Los expertos también recomiendan atender al
lenguaje de la otra persona: si dice, “mira ¿qué te parece esto?”, es visual;
si afirma “oye, ¿sabes que?”, es auditiva; y si dice “¿me echas una mano?”, es
que es kinestésica.
Una vez adivinado qué tipo de persona es, hay
que usar el mismo lenguaje visual, auditivo o kinestésico, para empezar a
vibrar en la misma longitud de onda, es decir, para que la otra persona sienta
que le entendemos.
El siguiente paso no es menos sutil pero igual
de importante. Consiste en adoptar la misma postura que la otra persona: si se
inclina a la derecha, nosotros hacemos suavemente lo mismo. Si se inclina a la
izquierda, también lo hacemos. Si cruza las piernas o los brazos, lentamente
hacemos lo mismo. Con ello conseguimos el 'rapport', que es una especie de
‘espejo’ de lo que el otro está haciendo.
Una vez que se ha conectado con la otra persona
tanto con el lenguaje verbal como el no verbal, viene el anclaje: esto se logra
tocando a la otra persona, por ejemplo, en el hombro cada vez que digamos una
frase, o expresemos una idea. Por ejemplo, tocar la mano o el hombro cada vez
que digamos: “me gustaría llegar a un acuerdo”.
Al repetirlo varias veces, llegará un momento
en que solo el toque en el hombro o la mano será como hacerle sentir a la otra
persona la emoción de acuerdo que sintió cuando lo hicimos por primera vez.
Para conectar aún más con la otra persona, hay
que usar preguntas que inviten a esa conexión. ¿Estás de acuerdo conmigo? ¿Qué
te parece? ¿A que te gusta?Tambien usar expresiones que ayuden a conectar como:
“estoy completamente de acuerdo” o “entiendo tu postura”. Usar el mismo tono de
voz y volumen es la forma de complementar todas las etapas anteriores.
Y si además mostramos una sonrisa suave de
comprensión, acercamos a la otra persona a nuestras posturas y nuestros
intereses. Una buena sonrisa es la mejor empatía.
Cuando todo esto se practica y se pone en
marcha -dicen los expertos en PNL-, se logra entrar en la misma longitud de
onda, y tener empatía: eso nos da una posición prevalente en las negociaciones.
De ahí, a arrastrar a la otra persona a nuestros intereses es más fácil (aunque
no certero).
Los cursos de programación neurolíngüísticapara
vendedores son muy comunes porque les ayudan en su trabajo comercial ya sea a
vender pisos, coches o seguros.
Realmente, la PNL es algo que todo el mundo
pone en marcha sin darse cuenta:cuando una madre sostiene a su hijo en brazos,
y el niño comienza a balbucear, la madre imita los sonidos y, con ello, sin
saberlo, está tratando de conectar emocionalmente con él. Cuando una pareja de
enamorados está cenando sentada a una mesa, y se agarran la mano y se miran,
cada uno está simétricamente imitando la situación corporal del otro, y
hablando en el mismo tono y con la misma dulzura.
Eso son técnicas espontáneas de PNL, pero si
lugar de hacerlas espontáneas, las usáramos conscientemente para comprar un
piso o para conseguir un buen alquiler, lograríamos tener mejores resultados.
Conocer estas técnicas también ayuda a negociar una subida salarial, obetener
demandas laborales y hasta para seducir (en cierto modo) a una persona.
No es infalible y tampoco significa con ello
que vayamos a controlar la mente de la otra persona. Lo que puede lograr es un
acercamiento más eficiente y empático en cualquier negociación. Y, por
supuesto, quien conozca estas técnicas sabrá inmediatamente si la persona que
tiene enfrente trata de aplicarla con uno mismo. por lo menos, ayuda a
prevenirla.
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