Caída libre del euro que obliga a mover ficha a
nivel mundial
Cinco Días - domingo, 12 de abril de
2015
El chorro de liquidez que ha inundado los
mercados en los últimos años tiene como último protagonista al Banco Central
Europeo (BCE), después de que los programas de compra de deuda se desarrollaran
en EEUU, Inglaterra y Japón como medida para impulsar sus economías,
depreciando sus monedas. El turno le ha llegado al euro. La divisa europea
durante 2014 se depreció un 11%, Y desde enero cae otro 10% moviéndose ahora en
el entorno de los 1,06 dólares. El momento en el que EEUU decida subir tipos
será determinante para la evolución de estas dos divisas.
Hay previsiones para todos los gustos. Desde
los que creen que la paridad llegará a finales de año como Goldman Sachs o los
que consideran que es poco probable que el dólar se siga fortaleciendo, como
Bankinter.
“La presión bajista sobre el euro perdurará en
el tiempo. Las políticas monetarias expansivas que está llevando a cabo el BCE
persiguen un claro objetivo y se mantendrán hasta que nos encontremos con una tasa
de inflación estable, lo suficientemente elevada para provocar un crecimiento
vía consumo en toda la zona euro”, explica Jorge López, analista de XTB. El
experto añade que, por el contrario, la proyección alcista que prevén para el
dólar está condicionada a unos datos macroeconómicos de una economía
norteamericana que acaba de salir de una política expansiva sin precedentes,
respaldada por la Reserva Federal y que pretende afrontar una subida de tipos
de interés con el argumento de su salud económica.
En Bankinter consideran que “nadie ganaría nada
con una apreciación hacia la paridad con el euro. La economía americana
perdería bastante competitividad y la europea dejaría de ahorrarse costes
energéticos porque la fortaleza del dólar anularía el abaratamiento del
petróleo. Esto sería malo para EEUU pero tambien para Europa”. Además, hay que
tener en cuenta el impacto sobre los beneficios empresariales americanos. “Las
estimaciones de los beneficios empresariales de EE UU han comenzado a revisarse
a la baja , hasta el punto de que se espera un retroceso del 5,3% del BPA medio
del S&P 500 para el primer trimestre de este año, del 3,5% para el segundo
y del 0,1% para el tercero, lo que contrasta negativamente con el aumento del
4,4% en el cuarto trimestre de 2014 y con el 4,9% de todo el ejercicio pasado”,
explican desde Bankinter. Esta rebaja en las previsiones se debe a varias
razones. Por un lado, el abaratamiento del petróleo y su impacto en las
compañías energéticas pero una parte, “no desdeñable” se debe a la fuerza del
dólar y su efecto en exportaciones.
Libra
La tendencia de la moneda británica dependerá
del resultado electoral tras los comicios que se celebran el próximo 7 de mayo.
Hasta entonces, sufrirá cierta volatilidad. A partir de las elecciones, la
tendencia será alcista, según el consenso del mercado. “Aunque con retraso
respecto a la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra empezará a subir los
tipos a principios de 2016, lo que empujará hacia arriba la cotización de la
libra”, explica Enrique Díaz-Álvarez, director de Riesgos de Ebury.
Desde Bankinter, creen que “las buenas cifras
macroeconómicas de Reino Unido están dotando de fortaleza a la libra”.
La duda está en torno al momento que el Banco
de Inglaterra elegirá para empezar a subir tipos. Beatriz Catalán, gestora de
fondos de Ibercaja Gestión, explica que “la ausencia de presiones
inflacionistas introduce un alto grado de incertidumbre sobre el momento en el
que la política monetaria debería empezar a cambiar de tono, y son estas expectativas
sobre las futuras subidas de tipos las que están guiando la tendencia de la
libra”. Las previsiones que manejan desde Citi apuntan a 0,74 libras por euro
para los próximos tres años.
Yen
De entre las cuatro divisas principales del
mundo, la moneda japonesa será la que presente en los próximos meses la la
evolución más débil. La debilidad de la recuperación económica japonesa unida a
la agresividad de las medidas de estímulo del Banco de Japón son las razones
que, según Enrique Díaz-Alvarez, de Ebury, presionarán a la baja al yen.
Beatriz Catalán, de Ibercaja Gestión, recuerda que las expectativas de
inflación se han elevado hasta cotas positivas, aunque aun están lejos del 2%,
mientras que la mejora en tmérminos de crecimiento del PIB es mas que discutible”.
Citi maneja unas previsiones del yen contra el euro de 131 unidades para 2015,
128 para 2016 y 132 para el ejercicio 2017.
Franco suizo
En un inesperado movimiento, el pasado 15 de
enero, el Banco Central de Suiza decidió bajar el tipo de interés de los
depósitos bancarios hasta el -0,75% desde el -0,25% anterior. Sin embargo, el
golpe de efecto fue la eliminación del control sobre el tipo de cambio del
franco suizo frente al euro, que regía el mercado desde 2011, en plena crisis
del euro. Entonces, el SNB se comprometió a mantener un tipo de cambio máximo
para el franco de 1,2 unidades por euro con el que frenar la apreciación de su
divisa. El detonante para el brusco cambio de su política ha sido el creciente
esfuerzo que era necesario para mantener el franco suizo en esos niveles, ante
la avalancha de euros que el BCE prometió poner en circulación con su plan de
compras masivas de deuda. Las reservas en euros del Banco Central de Suiza se
habían disparado.
Tres meses después de este cambio, Joaquin
González-Llamazares, director de renta fija de Deutsche AWMEspaña, no
recomienda invertir en francos teniendo en cuenta que “su banco central se ha
tornado menos previsible. Ha agotado sus medidas de política monetaria y podría
adoptar medidas de tipo no convencional”.
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