Obtener
una promoción en el trabajo no siempre está en tus manos
FORBES-
6 de Octubre de 2016
Una
buena calificación se consigue haciendo un excelente trabajo, un incremento
salarial depende de los tabuladores y de las bandas salariales y una promoción
se logra por tus competencias.
Muchas
personas quieren obtener una promoción en su profesión y cambiar a una posición
o a un nivel más alto por lo que hacen todo lo que está en sus manos para
lograrlo. Al final del año sienten que lo hicieron muy bien y que se esforzaron
mucho durante los doce meses anteriores y por supuesto, están esperando que la
empresa les recompense por ello con una buena calificación, la consecuente
promoción o cambio de nivel, y finalmente y también como resultado, un buen
aumento de sueldo.
Esas
“recompensas” no siempre llegan y entonces las personas se sienten frustradas,
enojadas y resentidas; pero muy pocos se preguntan: ¿Qué fue lo que sucedió?
¿Qué pude haber hecho diferente para lograr esa calificación, promoción e
incremento de sueldo?
Para
aquellos que quieren conocer esas respuestas y lograr otro tipo de resultados,
les comparto las siguientes reflexiones:
Una
buena calificación, una promoción y un incremento salarial, no siempre están
relacionados. Esto es clave: ¿Piensas que, por haber hecho una buena labor, por
haberte esforzado mucho y por sentir que trabajas más o mejor que los demás,
vas a obtener tu promoción?
No
necesariamente, porque son cosas diferentes: una buena calificación se consigue
haciendo un excelente trabajo, un incremento salarial depende de los
tabuladores y de las bandas salariales y una promoción se logra por tus
competencias. ¿Te das cuenta? Veamos esto por partes:
Si
tienes un buen desempeño, puedes obtener una buena calificación, pero
supongamos que tu sueldo ya está en la escala salarial más alta de tu nivel;
entonces no necesariamente te va a generar un gran aumento de sueldo, porque
las empresas se guían por encuestas salariales para determinar si estás siendo
remunerado correctamente y usan “bandas” o rangos salariales dentro de los
cuales, todos debemos estar.
Más
aún, las compañías con corporativos extranjeros, multinacionales, medianas o
grandes, siempre se guían por estas referencias, de tal manera que, aunque
hayas hecho una excelente labor, si tu remuneración está en el nivel adecuado
de acuerdo a estos indicadores, no esperes un gran aumento (aunque por
supuesto, cada firma tiene sus políticas y prácticas salariales y de mérito).
Competencias
adecuadas
Por
otro lado, hablando de tu promoción, hacer un buen trabajo no siempre significa
que la vas a obtener, pues la lograrás cuando adquieras las competencias de ese
nivel. Como ejemplo: si te dedicaras al boxeo, no podrías subirte al ring de
los profesionales hasta que no hayas conseguido las competencias adecuadas; de
otro modo, te podrían destrozar.
Muchas
organizaciones tienen personas que han subido de nivel a través de promociones
sin haber cumplido las competencias necesarias y, aunque eso puede ser una
estrategia planeada, en muchos casos la persona “revienta” al no estar lista
para enfrentar las responsabilidades de esa nueva posición.
Supongamos,
por ejemplo, que tu nuevo cargo al que serías promovido, requiere habilidades
comerciales o de liderazgo. Por haber hecho un maravilloso esfuerzo el año
anterior, no significa que ya eres un buen vendedor o un buen líder. Tienes que
trabajar para conseguir esas nuevas competencias. Si llegas al nuevo nivel, te
podrían poner una meta comercial y si no sabes vender, vas a estar en serios
problemas.
Yo te
recomiendo que, si estás buscando una promoción, busques proactivamente
aquellas competencias que tienes que adquirir o mejorar. Lograr resultados y
buenas calificaciones es necesario, pero no lo es todo. Las competencias son
vitales para el crecimiento.
Normalmente
las compañías tienen definidas las competencias que requiere cada nivel o
posición, pero si no fuera así o si no tienes acceso a ellas, mi sugerencia es
que comiences a observar y “modelar” a la persona que hoy ocupa esa posición
que deseas, o a alguien similar. ¿Cómo se comporta esa persona? ¿Qué cosas sabe
hacer? ¿Qué habilidades tiene? ¿Qué fue lo que la llevó hasta allá? ¿Qué de eso
te sirve a ti para crecer? Comienza a imitar, a comportarte como él (o ella) y
a prepararte (estudiar, practicar, certificarte, etc.) para que cuando crezcas,
sea sólida y contundentemente.
Recuerda
que lo que te trajo hasta donde estás hoy, no necesariamente será lo mismo que
te llevará hasta dónde quieres estar.
Arturo
Luna-Director en el área de Retiro de Mercer en la Ciudad de México. Participa
en diversos proyectos de consultoría actuarial para grandes empresas del
mercado nacional.
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