El sueco que lidera el camino
hacia una sociedad sin dinero en efectivo
BBC Mundo - sábado, 8 de octubre
de 2016
El emprendedor Jacob de Geer
estaba a punto de "empezar un trabajo serio" cuando se dio cuenta de
un agujero en el mercado y lanzó una de las start-ups más exitosas en la
historia de su país.
"Acabábamos de tener nuestro
segundo hijo. Estaba en un momento de mi vida en el que un poco de estabilidad
me venía bien", explica este sueco de 40 años.
"Ya sabes, un salario bueno
y fijo cada mes, quizás un auto de empresa y una pensión. Esas cosas que nunca
tienes cuando diriges tu propio negocio".
Esto era 2010, con la crisis
financiera global afectando a Suecia, y definitivamente no un buen momento para
montar un nuevo negocio, según De Geer.
Pero en enero de ese mismo año su
esposa, importadora de lentes de sol, volvió de una feria comercial quejándose
de que había perdido ganancias por no poder aceptar el pago con tarjetas de
débito.
En aquel momento, muchos pequeños
comerciantes no podían permitirse los caros procesadores de tarjetas móviles
proporcionados por los bancos.
"Alguien tiene que resolver
esto para los pequeños negocios, para que tenga sentido para nosotros",
dijo entonces su esposa.
Pero nadie lo había hecho, al
menos no en Europa. Y de Geer, que había creado previamente varias empresas de
medios y las había vendido, se convenció de que tenía que hacer algo para
remediar esto.
Empezó entonces a hacer
investigaciones de mercado y descubrió que había unos 20 millones de pequeños
negocios en Europa que necesitaban una solución asequible.
Cuatro meses después, se juntó
con su amigo Magnus Nilsson y fundó iZettle.
La tecnología de la empresa
funciona convirtiendo los teléfonos y las tabletas en procesadores de tarjetas
de crédito y de débito, vinculándolos con un lector de tarjetas que cuesta
US$44 y que se conecta a través del conector de audífonos.
El cliente solo tiene que poner su
tarjeta en el lector de iZettle, insertar el pin y el pago está hecho.
El producto tuvo pronto éxito en
Suecia y ahora lo usan miles de comercios en 12 países, la mayoría europeos,
pero también en México y Brasil.
La empresa dice que sigue
creciendo tan rápido que se apuntan cada día unos mil nuevos clientes. Y se ha
asegurando una inversión de US$157 millones.
El momento adecuado
De Geer atribuye parte del éxito
temprano de la empresa en Suecia a su población, que es tecnológicamente
avanzada y adora adoptar nuevas tendencias, aparatos y modas.
"Esa es una de las razones
por las que Suecia es un buen lugar para que muchas empresas internacionales
prueben sus productos", dice.
Gracias en una parte no pequeña a
iZettle, Suecia lidera la carrera para convertirse en la primera sociedad del
mundo sin dinero en efectivo.
En 2015, el 80% de las compras en
el país se hicieron mediante tarjeta, en comparación con el 45%, por ejemplo,
en Estados Unidos.
Además de la venta de lectores de
tarjeta, iZettle gana dinero cobrando a sus usuarios una tasa mensual: un
porcentaje del total de pagos recibidos.
Esto va de un 1% a un 2,75%,
según cuánto dinero haga el vendedor.
iZettle dice que esta proporción
sigue siendo significativamente inferior a lo que cobran los bancos
convencionales por sus servicios de procesamiento de pagos con tarjeta.
El profesor Niklas Arvidsson, del
Instituto Real de Tecnología de Suecia, dice que hay varias razones para el
éxito de iZettle, incluyendo el haber estado en el lugar adecuado en el momento
adecuado.
"El momento era el adecuado.
Había una necesidad por parte de muchos comerciantes de encontrar una solución
como iZettle que les permitiera aceptar pagos en situaciones en las que antes
no podían utilizar los lectores de tarjeta".
Consejos básicos para invertir en
startups
Aprender a fracasar
A medida que iZettle se enfrenta
a una mayor competición por parte de sus rivales, De Geer es franco sobre los
retos que tiene por delante.
"Intentamos cosas, las
ponemos a prueba, las validamos con datos, y 99 de cada 100 veces concluimos
que el cambio que hemos hecho a un servicio o al producto, lo ha
empeorado", admite.
Hijo de un ex banquero que luego
puso en marcha una empresa de manejo de fondos, antes de invertir sus ahorros
en una granja, De Geer acepta que su espíritu emprendedor puede deberse en
parte a la influencia de su padre.
Pero no fue hasta que terminó una
maestría en la Escuela de Economía de Estocolmo que, dice, se convenció que no
estaba preparado para tener la típica carrera profesional.
Trabajar para una agencia de
mercadotecnia digital propiedad del cofundador de Spotify, Martin Lorentzon,
cuando tenía unos 20 años le inspiró también para convertirse en su propio
jefe.
"La alegría de hacer algo
por ti mismo y crear algo, y ser capaz de alguna manera de controlar cómo
trabajas... Esto realmente me abrió los ojos. Pensé que era algo
increíble", dice.
Pero el ejecutivo jefe de iZettle
afirma que, estos días, la mayor parte de su impulso proviene de estar cerca de
sus tres hijos ("ven posibilidades infinitas, no problemas") y de la
creciente base internacional de clientes dueños de pequeños negocios.
"Hay tantos chicos y chicas
ahí fuera trabajando duro para ganarse la vida", dice.
"Hacen su café, sus
bocadillos, y los venden a la gente que pasa por su café, y luego vuelven a la
mañana siguiente. Ellos son los verdaderos héroes".
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